Alberto de Navarra Brujah y Sire de Edward Arista

Vida humana
Alberto, se crio en el Reino Navarra al norte de Castilla, los monjes del Monasterio de Santa María la Real de Irache se encargaron de darle una educación por ser hijo de un noble anónimo de algún país del centro de Europa.
Monasterio de Irache, Navarra

Allí los monjes además de instruir su mente fue entrenado en armas para servir y proteger el Monasterio de bandidos y mala gente. Su Maestro fue un viejo fraile ciego que había guerreado antes de dedicar su vida a Dios.

De él aprendió conceptos tan importantes como la justicia, el honor, la conciencia y el valor de la diplomacia y la mediación. Al tiempo que se forjaba como guerrero y protegía a sus hermanos con una pequeña guarnición de soldados instruidos por él.

Se encargaban de proteger los intereses de los frailes en la región y apoyaban al reino de Navarra en momentos que se les requería. Cuando fue llamado a la primera Cruzada y acudió pensando que su espada iba a portar algo positivo, se dio cuenta que era todo un sangriento juego de poderes en el que solo perdían los desfavorecidos.
Casa de Luxemburgo

En ese mismo momento y al haber muerto de viejo su Mentor con la pena de no haber podido despedirse y ante su tumba juro no poner su espada al servicio de nadie que no se lo mereciera, jamás.

Aquella noche descubrió los papeles de sus orígenes que su Maestro había guardado para dárselos
 llegado el momento y el momento había llegado a su muerte. Había descubierto los orígenes de su verdadera familia en los pergaminos que le dejó su viejo Maestro.

Dejó su anterior vida y partió en busca de su verdadera familia con la idea de encontrar respuestas y quizás una nueva vida. Descubrió que su familia era originaria de Luxemburgo, en los países bajos del Centro de Europa. Investigando descubrió que su padre había muerto en batalla, quiso saber más y descubrió que había sido asesinado y encubierto por sus propios consejeros y nobles menores de su propia familia.

Conoció primero a su hermana Alejandra en el Convento de las Hermanas de Bravante. Alberto ayudó a Alejandra a escapar del infierno que estaba viviendo entre esas putas del clero y juntos fueron en busca de su hermano Cristian, el primogénito para desvelarle la verdad.

Alexandra de Len
Esta vedad lo volvió loco a Cristian y solo gracias a la cordura de su recién conocido hermano bastardo y a la frialdad de su hermana monja. Cristian y Alexandra consiguieron tramar un plan para vengarse de los que habían matado a su padre.

Reunieron a todos los nobles involucrados y tras invitarlos a todos a una gran fiesta que duró días, ejecutaron su venganza tramada paso por paso por Alejandra que había tenido tiempo de pensarla en su celda del convento. A los más agraciados los envenenaron, a otros los apuñalaron y a los más importantes los quemaron vivos.

Alberto no aprobaba las formas de solucionar sus problemas de sus hermanos, pero no podía meterse en su venganza personal, eran su nueva familia y no quería perderla, así que les apoyo como hermano que era.
No se sentía orgulloso de esta decisión, pero no encontró mejor salida en ese momento. Tras esta masacre atribuida a guerras intestinas del reino, Alejandra desapareció una
Cristian de Luxemburgo
 noche después de la venganza. Alberto fue tras su búsqueda prometiendo a Cristian que traería a su hermana sana y salva. Tomo dirección reinos del sudoeste.


El Abrazo
El joven Alberto de Navarrallegó hasta Toledo, y mientras investigaba el paradero de su hermana participó en la defensa de un carruaje de un grupo de bandidos donde portaban una valiosa carga, Su Futura Sire dormida, Lucia.

Cuando se hizo de noche la vampira quiso agradecer al extraño que le salvara la vida ya que un Lasombra rival había querido matarla, el mismo Lasombra que había raptado a su hermana, pero esto él lo supo más tarde.

Lucia, La Brujah se quedó prendada del humano y en una noche pasional le dio el abrazo sin preguntar. Alberto se sintió violado por su Sire y le había arrebatado su humanidad sin consentimiento, esto nunca fue capaz de perdonárselo y cuando hubo aprendido lo suficiente y pudo escaparse de su lado lo hizo sin hacer ruido.
Lucia enamorada aun, se había dado cuenta que su sangre rebelde potenció la autonomía de su nuevo chiquillo y entendió su partida, pero cuando descubrió que su destino seria manipulado por Ventrues y sus intereses políticos, sin importarle que uno de ellos fuera su hermano verdadero, no se lo perdonó nunca y juró vengarse del Matusalén que le tenía condicionado, ya que según su teoría él no estaba con ella porque este Ventrue que lo manejaba no se lo permitía y lo había engañado con argucias y engaños.

Alberto de Navarra, Brujah


Encontrando el Amor
Sus pasos lo llevaron a los bosques de Austria donde se unió a un grupo de comerciantes que viajaban pacíficamente a Vienna desde Paris. En aquellos oscuros bosques, un grupo de gárgolas perseguían para dar caza a dos vampiras.

Asalah, Gangrel
Las mujeres se defendían con uñas y dientes y la violencia de las gárgolas lo atropellaron matando a toda la comitiva de comerciantes humanos por el simple hecho de pasar por allí y ser testigos fortuitos de la cacería. Todos esos humanos masacrados solo por pasar por allí. Esta tropelía no podía quedar sin perdón y ayudo a las damas en apuros en su batalla personal que huían de esas bestias aladas asesinas.

Entre los 3 espalda con espalda, mataron a toda la manada de Gárgolas enviadas y huyeron de aquellas tierras lo más rápido posible. Las damas eran Asalah (Pureza en Musulmán), una Gangrel musulmana con aspecto de mendiga cristiana y Daniela Von Bayern (Baviera en alemán) una enfermera teutona con frio semblante que no le inspiró mucha confianza. Al haberles salvado la vida le debían una explicación y les contaron su historia. Ambas huían de una capilla Tremere donde pretendían matar a la teutona, del clan Salubri y convertir en gárgola a la Gangrel musulmana.


Los Tremere apresaron a la Gangrel y ya en las mazmorras de su capilla la estaca que atravesaba el corazón de la vampira no había hecho efecto, siempre había tenido el corazón desplazado sin saberlo, era la primera vez que la empalaban.Aprovechó para escapar cuando la dejaron sola en un calabozo de la Capilla. Le ayudó una habilidad sobrenatural por la cual todo lo mágico le afectaba de menor manera. Y en su huida vio como torturaban y se ensañaban con una Salubri a la que tenían pensado diabolizarla pasada una noche. Asalah liberó a Daniela e incendiaron la capilla huyendo de un grupo de gárgolas mientras en regente ardía en llamas tras ellas.
Daniela, Salubri


Más tarde descubrieron que el Regente sobrevivió y fue castigado y degradado de Regente a Tremere de a pie por dejar escapar una futura gárgola, a una Salubri y dejar que ambas redujeran a cenizas su capilla y se encargaran de aniquilar a su manada de gárgolas en su huida. Este Tremere se llama Sebastián von Vienna. Alberto se enamoró perdidamente de Asalah y juntos los tres se protegieron de los peligros de la noche.

Entre Daniela y Alberto hay una rivalidad secreta por ganarse el corazón de Asalah, Daniela cree que Alberto corromperá su pureza, igual que la mayoría de los hombres si ella sucumbe a su amor. Además los Brujah no le inspiran confianza desde que persiguieron a su sire para matarlo y la vendieron a los Tremere.


El Reencuentro
Con el comienzo de la segunda cruzada Cristian y Alejandra fueron enviados a Jerusalén por Magnus, por el camino debían reclutar a 3 vampiros más para la causa, los 3 viajaban juntos y uno de ellos era su hermano bastardo Alberto de Navarra, ahora Brujah.

En Venecia se reencontraron los 3 hermanos y reclutaron a lasdos vampiras que viajaban con Alberto, Asalah y Daniela Von Bayern. Los 6 se embarcaron en la cruzada personal de salvar Jerusalén y decidieron pertenecer a la Ordo Hierusalem partiendo con la cruzada hacia la ciudad Santa.


La búsqueda
Magnus pidió a cada uno de los Integrantes de la Ordo buscara en solitario a un candidato a chiquillo que fuera el elegido para continuar su obra y ser sus hijos para proteger Jerusalén. Tenían unos años para encontrar al digno sucesor.

