Reacción en cadena |
Expulsados
La cuadrilla de neonatos hasta ahora se refugiaba del día
donde podían bajo tierra, en antiguas catacumbas de civilizaciones anteriores,
en simples y sucias cloacas o en sótanos abandonados, adaptados con las
comodidades mínimas para que el sol los destruya.
Son expulsados por un misterioso Nosferatu que reclama
sus refugios temporales como sus dominios, solo oyen su voz pero deja claro el
tono hostil y la urgencia de que lo hagan ya.
Las alimañas del lugar se inquietan y huyen mientras que los
personajes hacen lo mismo quedándose sin un refugio seguro en el que cobijarse.
Duermen donde pueden y el riesgo de muerte definitiva
durante el día es palpable por todos.
Alguien les observa desde las sombras en estos duros
momentos, tiene el aspecto bestial que caracteriza a los Gangrel.
Ekaterine de Balgrad
Ekaterine de Balgrad, Pj Tzimisce |
Después de esto ayudada por su influencia nobiliaria se
encuentra con el grupo de personajes y les propone un trato. Ellos la ayudan a
acomodarse en Jerusalén y ella le presentará a una persona que quiere encontrarles
pero no sabe cómo hacerlo.
Cree que pueden ayudarse mutuamente.
El Reencuentro
Un mercenario de aspecto un tanto amenazante, armado, se
encuentra con los personajes, se cerciora de darle una nota a Iñigo, el
Lasombra. La nota tiene letra de mujer e Iñigo la reconoce como la de su
protegida hermana Inés Arista.
“Hermano, estoy en
la ciudad buscándote. Espero que estés vivo y que tu color favorito siga siendo
el negro”
Una vez Iñigo acepta el encuentro con su hermana, el
Guardián, reúne en una posada del barrio cristiano, llamada “Los Clavos de
Cristo”. Y a solas en una austera habitación Inés aguarda impaciente.
Cuando entran en la habitación, Inés se abraza a su
hermano Iñigo:
“¡¡¡¡ Que frío estas!!!! ¿Estás bien? Pareces cambiado,
estás muy pálido, ¿has enfermado?
Creí que habías muerto, ¿nuestro hermano está bien? Hace
años tras la cruzada fuisteis enviados a Jerusalén por el Rey Ricardo Corazón
de León y nuestra correspondencia se cortó hace cinco años, nadie sabía de
vosotros, os dan por muertos, bajo las conspiraciones del Turco.
¿Hace cuánto que no te lavas? ¡¡¡¡ Sabía que no habías
muerto, algo me decía que seguíais aquí conmigo!!!! (Tose muy fuerte).
Mataron a toda nuestra familia, fue un ataque nocturno fugaz
y sangriento. Me raptaron y me encerraron en un barco y tras un largo viaje
desembarque en el Reino de Chipre. Me encerraron en un convento en lo más profundo
de un bosque de la Isla, El Convento Blanco.
Me maltrataban, me azotaban, me torturaban el sacerdote
de la zona abusaba de mí y todo bajo el consentimiento y la orden de la madre superiora.
Una noche no pude más y mientras me golpeaban entre todas
y se reían, ¡¡ estallé !! Mi sangre ardió y las llamas brotaron de mi cuerpo, calciné
a todas aquellas hijas de Puta allí mismo, después prendí fuego con mis propias
manos en llamas al bastardo del sacerdote mientras pedía clemencia entre gritos
de dolor. Las llamas devastaron todo el convento y yo no me hice ni una
quemadura, solo sufrieron mis ropajes y cuando abandone aquel lugar infernal me
di cuenta que había dejado de ser una niña, era una mujer, solo arropada por
las llamas purificadoras.(Tose muy fuerte).
Por fin era libre y entonces me encontré con él, yo le
llamo, El Guardián (señala al mercenario que los ha encontrado) Me encontré con
él en el puerto de Chipre, lo seguían para matarlo y de nuevo utilicé mi Don
para desaceranos de nuestros perseguidores.
