R.I.P. Edward Arsita, Brujah


La muerte de un Brujah
Al fin Edward Arsita, Brujah ha obtenido la paz que durante tanto tiempo había buscado.

Poseído por el Golem, desasosegó su Rabia Brujah liberando la bestia y masacrando al pueblo Caraíta fuera de las murallas de Jerusalén. Tardarán mucho en olvidar al gigante aplastando al pueblo hebreo que jugó con fuego y se acabó quemando.

Edward siguió consciente durante el ataque, muy cabreado solo quería aplastar a todo ser vivo cercano. Incapaz de comunicarse su inteligencia había desaparecido y se limitaba a sobrevivir gracias a una rabia animal indescriptible. Confundido Edward ya no puede regresar “a casa” y se olvida de lo que fue en su vida anterior.

Todo terminó en el momento que uno de los débiles humanos lo prendió fuego con una antorcha. El dolor era insoportable y ardió hasta los huesos pero al fin el alma de Edward pudo descansar.

El Simbionte que fue el Golem, convertido en un charco humeante, se arrastró y encontró otro huésped entre los heridos del campamento. Cubrió de nuevo su cuerpo y se fundió con su nuevo huésped. El nuevo Golem había despertado por tercera vez esta noche y continuó su marcha mortal aplastando a todo lo que se movía. Cuando quedó solo rodeado de cadáveres comenzó a andar hacia el este.

Dejando la masacre a su paso a través de montaña y desierto llegó al mar muerto, donde dicen que lo vieron sumergirse en el mar hasta desaparecer en el fondo del agua purificadora.


Esta fue la última vez que se vio al Golem...





Edward Arsita, el hermano bastardo