Alberto comenzó la búsqueda en Venecia, lugar interesante para encontrar a gente interesante. Debía buscar al hombre adecuado guiado por historias de hombres fuera de lo común. Allí embarcó en un barco de comercio que fue asaltado por un barco pirata en el estrecho de Gibraltar,en este asalto fue testigo de cómo un pirata humano esquivó su muerte enfrentándose a un Demonio salido del infierno y huyendo después.

Esto hizo que se fijara en él e investigara el origen de este peculiar humano. Al descubrir que era de origen bastardo como él, y en éste regia cierto sentido común como en su misma persona, le hizo sentir empatía con el pirata y al igual que él había dejado su vida pasada para buscar un destino más noble.

Edward, el futuro chiquillo

Desde ese momento no le quitó ojo para ver si él era el elegido. Lo llamaban el Navegante y era conocido en todo el mar mediterráneo por su bravura y valentía. Tenía cierta influencia entre marinos y piratas, los capitanes confiaban en su consejo.

Y seguramente se hubiera quedado en el Monasterio y hubiera muerto de viejo si no hubiera intervenido. Esta fue la primera vez que le salve la vida.
Alberto Presencio al Padre Superior y consiguió que lo expulsara del Monasterio diciéndole que ese no era su lugar.

Después Alberto siguió al candidato lo llevo hasta su familia en Navarra, en mismo reino donde Alberto había sido criado. Lo que su candidato no sabía antes de llegar a su Padre era que Alberto  había tenido una charla con su Padre en la cual lo presencioy convenció para que lo perdonara y así fue. Si no seguramente lo hubiera matado allí mismo como tenía previsto hacer según traspasase esa puerta, no se merecía ese fin, merecía redención.

Esta fue la segunda vez que Alberto le salvo la vida.
“Padre…. Nunca me he sentido tan en casa como en la batalla” dijo el candidato a su padre.

SuPadre le dijo que era el momento de partir junto a sus hermanos a Jerusalén… y te prometió que en Jerusalén encontraría la redención que tanto ansiaba…
Alberto había sido quien le convenció de ello,y también seria quién le otorgará la Redención.

Alberto descubrió atónito que sus hermanos eran los elegidos por dos de sus compañeros de la Ordo, de entre todos los humanos del mundo ellos habían sido los elegidos, y pensó que al igual que el había amasado el destino de su futuro chiquillo como arcilla en sus manos no habrían hecho lo mismo con ellos para que eligiéramos a estos chiquillos y no otros…y entonces intuyo los movimientos de ajedrez de Magnus, El Auctor, el Fundador de la Ordo Hierusalem. Su Líder y Señor indiscutible. Alguien a quien respetaba profundamente por abrazar una causa tan noble como Proteger Jerusalén a la que con gusto se había embarcado, este era su destino.

Escudo de la 
Hordo Hierusalem


Su situación Actual en Jerusalén
Alberto de Navarra, La Conscientia, (La Conciencia en latín), guerrero de la Orden en Jerusalén, en ocasiones aconseja a Cristian y es su equilibrio cuando su firmeza es excesiva. Las bandas callejeras y populacho de a pie son su área de influencia.



Los Sires



Cristian Augusto de Luxemburgo, Ventrue
Líder de la Orden en Jerusalén, toma las decisiones y lidera la Orden. La nobleza Cristiana es su área de influencia.

Cristian Augusto de Luxemburgo


Casa de Luxemburgo


Alexandra de Len, Lasombra
Segunda al mando en la Orden en Jerusalén, ejecutora de campo y mujer de acción. La Iglesia Católica y sus Órdenes Eclesiásticas son su área de influencia.


Alexandra de Len, Lasombra 


Alberto de Navarra, Brujah
Guerrero de la Orden en Jerusalén, en ocasiones aconseja a Cristian y es su equilibrio cuando su firmeza es excesiva. Las bandas callejeras y populacho de a pie son su área de influencia.


Alberto de Navarra, Brujah 


Asalah, Gangrel
La defensora de la humanidad de la orden. No tiene ningún tipo de influencia y sus actos siempre van en pro del equilibrio de la bestia ante la humanidad.

Asalah, Gangrel 


Daniela Von Bayern, Salubri
Espiritual ocultista y sabia de la orden. Su conocimiento y percepción sobrenatural es un valor que hace que la orden obtenga información en la biblioteca andante que es Daniela.

Daniela Von Bayern, Salubri



La Ordo Hierusalem, Extibus

Escudo de la Ordo Hierusalem



Su Origen
Originariamente no se sabe exactamente a cuando se remonta su fundación, ni tampoco quienes fueron sus miembros originales si es que fueron varios. 

Se dice que pudo ser a raíz de la conquista de Jerusalén en la primera cruzada, cuando corrió la sangre por sus calles por enésima vez y su pueblo fue masacrado y aplastado por el invasor extranjero.


¿Por qué? 
La Orden secreta Ordo Hierusalem (La Orden de Jerusalén en latín), también llamada Extibus, (Encrucijada) la no-vida es una encrucijada donde se cruzan varios caminos y hay que elegir el correcto.

La razón por la que se fundó fue para proteger Jerusalén de todo mal. Como toda alianza de vampiros seria percibida como un peligro o una amenaza, y por defecto en esta sociedad se tiende a dudar de la nobleza de sus intenciones, esa es la razón por la que es secreta y sus miembros discretos en sus acciones.


El Fundador, Magnus el Auctor
Magnus, el Auctor (fundador) es el que dirige actualmente la orden desde Colonia. Es el que mueve los hilos de todo desde su refugio con sus influencias, posición y contactos.

Cada uno de los Sires fue elegido por Magnus para formar parte de la Orden y no saben hasta qué punto sus destinos fueron orientados para unirse. Es el que ha determinado que la Orden se duplique con una nueva generación: Tertium (los terceros), sus Sires fueron Seconds (los segundos)


La estructura, Quod (El Ser)
Cristian Augusto de Luxemburgo, El Caput, (La Cabeza)

Alexandra de Len, Dexteratua (La mano derecha)

Alblerto de Navarra, La Conscientia, (La Conciencia)

Asalah, El Cor, (El Corazón)

Daniela, La Ánima (El Alma)



CAPITULO 2: El abrazo

El Abrazo


Los futuros Sires de los personajes ya llevan años observándolos, como depredadores con su presa. Algunos de ellos conocen a sus futuros chiquillos, otros han orientado su vida sin que ellos lo sepan. Han llegado a salvar la vida de sus retoños sin dar la cara y al fin ha llegado la hora de la verdad. Ha llegado la hora de morir.

Todos los personajes son tentados a salir de Jerusalén por separado y hacia diferentes destinos.


El anzuelo
Iñigo Arista es invitado a una cita secreta para ganar poder en Tierra Santa, pero tiene que ir solo, tampoco puede venir su hermano. La carta que recibe está sellada por la orden de los Caballeros Teutones y le piden que viaje a Tesalónica, en Grecia.

Ales Arista un par de semanas después de la partida de su hermano Iñigo, y ya habiendo recibido respuesta de su hermano de que todo va perfectamente como cabía esperar, recibe una carta de alguien cercano al Rey Ricardo I, es un noble de la mayor confianza con el Rey y quiere quedar con Ales Arista a solas y en secreto, no puede venir su hermano. En la carta anuncia que es de vital importancia para mantener la frágil tregua actual. Esta sellado por la Orden Templaría. Se encontrarán en Antioquia, ciudad Cristiana al norte del Reino de Ultramar, aun en manos de cristianos.

Poco después de la partida de Ales hacia Antioquia, Edward recibe una carta que pone:

“Tú ansiada redención se encuentra aquí, ven tu solo si quieres obtenerla” y la carta señala la joya de Bizancio, Constantinopla.

Unos días después de la partida de Edward, Albert recibe una nota donde pone:

“Vizconde, tu secreto está a salvo comino, tengo las respuestas que siempre has buscado, ven a solas y las tendrás”. El lugar elegido es Tiro. Antaño la más importante ciudad Fenicia, ahora en manos Cristianas, ciudad al norte de Acre en el Reino Cristiano de Ultramar.



Este de Europa


Banquete dispuesto
Asalah, Gangrel: Yrian el futuro chiquillo se siente observado por las calles de Jerusalén y Asalah la futura Sire merodea alrededor de él. Yrian se percata de la situación y la sigue fuera de la ciudad a lo alto del Monte de los Olivos, donde Jesús ascendió al cielo y el lugar donde Dios comenzará a redimir a los muertos al final de los tiempos.