Que no os asuste su aspecto rudo, de algún modo que no
puedo explicar sentí que no era mala gente y que los que lo perseguían no
querían nada bueno.
Sus perseguidores ardieron como un pajar seco y fue así
como nuestros caminos se unieron. No habla, pero me hace compañía y escucha
todo lo que le cuento. Es muy buen Guardián y le prometí pagarle si me llevaba
ante ti hermano. Puedes pagarle ¿verdad?
El guardián, no tenía un destino y yo si lo tenía,
Jerusalén, era la única esperanza que me quedabais, que no hubierais muerto.
Y no me equivocaba, ¿Qué os ocurrió?” (Tose sangre y se
sienta)
Llegue a Tiro en barco y de allí a Jerusalén en caravana
de una noble Húngara llamada Ekaterine, que me ayudó a contactar con Iñigo una
vez llegamos a Jerusalén.
Iñigo paga al Guardián, esté mira a Inés y se dispone a
marcharse. Inés se despide de él con un abrazo. Finalmente se va.
Sansón se muestra, es el Gangrel que les observaba por orden de
su señor Ventrue y les lleva ante él.
Se reúnen en su refugio, una villa señorial hecha a capricho en la zona adinerada del barrio Cristiano, fuentes de agua cristalina, jardines con flores exóticas, animales inofensivos sueltos por el jardín, murallas que delimitan el dominio, guardias rodeando la propiedad, es una exhibición de recursos, influencia y poder.
Se reúnen en su refugio, una villa señorial hecha a capricho en la zona adinerada del barrio Cristiano, fuentes de agua cristalina, jardines con flores exóticas, animales inofensivos sueltos por el jardín, murallas que delimitan el dominio, guardias rodeando la propiedad, es una exhibición de recursos, influencia y poder.
Ven a un joven apuesto engarzado en una brillante armadura,
con pieles de animal y en el pecho un escudo con un león. Juguetea con su
espada en la mano en el jardín frente a la fuente, una elaborada copa de plata
en la otra mano que deja en una mesa de mármol y se presenta:
“Soy Don Humberto, Antiguo Ventrue, por favor presentaos
ante mí en mis dominios”
Una vez los personajes se presentan, Humberto continua
hablando con la mirada perdida en el cielo nocturno.
Don Humberto, Antiguo Ventrue |
“Reacción en cadena… toda acción que realizamos tiene consecuencias. En Jerusalén, las consecuencias a menudo son desproporcionadas con respecto a las acciones que las originan. Acción y reacción no están compensadas, si no que se expanden de forma exponencial, sencillamente a causa de la cercanía entre los barrios de la misma ciudad.
Identidad y espacio son cosas muy valoradas, y aquellos
decididos a avanzar a golpes de mandoble por la región, y al diablo con las
consecuencias, se encontrarán con que los efectos de sus acciones repercuten
sobre ellos.
He descubierto a través de mis contactos que una nueva
cuadrilla de vampiros neonatos ha llegado a la ciudad. Me he enterado de que no
tenéis aún un Dominio digno y que estáis teniendo problemas para encontrar
refugio.
Como neonatos debéis ganaros vuestro lugar y ahora mismo
estáis en el barro de la Estirpe.
En ocasiones ganarse un Dominio en una ciudad tan vieja
como Jerusalén puede tratarse de una empresa de años o quizás decenas de años. Puede
ser que la próxima vez los dueños del dominio no sean tan considerables a la
hora de perdonaros la no-vida por invadir sus propiedades.
Yo puedo ayudaros a conseguir un Refugio digno y un
pequeño Dominio evitando así que os metáis en los de otros vástagos.
Una caravana de mi propiedad que venía de Antioquia debía
haber llegado ya a Jerusalén. En ella viaja mi chiquillo Lord Histrerión, un
renombrado Cruzado griego que va a ayudarnos a retomar Jerusalén, del que no
tengo nuevas desde hace una semana.
Estoy preocupado ya que en la caravana venia también un
Maestro Armero de cierto renombre que iba a trabajar para mí. La caravana venia
llena de especias y comercio de Armenia con un valor considerable, con lo cual
también sería una pérdida de recursos para mí si no lo recupero.
