Charlatán humano |
Un sueño cumplido
Cadios fue un Ravnos
de pura cepa. Guardó su mayor secreto durante toda su existencia. Cuando poco
después de recibir el abrazo de Varsik, su prestigioso Sire, se vio envuelto en
una cacería hacia su persona que acabó en el gran incendio de un bosque, una muerte
segura si fortuitamente no hubiera ido a parar a Arcadia, el mundo de las
Hadas. Allí conoció a la mujer de la que se enamoraría, una princesa Hada
llamada Elune´ara. Juntos vivieron una bella historia de amor hasta que el
destino quiso que Cadios regresara a su mundo. Nadie sabe el tiempo que pasó,
ya que el tiempo transcurre de forma diferente en Arcadia.
Charlatán Mono |
Cadios ya de camino a
Jerusalén, acompañado por una Kumpañia de los suyos en la que cuatro seres
feéricos viajaban con él. Todos ellos vestían cuerpos humanos para no espantar
a los mundanos; “Dormilón”, un gran oso, tan fuerte como tontorrón,
“Charlatán”, un mono muy astuto y sagaz, “Invierno” y “Verano”, las dos
anfitrionas del espíritu de su amada Elune´ara, que habitaba en cada una de
ellas dependiendo de la estación del año.
Ya en Jerusalén,
Varsik, Sire de Cadios, le daba por muerto y para él fue una agradable noticia
poder tenerle cerca para que este le ayudase a culminar sus tratos y alianzas.
Cadios conoció al
grupo de vampiros con el que convivió sus últimas noches, e hizo
especial
amistad con Jesper, el Malkavian. Juntos vivieron varias juergas difíciles de
olvidar y dieron diversión a los humanos de las tabernas de Jerusalén con sus
canciones y sus historias.
Dormilón humano |
Últimamente un sueño
rondaba la cabeza de Cadios, uno en el que era propietario de una taberna, una
muy especial, una en la que la diversión y el alimento estuviera asegurado para
todo aquel vampiro que pasara por allí. Planeó como sus amigos del mundo de las
hadas podrían ayudarle al igual que sus compañeros vástagos. Ya poseía lo más
difícil, un Dominio otorgado por los Tremere como pago a sus servicios. Su
sueño
comenzaba a ver la luz.
Dormilón Oso |
Pero entonces
llegaron los Tzimisce, enemigos de los Tremere que atacaron en varias ocasiones
la futura Capilla que Cadios y los suyos protegían. Y la noche de la
inauguración, en la batalla más virulenta que se recuerda en el barrio Musulmán
después de las Cruzadas, Cadios cayó en combate y murió, o despertó del sueño
que es esta realidad, como muchos Ravnos creen que acabarán.
Mientras tanto en su
dominio, Elune´ara, su amada construía en secreto la taberna que Cadios tanto
deseaba, y lo hacía utilizando su magia y sus recursos con la ayuda secreta de
los amigos de Cadios. El Ravnos no había
podido ver su sueño cumplido pero al
fin la taberna estaba lista para inaugurarse, solo faltaba que Cadios se
quitara la venda de los ojos y viera su gran ilusión hecha realidad.
Morena, Invierno |
Esto no pudo ser y Elune´ara
recibió la nefasta noticia por parte de Charlatán y Dormilón, que con lagrimas
en los ojos abrazaron a su compañera hada. Cuando esta dejó de llorar, invitó a
toda la Kumpañia, a los amigos humanos de Cadios, a Jesper, el Malkavian, a
Varsik su Sire y a Yasmina su hermana vampírica. Con todos ellos celebraron la
inauguración de la Taberna llamada “El Sueño de Cadios”. Se cantó en su honor,
se bebió a su salud y todo el mundo se divirtió con las batallitas que Jesper
contó sobre Cadios aquellas noches.
Rubia, Verano |
Pasaron siete días y
siete noches, la mayor celebración que se recuerda en Jerusalén tras la cual
los restos de Cadios fueron incinerados junto con la Taberna, que ardió con la
llama de la ilusión, que seguramente se vio en el otro mundo, donde Cadios vive
ahora.
Al día siguiente toda
la Kumpañia arropó a Elune´ara y sus familiares, y respetó su luto
acompañándolos hasta Arcadia, fue la última noche que se vieron zíngaros al
otro lado de la muralla de Jerusalén. En las semanas que allí acamparon no
tuvieron problemas con nadie y respetaron al pueblo de Jerusalén al igual que
ellos fueron respetados, no sin suspicacias, como era habitual.
Tres vampiros sobre
las murallas de Jerusalén, observan la marcha de los zíngaros. El entristecido Varsik,
Sire de Cadios, Yasmina, su hermana, aún llorosa y Jesper, su compañero
Malkavian, orgulloso del Ravnos por su espectacular despedida, a la altura de
su amistad.
Elune´ara, Luz de Luna, Princesa Hada |