Ashalh torna sus ojos en un rojo sobrenatural y comienza a pelear con Yrian, la caza se invierte y el joven ratero debe huir por su vida. La Gangrel se abalanza sobre el muchacho y lo reduce en una pelea desequilibrada. Yrian piensa que conoce a la mujer de su pasado y no puede creer lo que está sucediendo.

Los colmillos de la mujer se hacen más y más grandes e Yrian muere de un mordisco bestial en el cuello que lo desgarra y desangra. Ella lo besa y lo abraza, se muerde su propia lengua y con sangre en la boca besa al ya muerto cadáver de Yrian dejando que sus sangres se mezclen juntas una unión impía.

Alexandra, Lasombra: Iñigo viaja a Tesalónica, frontera de Grecia y Macedonia. Llega a un viejo foro griego y un siniestro criado le conduce a los niveles inferiores del foro. En una oscura estancia, de las sombras emerge Alexandra con sus colmillos largos y puntiagudos y le dice a Iñigo: “Hola, Soy la Muerte” acto seguido se abalanza sobre el chiquillo como un depredador y le muerde en el cuello inmovilizándolo. Bebe toda su sangre en un éxtasis continuo sobre todo para el aun humano Iñigo. Cuando este ha exhalado su último aliento Alexandra se muerde su lengua y besa a su chiquillo mezclando sus sangres en un torrente de poder y resucitando a las Tinieblas al neonato Lasombra.

Cristian, Ventrue: Ales viaja a Antioquia y ya en el lugar acordado, un pequeño y aislado puerto una barca le espera, Ales es escoltado por dos soldados con escudos de la Casa de Luxemburgo. Los hombres de armas le llevan a un pudiente barco alejado de la orilla y en el camarote del capitán, Cristian le espera sentado en un bello y ornamentado trono de madera. Cristian mira muy serio a Ales, se acerca a él, sonríe y le susurra al oído: “ha llegado la hora de tu muerte” y desenfunda su espada. En un duelo nocturno ambos luchan a espada sin palabras solo estocadas mortales, la última atraviesa el corazón de Ales y Cristian le mira con sorna mientras lo mata, Ales agoniza y muere impotente e inmóvil. Después de unos segundos Cristian bebe su sangre de su cuello hasta desangrarlo, se corta con la espada una herida la mu­ñeca, dejando que fluya la sangre como un rio de vida dentro de la boca de su nuevo chiquillo.

Alberto, Brujah: Edward ya en Constantinopla la joya de Bizancio, la gigantesca Nueva Roma. Alberto se presenta a Edward y charlan sobre su vida, honestamente y sin violencia el Vampiro lo muerde inmovilizándolo, lo desangra sin dolor y una vez muerto le da su sangre mordiendo su muñeca y lo abraza sin más dilación. Es una muerte rápida y sin dolor.

Daniela, Salubri: Albert ya en Tiro, el lugar acordado, escucha un ruido en la base de una vieja construcción que abre unas escaleras a la oscuridad, abajo se percibe luz. El pasadizo es seco y lleno de telarañas y al final de las escaleras una estancia secreta antigua y acomodada con enseres básicos para vivir, una mesa, un armario, y un camastro. Se oye cómo se cierra arriba el pasadizo. Aparece Daniela a la luz de las velas, a Albert le resulta familiar de la Cruzada, no puede pensar con claridad, está desnuda y se acerca su chiquillo, su belleza es abrumadora y sus cuerpos se entrelazan en un abrazo de muerte, Daniela saca sus colmillos y los clava en el cuello de Albert inmovilizándolo, lo desangra hasta la muerte y unos eternos segundos después se muerde su propia lengua y besa al futuro neonato dándole la inmortalidad y transformándolo en Vampiro.


Renacidos en la Oscuridad
El Abrazo es horripilante en su simplicidad. El acto que condena chiquillo a la inmortalidad y a la condenación no es doloroso en el mismo momento. De hecho, el acto mis­mo es placentero en extremo. Primero, el sire lleva al chiquillo a un suspiro de la muerte.

Una vez que la víctima está flotando sobre el abismo, el Cainita alimenta al chiquillo con algo de sangre, mezclándose juntas una unión impía. La cantidad no es importan­te. Una sola gota de sangre maldita es todo lo que hace falta, y el cambio empieza a manifestarse en el mismo momento en que la sangre se desliza dentro de la boca del chiquillo.

Todos los sonidos se apagan a la vez que muere el cuerpo del chiquillo dando paso a un silencio tan asfixiante que aca­ba por ahogar hasta el son de su propio corazón moribundo. Entonces, cuando su corazón late por esa última y terrible vez, la oscuridad baña por completo al chiquillo y el mundo se hunde literalmente bajo las tinieblas.

Mas el chiquillo no está solo. Emergen sombras que lo rodean...


Las sombras de la muerte
Cada neonato ve las sombras de la muerte a su manera:

Iñigo chiquillo de Alexandra: ve a ángeles arrojándote fuera de la luz del Cielo.

Ales chiquillo de Cristian: ve recuerdos de su vida que se desvanecen.

Edward chiquillo de Alberto: ve sus recuerdos que se desvanecen.

Albert chiquillo de Daniela: ve a los seres amados que les dicen adiós.

Yrian chiquillo de Asalah: ve a demonios arrojándolos fuera de la oscuridad del Infierno.

Cualquiera que sea la imagen, esta acosará al chiquillo duran­te el resto de su no vida; un recordatorio constante de todo lo que ha perdido.

A la vez que la sangre del sire se introduce en cada fibra del chiquillo, se produce un ardor en el fondo de su estómago. Este ardiente dolor hace añicos la neblina producida por el desangramiento y le arranca de la vida. La sen­sación ardiente se vuelve cada vez más fuerte hasta que des­troza cualquier paz a la que el chiquillo se hubiera resignado.

El chiquillo se vuelve consciente de su cuerpo volviéndose rígido y frígido, tan pesado como el mármol y completamente extraño. Lo más aterrador de todo es la sensación de su alma siendo atrapada en su cuerpo moribundo. El proceso corrom­pe el alma, mancillándola y permitiendo a la Bestia arraigar.

Entonces, mientras que el transcurso del Abrazo llega a su espantosa conclusión, el chillido aúlla un grito silencioso, incapaz de inspirar aire en sus pulmones muertos, sus ojos desorbitados por la desesperación.

La débil luz de la noche le asalta, y se vuelve consciente de un hambre incesante, una sed desesperada de sangre, que estará con él para siempre. Con una ferocidad sin mente, el vampiro recién creado se lanza sobre cualquier cosa de la que pueda alimentarse.


El primer bocado
Iñigo chiquillo de Alexandra: Se alienta por primera vez de un grupo de Mendigos musulmanes aterrados.

Ales chiquillo de Cristian: tiene esperando para alimentarse a unas mujeres jóvenes cristianas, esta será su restricción de sangre, ya que la debilidad de los Ventrue es solo poder beber un tipo determinado de sangre, y la de Ales será mujeres jóvenes cristianas.

Edward, chiquillo de Alberto: bebe codiciosamente su sangre robada de la muñeca de su sire hasta que sacia su hambre.

Albert, chiquillo de Daniela: bebe insaciable de la muñeca de su sire hasta que la bestia interna calma su ansia inhumana y el hambre cede.

Yrian, chiquillo de Asalah: Se alimenta de unas decenas de infortunados roedores que su Sire ha cazado para él.

Perdido en su an­sia, el chiquillo se alimenta como un animal hambriento, bajo el control absoluto de su Bestia. El hambre del chiquillo disminuye una vez que se ha atracado de sangre, pero el dolor persiste durante horas mientras su cuerpo atraviesa el proceso de morir y se purga de desechos innecesarios.

Los órganos grandes se marchitan y se convierten en bultos de un negro rojizo, mientras que los más pe­queños se transustancian en sangre. A continuación el chiquillo vomita los otros humores inútiles en dolorosas arcadas de flema y bilis negra y amarilla, dejando un sabor metálico en su boca.

Cuando la niebla roja del hambre cesa y el cuerpo del chi­quillo atraviesa los últimos espasmos de su muerte, el chiquillo emerge como un vampiro: ya no es humano sino un descen­diente de Caín, sentenciado para siempre a la noche.