Os ofrezco un trato: Dais con mi chiquillo, recuperáis mi
inversión y me decís quien está detrás de esto y a cambio os consigo un refugio
digno que será vuestro pequeño Dominio en el que deberéis ser respetados como
dicta la ley de Caín.
Los personajes al mando de Iñigo Arista, aceptan el trato
y comienzan a preparar el viaje.
Un criado de Don Humberto les da los mapas con rutas de
viaje y los listados de material y personas que porta la caravana.
El Inquisidor
Mientras los personajes preparan el viaje, se percatan de
la llegada a la ciudad por la puerta de Jaffa, puerta principal de Jerusalén, una
comitiva eclesiástica presidida por Noel Kemal, el Inquisidor de Chipre, acompañado
de un pequeño ejército desarmado de peregrinos, ningún cristiano puede entrar a
la ciudad armado desde la tregua de 1192.
Noel Kelman, el Inquisidor |
La Inquisición cristiana romana de Chipre, no tiene
ninguna autoridad en la ciudad, Jerusalén está al mando de los Musulmanes. Aun
así sus carruajes y su ejército de fieles imponen bastante e inquietan a la
población judía y musulmana dando esperanzas de reconquista al pueblo cristiano.
Noel Kemal y los suyos se resguardan en el barrio
Cristiano, en busca de paz y descanso en este lugar Sacro Santo llamado
Jerusalén, sin desvelar sus verdaderas intenciones.
Gracias a un contacto del grupo se entraran que Noel
Kemal ha hablado con alguna autoridad del barrio Cristiano. El Inquisidor viene
buscando a una bruja con aspecto de niña que calcinó vivas a todas las monjas
del Convento Blanco de Chipre y a su sacerdote, dejando reducido el lugar a
cenizas. Es un Demonio escupido del infierno y se refugia en la ciudad Santa de
Jerusalén. Su aspecto es el de una dulce joven navarra, llamada Inés, pero no
hay que dejarse engañar por las apariencias, es el maligno quien ocupa ese
cuerpo. Y están aquí para devolverlo de nuevo al infierno.
Bandidos
Los personajes preparan una pequeña caravana y parten
destino a la ruta tomada por Lord Histrerión, chiquillo de Don Humerto.
Tras unas noches por desierto, en un desfiladero, encuentran
restos de la Caravana cristiana de Don Humberto, arrasada por completo, al
parecer los cuerpos han muerto a zarpazos atacados por animales de gran tamaño,
parece cosa de lupinos (hombres lobo).
Los cuerpos humanos, incluido el del Maestro Armero y los
de los caballos y camellos están sirviendo de festín de los coyotes y los
buitres del lugar. No hay rastro de la carga, ni de Lord Histrerión, chiquillo
de Don Humerto.
Investigando rastros llegan a la conclusión de que un
grupo de unos 10 jinetes a caballo has estado aquí y han apartado los cuerpos
fuera de la ruta para que se los coman los carroñeros.
Eddy, el bandido Caitiff |
Su líder luce una espada Cruzada entre sus pertenencias.
Inicialmente no estaba dispuesto a colaborar, pero el Lasombra Iñigo lo influye
con sus disciplinas y Eddy cuenta todo lo que sabe:
“Recogí la espada de un montón de cenizas y unas ropas de
cristiano chamuscadas. La espada estaba intacta. Soy Eddy un Caitiff mercenario
ingles. Cuando llegamos a la caravana había sido ya arrasada. Los asaltantes no
se llevaron nada, solo asesinaron a sangre fría a todos los miembros de la
caravana y decapitaron al Vampiro que iba con ellos. Según mi opinión creo que
pueden ser Lupinos ya que dicen que estas tierras son suyas antes de que los
vampiros existieran.
Una vez conocí un viejo parentela, como llaman los lupinos
a sus parientes, y embriagado me contó una historia sobre la manada de la Duna
Roja. Pertenecían a una tribu descendiente de los reyes egipcios con el aspecto
de su Dios Anubis. Si alguien quería encontrarse con ellos solo debía pasar 3 días
y 3 noches en el oasis Ayasida, a 7 noches del Cairo dirección este, en las
fronteras del Sultanato de Ayabida con el Califato de Abasida.
