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R.I.P. Jesper, Malkavian


Un adiós demencial

La oscuridad lo embarga todo. El frío es omnipresente. El aire está electrificado y huele igual que justo antes de la tormenta. No hay más allá, solo aquí y ahora. En el centro de todo, como si fuera una gran ventana suspendida en el aire a otro mundo, hay un espejo que permite ver tras de sí en vez de su reflejo. Y los siete alrededor en círculo. La reunión familiar al fin se ha producido…

Klaus. – ¿Alguien sabe qué demonios hacemos aquí? –dice mal humorado el enano y gordo bufón.

Malkav . – Creo que me lo puedo imaginar… –susurra el Antediluviano sonriendo mientras mira a través del espejo.

Lucian. – Esto no me gusta nada, huele a trampa –dice Lucian entrecerrando los ojos.

Nikolás. – Tengo miedo –dice con cara de angustia encogiéndose en el suelo el amable payaso.

Alice. – Tranquilo Nico, saldremos de aquí de una pieza, confía en mí –dice la mujer con tono tranquilizador mientras se abraza al asustado Nicolás.

Jesper permanece callado, muy atento escuchando las voces de sus familiares. Sin saber qué hacer piensa con calma su próximo movimiento.

Lucian. – Creo que alguien nos ha reunido a todos… pero ¿para qué?

Nikolás. – Algún enemigo, seguro… ¡tengo hambre! –dice Nicolás cambiando el semblante y enseñando sus afilados dientes mientras permanece acurrucado en el regazo de Alice.

Klaus. – Esto empieza a parecer una broma de mal gusto ¡encended las luces! ¡No tiene gracia! ¡Ja ja ja! –dice el bromista mientras se carcajea haciendo resonar su risa en un eco infinito.

Malkav . – ssssshhhhh, no entendéis nada –susurra el Padre de todos mientras pone su dedo índice en los labios haciendo el ademan preciso para que todos se callen.

Jesper camina en círculos observando el entorno y pensando cómo salir de allí.

Alice. – No os separéis, no sabemos que hay ahí fuera –alerta la bella mujer preocupada.

Klaus. – Jesper, hermanito mayor, tu siempre sabes que hacer… estas muy callado, ¿qué tramas?

Jesper. – creo que… ¡estamos muertos! –dice aquel al que llaman “el vividor” mientras mira su mano traslucida.

Nikolás. – Noooo, noooo es posibleeeee  –balbucea el gemelo manso mientras Alice le abraza y acaricia su pelo calmándole con cariño.

Malkav . – Efectivamente… ¡eso es! –dice el Antediluviano mientras aplaude muy despacio, como si le costara dar palmas.

Klaus se queda boquiabierto sin creerlo y Lucian niega con la cabeza mirando sus manos incorpóreas.

Todo comienza a moverse, como si hubiera un gran terremoto y el espejo flotante comienza a romperse dejando pasar la mortal luz del sol, que quema la piel de los Malkavian como el fuego la paja seca.

Todos por instinto comienzan a transformarse en sus formas bestiales. Sus cuerpos se estiran imposiblemente, sus huesos crujen bajo su piel y cuernos y pinchos emergen amenazantes.

Los siete Zulos demoníacos se miran y rugen violentamente. Todos están sedientos de sangre y saben que se acerca el final. El espejo casi ha acabado de romperse por completo y la luz del día ilumina el antes oscuro interior.

Mientras todos arden en llamas purificadoras, se miran durante unos instantes interminables y  comienzan un encarnizado combate entre ellos.

Zarpazos, mordiscos, embestidas, desjarretadas, tajos, garrazos y amputaciones, aderezadas con rabia y brutalidad extrema todo a fuego fuerte…

 

fin