Las viejas heridas y cicatrices parecen desvanecerse a la vez que la piel del chiquillo se blanquea hasta una palidez antinatural que le da al chiquillo una belleza decididamente severa. Incluso aque­llos que eran vulgares en vida parecen adquirir un recién descubierto atractivo en la muerte. Sin embargo, esta belleza no es puramente física. Los ojos del chiquillo brillan con pasión primaria, tanto depredadora como encantadora, contrastando fuertemente con su piel como mármol. El cabello del chiqui­llo, frágil y delicado, cae como hilos de fina tela de araña, enmarcando su inmortalidad. Sus uñas se endurecen, volvién­dose cristalinas y afiladas, mientras que sus encías retroceden, descubriendo afilados colmillos, tan bellos como aterradores.

El chiquillo también cambia de otras formas menos visibles. Fijando su mirada en la noche, se hace consciente de cómo las sombras rielan y parecen burbujear, cada una un abismo sin fondo donde acechan otros horrores. El viento su­surra y se burla del chiquillo como el gemido de las banshees lamentando su cambio.

El chiquillo puede ver la muerte por todas partes. Los mortales aparecen no sólidos y sustancia­les, sino trémulos en sus frágiles vidas, cortas y amargas. Las flores y plantas aparecen descoloridas en la noche, sus flori­dos colores reducidos a sombras de grises y pardos. Empero, el chiquillo recuerda.

Recuerda el gozo del sol y la alegría de la familia y los amigos. A la vez que acuden estos recuerdos, el peso de su maldición cae sobre él. En una dicotomía cruel, al chiquillo se le recuerda constantemente lo que ha perdido aunque ahora está muerto: un cadáver reanimado. La Maldi­ción de Caín abre sus ojos a la auténtica belleza del mundo pero también le destierra de él.


El Abrazo de los Sires
Los Cainitas portan la maldición de Caín como una terri­ble marca que los sentencia a una inmortalidad acosados por la Bestia, pero quizá la crueldad de su existencia no sea el ansia de sangre, sino la capacidad de condenar a otros a la noche.

El acto de crear un vampiro es llamado el Abrazo, y es el signo definitivo de la ciega soberbia de los Cainitas. Como criaturas solitarias, a las que se les ha negado la compañía de los mortales y han sido arrojadas a las tinieblas, todos los vampiros acaban por anhelar compañía.

Con el tiempo, esta ansia les intoxica y les llena con una pasión que sólo el Abrazo puede saciar.


La razón del Abrazo
Además de la orden de buscar un chiquillo que todos recibieron de su Auctor Magnus cada Sire tiene la razón de por qué quiere ser Sire, ya que podían haberse opuesto y haber seguido su camino lejos de esta situación, la primera encrucijada, Extibus


¿Por qué decidió cada Sire ser Sire?
Alexandra, Lasombra: La razón para el Abrazo es el orgullo. “Eres abrazado para tener poder sobre ti y sentirme mejor, serás el primero de vastas progenies de subordinados con un único fin, mi protección. Acéptalo cuanto antes y será mejor para ambos.”

Cristian, Ventrue: La razón para el Abrazo es el poder. “Te abrazo para tener más poder, tu poder serás mío y mi red de influencia crecerá contigo. Debes sustentar y defender mi poder que a su vez será el tuyo, así debe ser. Te conviene saber cuál es tu lugar.”

Alberto, Brujah: La razón para el Abrazo es la compasión. “Yo te daré la oportunidad de redimirte que tanto ansias, eres mi reflejo y sentí lastima de ti, por esa razón te salvé la vida en dos ocasiones. Eres un protegido digno de heredar mi sangre que de este modo te conviertes en mi chiquillo“

Daniela, Salubri: La razón para el Abrazo es la belleza de tu ser. “Serás mi protegido y eres digno de heredar mi sangre de este modo te conviertes en mi chiquillo.”

Asalah, Gangrel: La razón para el Abrazo es el amor. “Anhelo tener un compañero en estas noches”

El acto de Abrazar es semejante al cortejo. Llamaste mi atención y me sentí atraído por tu vitali­dad y energía.

“Yo como tu Sire te he acechado como mi futuro chiqui­llo.”

 “Poniéndote a prueba a distancia para que demuestres tú valía.”


La Búsqueda
Magnus pidió a cada uno de los Integrantes de la Ordo Hierusalem que buscara en solitario a un candidato a chiquillo que fuera el elegido para continuar su obra y ser sus hijos para proteger Jerusalén. Tenían unos años para encontrar al digno sucesor.


La búsqueda de Alberto, el Brujah
Alberto comenzó la búsqueda de su neonato en Venecia, lugar interesante para encontrar a gente interesante. Debía buscar al hombre adecuado guiado por historias de hombres fuera de lo común. Allí embarcó en un navío de comercio que fue asaltado por un barco pirata en el estrecho de Gibraltar, en este asalto fue testigo de cómo un pirata humano esquivó su muerte enfrentándose a un Demonio salido del infierno y huyendo después.

Esto hizo que se fijara en él e investigara el origen de este peculiar humano.

Al descubrir que era de origen bastardo como él, y que se regía por cierto sentido de la justicia como en su misma persona, le hizo sentir empatía con el pirata humano y al igual que él había dejado su vida pasada para buscar un destino más noble. Tenían mucho en común.

Desde ese momento no le quitó ojo para ver si Edward era el elegido. Lo llamaban el Navegante y era conocido en todo el mar mediterráneo por su bravura y valentía. Tenía cierta influencia entre marinos y piratas, los capitanes confiaban en su consejo.

Y seguramente se hubiera quedado en el Monasterio y hubiera muerto de viejo si Alberto no hubiera intervenido.

Esta fue la primera vez que Alberto le salvó la vida a Edward.

Alberto Presencio al Padre Superior del Monasterio y consiguió que lo expulsara de este diciéndole que ese no era su lugar.

Después Alberto siguió Edward y lo llevo hasta su familia en Navarra, en mismo reino donde Alberto había sido criado de niño.

Lo que su candidato no sabía antes de llegar a su Padre era que Alberto había tenido una charla con este en la cual lo presencio con sus Disciplinas de encanto y convenció para que perdonara a su hijo Edward que regresaba a casa. Y así fue, si Alberto no hubiera intervenido seguramente el padre de Edward lo hubiera matado allí mismo como tenía previsto hacer según traspasase esa puerta, no se merecía ese fin, merecía redención y el destino tenía un papel más importante para el Navegante que la muerte.

Esta fue la segunda vez que Alberto le salvo la vida a Edward.

“Padre…. Nunca me he sentido tan en casa como en la batalla” dijo el candidato a su padre.

Su Padre le dijo que era el momento de partir junto a sus hermanos a Jerusalén… y le prometió que en Jerusalén encontraría la redención que tanto ansiaba…

Alberto había sido quien le convenció de ello, y también seria quién le otorgará la Redención.

Alberto descubrió atónito que sus hermanos eran los elegidos por dos de sus compañeros de la Ordo, el Ventrue y la Lasombra. De entre todos los humanos del mundo estos 3 hermanos habían sido los elegidos ¿Cuántas posibilidades había? y pensó que al igual que él había amasado el destino de su futuro chiquillo como arcilla en sus manos quizás habrían hecho lo mismo con ellos para que eligieran a estos chiquillos y no otros… y entonces intuyo los movimientos de ajedrez de Magnus, El Auctor, el Fundador de la Ordo Hierusalem, su líder y Señor indiscutible. Alguien a quien respetaba profundamente por abrazar una causa tan noble como proteger Jerusalén a la que con gusto se había embarcado, este era su destino. Algo que sus hermanos de clan Brujah jamás perdonaron ya que Magnus era Ventrue, lo opuesto a lo que ambos clanes representaban. Alberto era infame por esta razón, pero le importaba una mierda.


La búsqueda de Alexandra, la Lasombra y de Cristian, el Ventrue
Alexandra y Cristian fueron juntos y comenzaron a buscar candidatos en Venecia, su hermano Alberto embarcó en un barco comerciante con el peligro que conllevaba dicho viaje, insensato.

Y allí escucharon historias de un par de hermanos Cruzados llamados Ales Ambrox Arista, Vizconde de Roncesvalles en el Reino de Navarra e Iñigo Arista, Maestro de armas y Señor de la guerra del ejército de la familia Arista de Navarra. Ambos hermanos tenían cierta fama por su lucha contra el Turco en Iberia.

Alexandra y Cristian comenzaron amover sus hilos y consiguieron entrevistarse con Ricardo en persona y sugerirle que sería positivo invitar a su lado a ambos hombres navarros. No fue tarea difícil para Ricardo y tras esta reunión solicito la participación de ambos en la tercera cruzada por haberse ganado su respeto y ambas cortes se codeaban ya que la mujer de Ricardo era del Reino de Navarra.