Solo los extremadamente valientes o los extremadamente
locos quieren morir a manos de los Lupinos.”
Iñigo obliga con Dominación al Caitiff y le obliga a
devolver todo lo robado y a cargarlo en su carruaje. La cuadrilla regresa a Jerusalén.
Inés reclutada
Inés, se ve con su hermano Iñigo y le explica:
“He recibido una invitación para formar parte de la nueva
congregación que quieren formar un grupo de estudio y meditación.
Me parece bien, me ayudan, me curan y me acogen con todas
las comodidades por ser noble navarra, me tienen en alta estima. Estoy muy bien
acogida en Jerusalén, y me siento muy bien, me aprecian como soy y no me piden
nada a cambio más que mi compañía. También me ayudan con mi dolencia, ya que
tienen conocimientos curativos. Están buscando un lugar adecuado para reunirse
periódicamente.
El maestro que me ha invitado se llama Joseph Sven es de
origen judío.”
Iñigo muy enfadado: “Inés, como tu hermano mayor y manteniendo potestad sobre nuestra familia, tu incluida, te prohíbo que se
juntes con los Tremere, no me fío de ellos ni de los judíos codiciosos entre los
que se esconden. Te quieren utilizar separándote de tu verdadera familia los
Arista”
Innisaq el horripilante
monstruo de la cuadrilla de personajes
aparece de las sombras ocultando su aspecto intentando convencer a Ines de
buenas maneras y esta se asusta tanto al ver su verdadero rostro que sale
huyendo despavorida.
…Y yo rasco la tuya
Se encuentran con Don Humberto en un anónimo y sencillo templo
interior donde un sacerdote menor imparte una misa a los creyentes. Los pjs se
dan cuenta de que del suelo emana una FÉ difícil de resistir. Uno de esos
adoradores es Don Humberto, arrodillado pasa desapercibido hace una señal a los
personajes y estos se sientan a su lado incómodos por la Fé del lugar.
Don Humberto se santigua y sale con ellos, entran en su
carruaje les dice:
“En este templo hay un clavo de Cristo que los creyentes
de la ciudad acuden a venerar regularmente. La tradición enseña que fueron
tres los que tuvieron suspendido al Salvador del mundo: uno entero se conserva aquí;
Mártires y santos, los mismos
cruzados ofrecieron sus vidas por la conservación de las reliquias y lugares
sagrados. Muchos prefirieron morir antes que verlas profanadas. ¿Cómo no
querremos nosotros, hermanos en la fe e hijos de la Iglesia como ellos, ya no
venerar las reliquias sino adorar a nuestro dulce y amable Salvador presente
día y noche en la Sagrada Eucaristía?”
¿Que habéis averiguad de mi chiquillo?
Iñigo explica lo sucedido y le devuelve su cargamento.
Alguien desconocido atacó la caravana matando a todos, incluido su chiquillo y
el Maestro armero.
Don Humberto cumpliendo su palabra regala a los
personajes en propiedad una vieja y abandonada villa romana en el barrio
cristiano. Está inhabitable pero sus espacios son amplios y con proyección.
Don Humberto pregunta:
“¿Cual es vuestra
alineación?”
Iñigo explica que son Cruzados cristianos y que son
siervos de Dios.
Humberto concluye:
“Los Ventrue de Jerusalén aguardamos nuestro momento y reunimos recursos. Esperamos a la siguiente gran Cruzada, y pretendemos estar
en nuestro lugar para beneficiarse. Por ahora, sabemos que nuestros rivales
tienen la ventaja dentro de la ciudad por eso evitamos la confrontación
abierta.”
Yrian mientras tanto busca a Sansón para que este le
enseñe a evolucionar la Disciplina de Protean para así poder saber usar las
Garras de lobo.
