Yrian, joven ratero |
Yrian nació, creció y
murió en las calles de Jerusalén. Su vida humana fue muy dura, salió de las
calles a ser vendido como esclavo para regresar a su amada Jerusalén. La no vida vampírica no fue más amable con
él, nadie le dio a elegir y se encontró en una lucha de poder que no era su
guerra. Sus instintos bestiales le
mantuvieron con vida hasta que aquel hombre lobo se cruzo en su destino. Murió
luchando por su no-vida, y cada zarpazo que Yrian daba, inconscientemente, lo
hacía pensando en todos aquellos que nunca le quisieron, los que habían hecho de
él un animal insensible, un reflejo de la bestia demasiado monstruoso.
Siempre fue un niño y
hasta el día de su muerte cumplió con unos ideales que jamás rompió, en su
interior seguía siendo un esclavo y debía romper las cadenas para siempre,
cuando el hombre lobo lo mato, Yrian al fin pudo ser libre.
Como todo Gangrel
desearía, sus restos han sido devorados por las alimañas en el desierto, de
este modo sigue el ciclo de la vida y ha dado alimento a aquellos que le
alimentaron a él.