A partir de aquí fueron seguidos de cerca y en secreto por Alexandra y Cristian que ambos estaban interesados en saber si era cierta su reputación, si esto era así, era justo lo que estaban buscando, segundos nombres que brillasen en la sombra, Alexandra fue la que convenció a Cristian que era mejor esto que llamar la atención con nombres propios y famosos que atraerían demasiadas miradas a pesar de su preparación.

En la tercera cruzada ambos hermanos lucharon junto a al Rey Ricardo y fueron decisivos en la toma de Arce. Tras la finalización de la cruzada y la firma del tratado con Saladino, ambos pensaron que volverían a sus tierras tras tantos años de guerrear, pero se dieron cuenta muy pronto de lo equivocados que estaban.

Alexandra y Cristian movieron sus hilos de nuevo y sugirieron a Ricardo de la importancia de dejar hombres capaces y honestos capaces de salvaguardar el tratado firmado a gente de su confianza, para bien o para mal ambos hermanos se habían ganado la reputación necesaria así como la confianza del rey, y tras esta reunión secreta Ricardo les pidió personalmente que se quedasen en Tierra Santa.

Cristian tenía muy claro que siendo la familia Arista descendiente de la primera monarquía de Navarra, Ales Ambrox seria reclamado a Navarra y lo perdería para siempre, así que Cristian y Alexandra partieron raudos a Navarra y movieron hilos en la corte de aquel reino para que la monarquía de su familia fuera sustituida posteriormente por la actual dejándoles fuera del gobierno y sus responsabilidades. Para lograrlo hicieron todo lo necesario, sufriendo sus familiares accidentes sucesivos para dejar paso a la nueva generación incluyendo el asesinato de su Padre el Duque de Roncesvalles que se oponía firmemente a que otro que no fuera su primogénito ocupara el trono.

Allí conocieron también a la pequeña, Inés, hermana de ambos la cual se había convertido ahora en huérfana cuya única familia eran sus hermanos que ahora estaban en Tierra Santa.

Inés siempre había estado protegida por ambos hermanos y Alexandra se ocupó de que ingresara en un monasterio secreto lejos de Navarra y a buen recaudo como quien guarda un preciado tesoro. Ella tenía la llave del corazón de ambos hermanos y Alejandra lo sabía. No le ocurriría nada malo siempre y cuando sus hermanos hiciesen bien su parte del trato. Inés era su as en la manga.


La búsqueda de Daniela, la Salubri
Daniela se separó de sus amigos en Venecia y partió dirección Baviera su tierra natal.

Daniela no sabía nada de este lugar y solo sabía que era de aquí por lo que le dijo su Sire antes de morir y por sus rasgos.

Así que si alguien debía ser abrazado sería sin duda alguien del mismo lugar de origen que ella, lo tenía claro, no sabía por qué. Además este viaje le serviría para conocer su hogar y ver si recuperaba la memoria al ver su lugar de origen.

Conoció Baviera y busco a alguien interesante sin hallarlo, tampoco le gustaba a Daniela llamar mucho la atención.

Aprovechó su estancia en su Baviera natal para ayudar a los heridos en la cruzada y a los insanos mentales que venían de aquel infierno.

La noche en que Federico I tomo la cruz de la Catedral de Mainz, en el 1188 Daniela noto algo que la perturbó, como una gran fuerza que había sido alterada. Quiso saber que había sucedido en el mundo espiritual y acabó enfrente de una casa noble donde pudo ver por la ventana como un padre despedía a su hijo alistado en la Cruzada y le regalaba a su hijo su espada y la reliquia familiar: un hueso de San Adalberto de Magdeburgo guardado en un relicario para colgarlo del cuello.

Tras la bendición del Arzobispo de Sajonia este joven partió a reunirse con los otros 100 mil germanos que partirían a Tierra Santa.

Daniela pudo hablar con San Adalberto de Magdeburgo que le contó que llevaba fallecido casi 1000 años. Era conocido como el Apóstol de los Eslavos, Monje Benedictino que fue el primer arzobispo de Magdeburgo y un exitoso misionero entre los pueblos eslavos del este de Alemania. 

Y su espíritu llevaba dormido mucho tiempo hasta que se había despertado cuando la reliquia cambió de manos. San Adalberto sentía que era capaz de hablar con el portador de su reliquia y esperaba el momento adecuado para hacerlo. El joven por el que Adalberto se había despertado era Albert Guttenberg. Nacido en la región de Baviera, el corazón del Sacro Imperio una madrugada de primavera del año 1169 de nuestro Señor.

Daniela decidió seguir la cruzada junto a Albert, joven que le resultaba vagamente familiar. San Adalberto le fue explicando la historia de Albert Guttemberg:

Su nacimiento estuvo marcado por una lluvia de estrellas que ilumino la noche y que los sacerdotes interpretaron como un signo de buenaventura.

Fue bautizado y se festejó por todo lo alto como cabe esperar del primogénito del Barón.

Crecido en el seno de una familia cristiana y adiestrado tanto en el arte de la guerra como en las sagradas escrituras. Escuchando mientras crecía las historias de su padre sobre la segunda cruzada y como había logrado hacer retroceder a los infieles en tierra santa en nombre de Dios.

Con todo esto soñaba con que llegara el día de poder repetir la hazaña de su padre, y llevar el nombre de su familia y el de Dios a esas lejanas y sagradas tierras.

Daniela observo a Albert para ver por qué era un joven tan especial capaz de despertar a un Santo de su sueño profundo.

Albert tomo parte de las batallas desde el primer momento al formar parte del ejército de Federico y estuvo presente en la mayor parte de las contiendas incluyendo la batalla de Acre, donde se creó la Orden de los Caballeros Teutones y fue uno de los primeros en unirse. Daniela vivió con él estos éxitos, siempre desde las sombras.

La labor de Daniela en la cruzada fue siempre de ayudante enfermera al servicio de los Hospitalarios que se encargaban de los caídos y heridos en batalla. Así que mientras Albert guerreaba ella lo esperaba curando a los heridos ya que no le gustaba el espectáculo sangriento de la guerra.

Daniela ya había entablado conversaciones con Albert, alguna noche que otra en la que ambos habían coincidido en el campamento Teutón en la calma de la noche. La mujer era una enigmática mujer que le resultaba de algún modo familiar, ambos estaban de acuerdo en que la perdida de la nobleza en la guerra es altamente destructiva incluso para los ganadores de las batallas. Daniela le dijo unas palabras que Albert Gutemberg aún recuerda:

“No era la palabra de Dios, era la de hombres de decían hablar en su nombre.”

Y Daniela se encargó de que Albert fuera testigo de la ejecución por orden de Ricardo de 3000 hombres, mujeres y niños en las puertas de la ciudad ante el campamento de Saladino, en este momento Albert perdió la fe en la causa y recodó las conversaciones que había tenido con aquella enigmática enfermera hospitalaria que le resultaba tan familiar.

Recordó las palabras de la enfermera: “No era la palabra de Dios, era la de hombres de decían hablar en su nombre”

Albert decidió irse de aquel infierno y aprovechó una escaramuza para desaparecer, haciéndose pasar por muerto.

Daniela estaba orgullosa de haber hablado con Ricardo para convencerle de que la mejor forma de acabar con todo era firmar la paz y la verdad es que fue muy comprensivo, tenía mucho que perder y podían quedar en tablas sin riesgo de perder la partida.

Así ocurrió y Albert marcho a Jerusalén, donde enterró su armadura y espadas, junto con su vida pasada en un pequeño cementerio ante los ojos llorosos de Daniela. La escena le emocionaba y no sabía cuál era la razón.

Albert se hizo pasar por peregrino, guardando únicamente la reliquia familiar, como recuerdo de su pasado con la idea de no volver a perderse en el futuro.

Y Daniela ya había elegido a su chiquillo.


La búsqueda de Asalha, la Gangrel
Asalha supo desde el primer momento a quien buscar, y al fin tenía tiempo y una razón para encontrarlo, era él o nadie y partió en su búsqueda. El elegido era el niño que la hizo llorar sangre en Aswan.

Debía descubrir si seguía con vida, Viajó de Venecia a Alejandría y después siguió el rio Nilo hasta llegar a las canteras de Aswan.