Sansón se lo toma como un honor y enseña al neonato
Gangrel lo que su Sire no ha querido enseñarle, Garras de lobo. Ahora Yrian es
más peligroso sin duda.
En nuevo refugio
El refugio es un viejo palacete romano abandonado y en
ruinas, que tiene muchas posibilidades, tiene una planta con un jardín
amurallado con una fuente seca. Tiene cuatro habitaciones sin ventanas, un gran
salón central que conecta todas y una bodega muy amplia en el subsuelo. La
estructura es de piedra y fuerte, habría que invertir en reconstruirla, en
amueblarla, en limpiarla, y después en protegerla y mantenerla.
Los personajes comienzan a acomodarse sin posibilidad de
invertir recursos aun.
Joseph Sven, Tremere maestro que ha acogido a Inés, queda
con Iñigo en la Puerta de las Basuras,
cerca del barrio judío.
cerca del barrio judío.
Joseh quiere negociar con el Arista y va con una gárgola encapuchada
a la que no presenta de escolta, la gárgola está marcada en su túnica con una V.
Joseph habla:
"Iñigo Arista, soy Joseph Sven, sabes quien soy y yo quien
sois vos, vayamos al grano. Ofrecemos dar protección a tu hermana Inés,
cuidarla, ayudarla a canalizar sus dones y a no correr peligro, ni a llamar la
atención.
Entendemos que es un hombre muy ocupado, y como vampiro
es un neonato sin experiencia que no pude proporcionar la protección adecuada. Sin los cuidados adecuados morirá, su don la está
consumiendo por dentro y pronto no tendrá energía para aguantar su propia
respiración, su joven y débil cuerpo no lo aguantará y sin nuestra ayuda morirá
irremediablemente, vos no queréis eso y nosotros tampoco. A este paso le quedan unas semanas, quizás unos meses, un
año a lo sumo. Esta en la adolescencia, los cambios de humor son normales y con
cada uno de ellos usara su Don y se irá consumiendo por dentro sin poder
evitarlo.
Por no hablar del Inquisidor de Chipre que vienen tras
ella desde su Reino para darle el peor de los finales, tras una dura agonía en
el potro de tortura.
¿No querrás ese final para tu hermana verdad?
Y seguramente después de ella, lleguen a vosotros, sus
interrogatorios son muuuuuy productivos, no podrá guardar nada en su joven
mente que ellos no puedan averigua a base de hierro caliente y huesos rotos.
Así que si no lo hacéis por ella, hacerlo por vuestra
propia supervivencia, creerme el Inquisidor no necesita armas para acabar con
vosotros, su Fé es suficiente para prendernos en el fuego del Infierno, al
igual que Inés hizo en el Convento Blanco de Chipre con las hermanas y el
sacerdote local.
Entiendo que debéis pensar la oferta, pero no os demoréis
mucho, Noel Kemal, el Inquisidor está al acecho y trabaja de día …"
Tienen un par de noches para pensar la respuesta y se
reunirán aquí mismo, en la puerta de las basuras, próxima al barrio judío donde deberán dar respuesta sobre la custodia de Inés Arista.
Iñigo reprime su profundo desprecio por los Tremere y termina la conversación airado.
El Favor
Don Humberto convoca a los pjs en el sótano de su lujosa
villa, donde tiene una sala de reuniones y una biblioteca.
“Un grupo de sirvientes de los Tremere ha Dominado a un
sacerdote inferior para poder convertir mi anónimo templo en una Capilla Tremere,
se han encontrado con que éste alberga el Clavo de Cristo que los creyentes de
la ciudad acuden a venerar regularmente.
Me siento Furioso ante el sacrilegio perpetrado por esta
pandilla de advenedizos.
Os pido por favor que me devuelvan el favor ayuda, me habéis demostrado ser competentes y si haríais esto por mi yo estaría en deuda con
vosotros. Quiero expulsar de mi templo a esos altivos Usurpadores.
Iñigo accede a ayudarle e Yrian le acompaña.
Los Tremere entran en acción
Don Humberto pone a la disposición de los personajes los recursos que necesiten para realizar la labor.