No encontró rastro alguno del muchacho e indagando llegó a la conclusión que el niño había sido esclavizado y al enfrentarse a un guardia con un canto afilado lo arrojaron y encerraron en un pozo letrina para que muriera. Todo apuntaba a que el muchacho había muerto y Asalha quiso ver sus huesos. Busco en el fondo el pozo y no los encontró pero vio un pequeño y viejo agujero por donde solo podía caber un niño enclenque y desnutrido. La Esperanza se iluminó y cavó con sus garras hasta llegar a un afluente subterráneo que la llevó a las orillas del Nilo.

Sin saber dónde ir pero siguiendo la corriente llegó a un poblado Nubio donde se quedó un tiempo y decidió aprender su idioma y cuando se integró en la tribu como una Diosa de la Noche le hablaron de más Dioses suyos y entre ellos contaban la historia de uno de ellos que tenía la apariencia de Niño blanco al que llamaban “Cocodrilo Blanco”. Una especie de profecía cumplida. Vivió con ellos y aprendió de ellos el arte de la caza y la supervivencia en desiertos. Lo acogieron hasta que un día se fue hacia el Norte siguiendo el rio Nilo.

Asalha regresó hasta en Cairo y paso todos los años que tenía para encontrar a su descendiente buscándolo a él, al Niño de Jerusalén, donde podría estar…

De nuevo la Esperanza la embargó y partió rauda a Jerusalén, la ciudad que les había visto nacer a ambos y allí le encontró, más crecido que cuando lo recordaba pero seguía teniendo la misma mirada picara y viva.

Se pensó mucho si abrazarle y tras noches de consulta con las estrellas decidió hacerlo. Era la oportunidad que tenia de recompensarle por salvarle la vida hace tantos años.

Ella le daría la vida eterna si él la aceptase. Y si no lo hacía, había fracasado y tendrá que enfrentarse a su destino por haberlo hecho, asumía sus responsabilidades con valor.


No hay elección
No obstante, nadie elige con­vertirse en vampiro. Sólo lo insensatos e ingenuos creen que sacrificaron por su propia voluntad su alma inmortal a cambio del Abrazo.

Aquellos mortales que no se quedan embelesados por su futuro sire, que se aferran desesperadamente a sus vidas, no tienen ni une oportunidad contra un vampiro que se ha decidido.

Una vez que un mortal ha llamado la atención de uno de los Condenados, lo mejor que puede esperar la muerte, o peor, el tormento eterno como uno de los que no mueren.

Al final, ya sea debido a amor, desesperación, o lujuria, el vampiro sucumbe y engendra, bautizando a su chiquillo con sangre y arrebatando e más precioso de los dones: la vida.

 “Estoy preservando a ti como mi chiquillo de los estragos del tiempo y el Abrazo garantiza esto para toda la eternidad”


La Transformación
Si hay que creer la sabiduría popular, cualquiera que cai­ga víctima del mordisco de un vampiro está condenado a al­zarse la noche siguiente convertirse en uno de los no muertos. Si ese fuera el caso, toda la vida se habría extinguido hace mucho y sólo quedarían cenizas en el mundo.

El acto requiere un esfuerzo consciente y deliberado. No basta con simple­mente beber la sangre de un mortal, ni matarlo. El Abrazo requiere que el chiquillo esté a las puertas de la muerte, y que entonces se le alimente con una porción de sangre maldita de su sire. Entonces, y sólo entonces el Abrazo está completo.

El Abrazo también requiere permiso. Este es uno de los mandamientos de Caín, impuesto por los Cainitas en puestos de autoridad bajo pena de destrucción. Desde las primeras noches de Caín, el acto de engendrar nueve vampiros ha sido un privilegio que sólo puede otorgar el vampiro más antiguo. Esta ley es estricta en las cortes Cainitas, y aquellos que la rompen son objeto de persecución y Muerte Definiti­va.

El Señor Magnus, el Auctor de la Extibus (Encrucijada) habia permitido crear la tercera generación de la Ordo Hierusalem.


Las Primeras Noches
Las primeras noches de un chiquillo son un tiempo tur­bulento, que pasa principalmente aprendiendo de su sire y comprendiendo en lo que se ha convertido.

Los afortunados (o quizá infortunados) acaban por encontrar un equilibrio y llegan a aceptar a su Bestia. Las primeras noches son también un tiempo de revela­ciones. El retoño llega a comprender todas las ramificaciones de ser uno de los que no viven.

En silenciosa desesperación el chiquillo aprende lo que ha perdido y en lo que se ha conver­tido. La mayoría se ven cara o cara con su propia inhumani­dad y descubren que son incapaces de sentir o experimentar emociones auténticas.

Más de un chiquillo rechaza afrontar su Abrazo, acabando por buscar la luz del sol para acabar con su tormento. Con el tiempo, aquellos que aceptan en lo que se han convertido y aprenden lo que hace falta para sobrevi­vir se convierten en auténticos Cainitas.

Todas las enseñanzas que vienen a continuación cada chiquillo las aprenderá de la forma que su Sire le enseñe.

Alexandra, La Hija de puta rebelde, como Sire es cruel, tratando a su chiquillo sin más compasión que la que tendrían con una bestia de carga. Este chiquillo aprende el odio y el temor, son tiranos como lo fueron sus sires con ellos. Trata al chiquillo a golpes y aprende las lecciones con dolor a veces cerca de la muerte definitiva. Los errores los castiga con brasas ardiendo en los genitales, en la boca o en los ojos.

Cristian, El tirano, como Sire es déspota, tratando a su chiquillo sin más compasión que la que tendrían con una bestia de carga. Este chiquillo aprende el odio y el temor, son tiranos como lo fueron sus sires con ellos. Humilla a su chiquillo como jamás lo han hecho antes dejando claro cuál es el papel de cada uno, lo errores los castiga con latigazos altamente humillantes ante su corte de humanos y ghoules. La letra con sangre entra.

Alberto, El Juez mediador, Como Sire es un guía justo y eficaz, enseñando a su chiquillo como ser su progenie y cómo hacer frente a su maldición y esgrimir los dones de Caín. Su chiquillo, afortunado aprende a confiar en su sire como un progenitor y mentor creando un fuerte lazo entre ellos.

Daniela, La guía protectora, como Sire enseña a su chiquillo como ser su progenie y cómo hacer frente a su maldición y esgrimir los dones de Caín. Su chiquillo, afortunado aprende a confiar en su sire como amante, creando un fuerte lazo entre ellos.

Asalah, El peor de los casos es en el que algunos Sires abandonan por completo a sus chiquillos tras la creación. En este caso Asalah lo hace como tradición y sufriendo mucho pero lo deja a su merced de la noche.

Este destino suele ser una sentencia de muerte para el chiquillo, y pocos duran más que un puñado de noches antes de caer víctimas de su propia ignorancia o de las antorchas de campesinos enfurecidos y Asalah lo sabe.


Huida de la horda mortal
Yrian aprendió a resguardarse de la luz del sol quemándose vivo.

Tomando conciencia por momentos y vagando con la cabeza huida y el cuerpo dolorido y con un ansia insaciable, sin saber cómo acaba desangrando a un campesino en un bazar nocturno.

Huye y es perseguido por una horda de campesinos y comerciantes con antorchas para matar al demonio.

Consigue salvarse huyendo de las afueras de Jerusalén pasando un miedo horrible y preguntándose porque esta maldito.

Se refugia en unas cajas a las afueras de una ciudad portuaria y cuando quiere darse cuenta está embarcado en un navío de mercancías y especias de camino a un lugar desconocido.

Se alimenta de ratas y llega a la ciudad de Alejandría.

Allí vaga por las orillas del Nilo dirección sur, refugiándose enterrándose bajo tierra y en ruinas de templos en las orillas del rio.

La supervivencia del chiquillo hace que su bagaje le enseñe sufriendo meses en agujeros mientras se alimenta de alimañas.


El aprendizaje
Durante este período de aprendizaje, que puede durar des­de unos pocos meses hasta décadas, los chiquillos son conside­rados retoños y no auténticos Cainitas.

Están bajo la protec­ción de sus sires y no tienen posición en la sociedad Cainita.

Estos primeros años son críticos en la formación del chiquillo, moldeándolo para siempre.

Apren­den los entresijos de la sociedad Cainita y sus costumbres mientras experimentan con sus recién descubiertos dones y cómo controlar a la Bestia.

En este caso el aprendizaje de cada personaje duró 5 años enteros, con un ritmo de enseñanza continuo para aprender lo máximo posible en el menor tiempo posible.