V, La gárgola |
“Soy Ancillae Tremere, mi clan se afana por conseguir un
enclave mercantil en Jerusalén, como sabéis también buscamos a los Salubri
clandestinos que pueda haber en la ciudad. Cuando los descubramos una matanza
Cainita que rivalice con la mortal de 1099 es una posibilidad muy real.”
Todo lleva a un alboroto entre ambos bandos y queda en
tablas.
Alguien está está observando toda la escena y se deja ver
por los personajes. Es un musulmán y se dirige a su barrio esperando que los
personajes le sigan.
Un contacto del área de influencia de la Iglesia católica romana de Iñigo informa sobre los Assamita
en la ciudad de Jerusalén:
en la ciudad de Jerusalén:
“Tienen espías por la ciudad, y ya habrán informado a sus
superiores de que los infieles en el barrio crsitiano están peleando entre si,
y esto puede debilitarles para atacarles y vencerles de una vez por todas,
clamando venganza por sus atrocidades pasadas. Parece ser que un Assamita pudo
ser quien atacó la caravana de Don Humberto para evitar que este se hiciera
fuerte.”
Los personajes deciden ir
al barrio musulmán a buscar algún Assamita que les aclarase la situación, Iñigo
e Yrian se encuentran con uno que los amenaza lanzando cuchillos cada vez más
cerca de ellos.
Se llama Rashid y les habla
desde un tejado sobre los Assamita:
“Si el Vampirismo es una prueba de que Alá puede maldecir a los humanos, entonces es en los lugares santos, los que Alá ha bendecido, donde los Assamitas pueden esperar volver a ganar el favor de Alá. Ahora que el control de Jerusalen ha sido recuperado de los Cruzados Europeos, Los Assamitas no vamos a dejar de aprovechar la oportunidad de obtener venganza.
Tras las atrocidades de la toma de Jerusalen en la
Primera Cruzada de 1099, y las muertes definitivas de varios miembros de nuestro clan,
los Assamitas hemos reunido a sus espías y peones locales, sacando filo a nuestro acerado odio. Yo mismo era un joven asaltante de caminos, arrancado de su tierra natal por los cruzados y ahora estoy sediento de
Venganza.”
El Assamita los amenaza y tras
una tensión e insultos por parte del vampiro musulmán los personajes deciden
irse.
Lupinos en la noche
Iñigo y Arista debatieron
sobre las posibilidades y decidieron ir donde la manada de lupinos de la que
les habia hablado Eddy hace unas noches, para que los hombres lobo le ayudaran
a asaltar la capilla Tremere. Ir los dos podía ser un suicidio, pero han oído
que los Gangrel pueden tener alguna oportunidad de no morir en un encuentro con
Lupinos. Yrian toma la difícil y peligrosa decisión de ir solo a buscar a la perdida tribu lupina.
Yrian se encuentra en una
noche estrellada sin luna.
Una manada de lobos aparece
entre las dunas y uno de ellos se adelanta y se transforma en Crinos, su forma
más peligrosa.
Colmillo de Anubis, Apha Garou
|
“Vampiro, soy Alpha de la manada, me llamo “Colmillo de Anubis” ¿Cuál es tu nombre?”
Yrian se presenta agachando
la cabeza como muestra de sumisión. Y dice que busca información que ellos
pueden tener. El lupino prosigue:
“Este es un lugar sagrado
para nosotros, un viejo pozo que tiene más de 1000 años, fue la primera fuente
del lugar y dio la vida a la región.
Al contrario de lo que los
humanos piensan de los cambiaformas, no somos violentos, excepto con el Wyrm, y
tu hueles a Wyrm, la esencia del mal pero estás más cerca de vivir en comunión
con la naturaleza que muchos de los tuyos.
Para hablar con nosotros
deberás ganar a nuestro campeón en un combate singular a primera sangre, esto
sería demasiado injusto para ti joven vampiro, así que lucharás contra mí. Solo
si ganas serás digno de la información que has venido a buscar.”