Algunas cosas las aprenderá a la fuerza y por ensayo error.


Aprende lo que es el dolor
Alexandra, Lasombra

Alexandra empala a su chiquillo un día nada más despertarse. Estaca y mazo en mano le explica la paralización.

Después antorcha en mano lo quema hasta casi la aniquilación.

Y para terminar lo apaga con agua vendita diciendo:“evita estas cosas, pueden matarte.”


¿Donde transcurre la formación?
Alexandra: En un pueblito a las afueras de Jerusalén llamado Pilar de Absalón.

Cristian: Una pequeña ciudad cerca de Jerusalén llamada Ciudad de David

Alberto: Ruinas en Yemin Moshe, tumba de la familia de Herodes.

Daniela: Cueva en el Monte Sion

Asalah: Ninguno fijo


LECCIÓN 1: La Caza
Incluso el sire más tirano e insensible enseña a su chi­quillo todos los aspectos de la alimentación, pues sin esta lección, un retoño apenas tiene posibilidades de sobrevivir más de unas pocas noches antes de atraer la atención de los mortales.

El chiquillo aprende cómo cazar sin ponerse en peligro, y más importante, cómo ocultar cualquier rastro del Beso (el acto de alimentarse) por medio de lamer la heri­da para cerrarla. Al principio, el chiquillo, todavía joven e inexperto, es muy probable que mate a su presa, llevándolo cada vez más profundamente al abismo de la desesperación.

Esta revelación a menudo llega demasiado tarde, después que el chiquillo haya matado repetidamente en sus torpes intentos de alimentarse. Con el tiempo, el chiquillo aprende cómo controlar a la Bestia, disminuyendo sus frenesíes.

En vez de atracarse con sus víctimas hasta su colapso, el chiquillo toma sólo la sufi­ciente sangre para acallar a la Bestia y deja viva a su presa. Pronto, a la vez que el chiquillo se alimenta con mayor fre­cuencia, se entusiasma con la sensación y la delicada panto­mima entre cazador y cazado.

Sus instintos depredadores se activan, y el chiquillo comienza a acechar en la noche por su cuenta. Todos los Cainitas son territoriales, como el chiquillo aprende temprano. El sire comparte con su chiquillo su refu­gio y sus terrenos de caza al principio, pero el sire se vuelve cada vez más proteccionista con sus territorios en tanto el chiquillo evoluciona.


La humillación de la caza
Cristian, Ventrue

Le lleva de caza y el chiquillo. Tras seleccionar a mujeres cristianas, mata a sus víctimas bajando humanidad y desesperándose. Cristian se ríe de él y le enseña cómo hacerlo tras unas cuantas muertes. Nunca le enseña cual es la sangre que necesita su Sire.


LECCIÓN 2: El Dominio
Durante sus primeras noches, el chiquillo también apren­de la importancia del dominio: de asegurar un refugio seguro para ocultarse de la luz del sol y de los humanos entrometidos.

Un chiquillo atento observa como ningún otro Cainita caza en el dominio de su sire, y aquellos que lo visitan no muestran otra cosa que respeto hacia su sire.

Pronto, se hace evidente para el chiquillo que el dominio, y refugio, de un Cainita se extiende más allá de sus exclusivos terrenos de caza, y el reto­ño es consciente de la naturaleza semi-feudal de la sociedad Cainita y de las costumbres que gobiernan el dominio.


Buscando refugio
Alberto, Brujah

Alberto y su chiquillo deambulan por las calles de la Ciudad de David poco antes del amanecer. El Sire le pide a su chiquillo que busque refugio el solo por primera vez, o morirán ambos. No lo consigue y mientras el Sire se escabulle por un agujero a una catacumba el chiquillo se asa al sol.

El Sire quemándose lo rescata y al estar al borde de la muerte definitiva. A la mañana siguiente calcinados le explica:

“El refugio siempre debe estar entre tus prioridades vitales y más si se acerca el amanecer y no estás en un lugar conocido. Espero que no olvides esta lección chiquillo mío “y sonríe.


LECCIÓN 3: La Maldición del Corazón Muerto
Ya no son humanos en cualquier acepción de la palabra; una comprensión que pocos vampiros están dispuestos a admitir y que cambia profundamente sus psiques. Muchos neonatos no consiguen ver la diferencia entre sus vidas mortales y su existencia como Cainita.

Al final, todos los vampiros se dan cuenta de que están muertos, congelados en ese terrible momento en el que el descanso eterno les fue negado y re­emplazado por el tormento y el hambre.


LECCIÓN 4: Sin Morir, más Sin Vivir
Los Cainitas son parásitos, no seres etéreos e inmortales. Un vampiro no es más que un cadáver animado que se mantiene vivo y pensando, no por la fuerza de voluntad ni por un retorcido sentido del yo, sino por la sangre antinatural y maldita que fluye por su cuerpo muerto.

Sólo la incesante hambre y rabia de la Bestia puede em­pujar a un Cainita a nuevas experiencias, manchándolo con su naturaleza tenebrosa. Los vampiros son como estatuas de mármol, testigos del paso interminable del tiempo, pero para siempre fuera de él.


LECCIÓN 5: La Bestia
Los impulsos y ansias destructivas que son los efectos más básicos del vampirismo, incluyendo el ansia de sangre. Muchos Cainitas piensan en la Bestia como una espe­cie de diablo sin control dentro de ellos, contra el que luchan tratando de reprimirlo o controlarlo.

Es una fuerza que los posee, condena sus almas y los destierra para siempre de la luz. No se puede huir de ella o de su esta­do como criaturas desamparadas. El Abrazo destruye la única certeza que tiene la gente del Medievo Oscuro: la promesa de la salvación.

Sin salvación no puede haber esperanza, y sin esperanza, los Cainitas se hallan solos en un mundo de tinie­blas. La sangre de Caín y la Bestia intensifi­can todos los impulsos y pensamientos perversos que tienen los mortales.


LECCIÓN 6: Los caminos hacia la salvación
Sin embargo, los vampiros no se hallan sin esperanza. A los Cainitas puede habérseles negado el Cielo y el Infierno, pero en alguna parte a lo largo de la línea entre la condenación y la redención se hallan los caminos: las creencias místicas desarrolladas por los sabios Cainitas.

Estos caminos (viae en Latín) ayudan a los Cainitas a sobrellevar su existencia como vampiros y ofrecen algún control sobre la Bestia. Muchos Cai­nitas se refieren a los caminos como las Religiones de Caín, pero no todos los caminos se asemejan a credos mortales.

En cambio, los caminos son más parecidos a filosofías, y su orga­nización es similar a la de cultos en vez de auténticas iglesias. Todos los caminos enseñan a los Cainitas cómo refre­nar a la Bestia por medio de principios espirituales y éticos.

Al igual que los mortales que acuden a la Iglesia en busca de respuestas y consuelo, los Cainitas siguen los caminos para obtener una medida de paz. El principio fundamental de los caminos es la aceptación de la naturaleza condenada del vampiro.

Los caminos no intentan negar en lo que se ha convertido el vampiro o pretender que es alguna otra cosa que lo es. En vez de eso, fomentan una creencia y un marco metafísico que permite a los Cainitas comprender y al final aceptar su maldición como vampiros.

Los caminos, como los chiquillos de Caín, son variados y únicos. No hay un camino fundamental que sigan todos los Cainitas. En cambio, los caminos cambian, evolucionan y se adaptan a los tiempos.

Cinco caminos sirven como pilares en la noche atrayendo a gran número de seguidores:

• El Camino del Pecado se concentra en el lado más oscuro de la naturaleza del Cainita y sus seguidores alimentan los im­pulsos malévolos de la Bestia para no ser abrumados por ellos.

• El Camino del Cielo sostiene que, aunque desamparados, los Cainitas son agentes de un poder más alto, con una naturaleza y una misión divinas.

• El Camino de la Humanidad, por otra parte, enseña que aunque están malditos, los vampiros siguen siendo humanos, y que la salvación reside en suprimir los instintos y deseos de la Bestia.
(Enseñado al Brujah y al Salubri)

• El Camino de los Reyes enseña que los vampiros son su­periores a los mortales, y que su destino es gobernar sobre la humanidad.
(Enseñado al Lasombra y al Ventrue)

• El Camino de la Bestia enseña la senda del instinto y abraza la naturaleza depredadora de todos los Cainitas.
(Enseñado al Gangrel)

Los Caminos originales fueron la Humanidad y la Bestia, el resto todos derivan de estos dos.