Yrian y Colmillo de Anubis
luchan, y tras unas embestidas bestiales y algún choque brutal, Yrian con su
agilidad felina consigue hacerle un rasguño en la mejilla del Garou, como se
llaman ellos mismos.
Sonriente Colmillo se lame
la herida con su larga lengua y habla con el joven.
Yrian le explica que
necesita la ayuda de la manada de lupinos para asaltar una capilla de unos
vampiros malvados llamados Tremere.
Colmillo concluye:
“Me alegro de haberte
conocido Yrian y de haber luchado contigo, pero he decidido no inmiscuir a mi
manada en asuntos de vampiros, buena suerte Gangrel”
El combate en el templo
De nuevo en el templo, pero ya
sin presencia de Fé Iñigo e Yrian se presentan con la intención de expulsar a
los Tremere, ambos deciden no matar a ninguno llegado el momento.
Cuando llegan Don Humberto ha cometido el error de
dejarse llevar por la pasión, y ensarta a Joseph con su espada hiriéndolo de
muerte pero Humberto es asesinado por Joseph que lo prende fuego.
Comienza un fuego fortuito con la pelea mientras Yrian se
encarga de defenderse de la gárgola.
Iñigo Arista espada en mano y como experimentado guerrero
cruzado ataca sin piedad a Joseph que herido ya por su combate anterior, muere decapitado
a manos del Lasombra.
La gárgola muere envuelta en llamas en el fuego desatado
en el templo.
El templo esta en llamas y Rashid el Assamita aparece con
ojos rojos sobrenaturales y garras en
sus manos para acabar el trabajo, pero al ver que los personajes han acabado
con el Tremere y su gárgola. El Assamita mira dubitativo a los personajes, se
lo piensa mejor y desaparece con su ofuscación.
El fuego consume el templo convirtiéndolo en cenizas
mientras Yrian e Iñigo abandonan el lugar, ya nunca será una Capilla Tremere .
Iñigo había engaño a Yrian
al involucrarse matando al Tremere, ya que previamente habían quedado en hablar
con ellos y no involucrarse en ninguna muerte que les pudiera perjudicar. Yrian muy enfadado deja claro a Iñigo que la
próxima vez que le manipule le arrancara la cabeza sin mediar palabra.
La negativa a los Tremere
Habiendo agotado el tiempo para dar una respuesta a los
Tremere sobre si pueden hacerse cargo de Inés afianzando una buena relación con
la familia Arista, Iñigo e Yrian acuden a la reunión para dar su respuesta.
Nadie acude a ella y tras esperar Iñigo escribe un NO
enorme con su puñal en el suelo de la puerta. Iñigo grita en plena noche:
“NO, NO. NOOO... ¡¡¡ La respuesta es NO !!! Os voy a cortar vuestra puta nariz
de usureros y os la meto por el culo.”
Buscan a Inés en un cobertizo de jardinero en propiedades
Arista, donde se escondía y todo apunta a que ha sido secuestrada por la
Inquisición.
Iñigo e Yrian sin saber que hacer se reúnen con Paliuro
en antiguo Lasombra y contándole lo sucedido piden ayuda para que interceda
como antiguo Lasombra de Jerusalén.
El Padre Paliuro muy enfadado les recrimina que hallan traído su rastro hasta sus dominios, rastro que la Inquisición puede estar tras
él si sacan a base de tortura la suficiente información a Inés. Si sacan a Inés
información sobre los Arista, el hilo podría traerles hasta el Domino del
propio Paliuro.
A Paliuro le traen sin cuidado las luchas
intestinas entre Ventrue y Tremeres y solo le preocupa su posición e integridad física. Mueve sus hilos de influencia y manipula a la Iglesia de la ciudad
para que matarán a Inés Arista antes de que hablara.
Y así sucedió, Inés murió aquella
noche. Y al día siguiente la Inquisición se lleva su cuerpo de Bruja para
quemarlo una hoguera en Chipre, la plaza principal de su capital y ardió dejando
tranquilos a los Inquisidores.
Iñigo Arista debe un favor de vida al
Padre Paliuro Rustucci por solucionarle la situación después de matar a su
hermana Inés.