LECCIÓN 7: Los Dones de Lilith, Disciplinas
De acuerdo con la leyenda, fue Lilith, la primera mujer de Adán, quien despertó a Caín al poder de las Disciplinas: la magia de sangre que todos los Cainitas esgrimen.

Lilith es re­verenciada como la Madre Oscura, que tiene sus propios cul­tos y sectas dedicados a su adoración. Como el culto mortal a la Virgen María, la adoración vampírica de Lilith es variada, y cada congregación se concentra en un aspecto de la Madre Oscura. Es a causa del papel de Lilith como primera maes­tra de Caín que las mujeres Cainitas suelen ser tratadas como iguales en la sociedad vampírica, y ¡ay del necio neonato va­rón que crea lo contrario!

Las Dis­ciplinas otorgan a todos los Cainitas poderes místicos variados.

La sangre alimenta las Disciplinas, tanto como catalizador como medio. Por consiguiente, su uso requiere que los Cainitas acepten, aunque vacilen, su naturaleza como vampiros.

Este es el trato del diablo, y todos salvo los más fuertes de voluntad caen víctimas de él. Por medio de las Disciplinas, los Cainitas acaban satisfaciendo a la Bestia, haciéndola más poderosa.


Desarrollando Valeren por primera vez
Daniela, Salubri

En un hospital a las afueras de Jerusalén van visitando a cada enfermo y determinando que le ocurre y cuanta esencia vital tiene, con Valeren. Primero el Sire y después por primera vez el chiquillo.

Alguno que vaya a sufrir mucho valoran su acto de clemencia y lo ayudan a pasar al otro lado sin dolor. Usan el primer nivel para determinar la fuerza vital de la víctima, si es alta hacen de Sandman, y se alimentan tras usar el segundo nivel.

También usan el segundo nivel para dormir antes de invitar a dejar este mundo a alguien.


LECCIÓN 8: Las Tradiciones de Caín
Gran parte de la autoridad de un príncipe proviene de las Tradiciones de Caín, o más correctamente de las así llamadas Antiguas Costumbres: la tradición en gran medida oral de códigos de conducta vampíricos heredados fundados en las Tradiciones.

Las seis leyes fundamentales de la cultura vampírica que estructuran su sociedad nocturna. Son el Legado, Progenie, Rendición de cuentas, Destrucción y el Silencio de la Sangre. A veces llamadas simplemente las Tradiciones o las Antiguas Costumbres.

La Primera Tradición: El Legado
“Vuestra sangre hace de vosotros mi prole, creados ami imagen y semejanza. Mi maldición la vuestra, mi salvación la vuestra. Presente ante vosotros y sobre vosotros como dios-regente. Yo soy el camino, mis Tradiciones vuestro legado. Renunciad a mí y renunciaréis a toda es­peranza”. Así habló Caín.

La Segunda Tradición: Dominio
“Así como yo soy señor de Nod, así vuestro dominio es vuestra responsabilidad. Vosotros sois su señor, y todos respetarán esto o sufri­rán mi cólera. Todos se presentarán cuando entren en él, y por vuestra parte vosotros los protegeréis. Por derecho, se os permite cazar dentro de los límites de vuestro dominio, su sangre la vuestra propia. Aceptad sus responsabilidades, cuidad de vuestro dominio y mostrad a otros el mismo respeto que vosotros esperáis”. Así habló Caín.

La Tercera Tradición: Progenie
 “Sólo serás sire de otros con el permiso y bendición de tu antiguo. La crea­ción es la providencia de aquellos más próximos a mí, pues ellos rendirán cuen­tas. Incumple esto, y tú y tu progenie seréis exterminados”. Así habló Caín.

La Cuarta Tradición: Rendición de Cuentas
 “Aquellos que vosotros creáis son de vuestra propia sangre hasta que sean liberados de vuestra custodia. Hasta ese momento, su sangre y sus castigos serán vuestros”. Así habló Caín.

La Quinta Tradición: Destrucción
 “Tenéis vedado derramar la sangre de otro de vuestra raza que sea más antiguo. Este derecho pertenece sólo a los más próximos a mí y a ningún otro. Está vedado a aquellos de sangre más débil alzarse contra sus antiguos. Este es mi último legado”. Así habló Caín.

La Sexta Tradición: El Silencio de la Sangre
 “Nunca revelaréis vuestra verdadera naturaleza a los que no sean de la Sangre. Al hacerlo, renunciáis a vuestros derechos sobre mi lega­do”. Así habló Caín.


LECCIÓN 9: Nociones básicas

Nociones básicas transmitidas de Sire a chiquillo:

Los condenados: La noche pertenece a sus Señores los cainitas

Caín: Progenitor de los Vampiros, maldito por Dios, adorado y temido.

La destrucción y el letargo: La Muerte definitiva y el sopor indefenso.

La Inmortalidad: Bendición y maldición. Melancolía de la eternidad. Los seres queridos mueren y el dolor acompaña a los eternos.

El fuego y la luz: Maldecidos por ambos símbolos de la divina Providencia y herencia de los hombres.

El hambre: Ansían sangre, es lo que dirige su impía existencia. El placer definitivo es alimentarse.

La Bestia: Espíritu dentro de cada vampiro que ansía la sangre y es cruel y violento. Empuja a los vampiros a convertirse en monstruos. Solo se puede enjaular, pero no para siempre.

El Frenesí: La bestia se desboca por instinto animal irracional y temido, destruyendo pensamientos y convirtiendo todo en rabia.

Generación: Ascendencia de acuerdo cual lejos se hallen distanciados de Caín.

La sociedad de La Noche: Sociedad cainita cuyos actos impíos forman los pilares del Orden Social.

Los Lazos de Sangre: Hay trece linajes de sangre engendrados por los Antediluvianos. Familias de Sangre divididas en Altos y bajos clanes. Los Altos gobiernan la noche. Y los bajos incomprendidos y despreciados por los altos siguen sus propias intrigas.

Jerarquía de los condenados: La edad da prestigio y posición pero la ambición puede significar poder e influencia mayor que la de un antiguo acomodado.
+ Antediluvianos, Señores (Principe de Principes), Matusalenes, Principes, Antiguos, Ancillaes, Neonatos y Chiquillos recién creados.
+ Marginados y criminales: Los Caitiffs y los Autarcas, anarquistas rebeldes.

El Amaranto: El acto de beber la sangre de otro Cainita hasta el punto de destruirlo y asimilar parte de su esencia. También llamado informalmente diablerie.

El Beso: la alimentación vampírica por medio de beber sangre y el éxtasis que produce en la víctima. A veces usado como sinónimo del Abrazo.

Cuadrilla: Un grupo de vampiros que cooperan, habi­tualmente para ocupar un dominio mayor de lo que cualquie­ra podría conseguir solo, o para realizar alguna tarea.

El juramento de sangre: Un vínculo sobrenatural de fidelidad impuesto a cualquiera que beba la sangre de un mis­mo vampiro en tres ocasiones separadas. La persona atada por el juramento (que puede ser un vampiro o mortal) es llamada el siervo, y el vampiro del que bebió su sangre es el regente.

EL Libro de Nod: Lo más aproximado a una Biblia Cai­nita; una recopilación de textos que supuestamente se re­montan a las noches más tempranas. No existe ningún texto completo, aunque los así llamados Fragmentos de Erciyes se están haciendo influyentes.

La Vitae: Sangre, más a menudo sangre vampírica.


El reencuentro
Asalah, Gangrel

Se reencuentra con su chiquillo muy orgullosa de que siga con vida. Le pide perdón por su dolor, pero es la tradición del clan debía hacerlo así. Solo los más aptos sobreviven, por eso somos el clan más duro de matar.

Una vez aclarado todo de camino a Jerusalén le explica en unos meses toda la teoría que muchos vampiros tardan años en aprender. Muchas experiencias te reafirman tus enseñanzas pero otras muchas te faltan por vivir o no entiendes su explicación.


La reunión de la Ordo Hierusalem
Una vez terminada el periodo de aprendizaje de 5 años, largo para algunos y corto para los más afortunados. Cada Sire lleva a su chiquillo a un lugar secreto donde el grupo de neonatos se verán por primera vez desde que murieron como humanos.

Bajo unas ruinas a unos días de Jerusalén, 10 vampiros se encuentran, 5 de ellos son Sires, 5 Neonatos…