Nuevo Personaje: Basajaun, Gangrel



El Mito del Señor del Bosque
El Basajaun es el Señor del Bosque según la mitologia vasca. Siempre ha habitado en los húmedos bosques del norte.  Su forma humana, con el cuerpo cubierto de pelo y una melena muy larga que les llegaba hasta los pies.
 
Basajaun, Gangrel

Lejos de ser agresivo, era protector de animales pero no quieras enfrentarse a su cólera. Algunos relatos hablan del terrorífico Basajaun de fuerza colosal con los que era mejor no toparse.

Su origen es un misterio pero por algún giro caprichoso del destino, hizo que Basajaun acabará abrazado por una Gangrel y guardando los bosques de Transilvania, como protector del Señor Tzimisce, el Voivoda Koban.

Defendió los bosques del Reino del Voivoda Tzimisce de todos los enemigos que allí moraban. Hasta que Koban lo reclamó para pagar una deuda con otro Voivoda llamado Conde Radu.

No le gusta la compañía, sus únicos amigos son los animales del bosque, pero esta vez un Malkavian llamado Jesper le acompaña a su nuevo destino un bosque de piedra llamado Jerusalén.

Nuevo Personaje: Jesper, Malkavian

Klaus, el hermano malo
Preludio de Jesper (y Klaus)

En algún lugar de Transilvania, un grandioso castillo se alza imponente y dominante sobre toda esta tierra. Mientras, la noche arropa los peores miedos de los lugareños de la zona.

Una tormenta azota el remoto paraje y ruge como un titán enfurecido. Mientras, se escucha una cadena de truenos que resuenan en las catacumbas del castillo. De fondo, una risilla malévola…

En una mazmorra digna del mismísimo infierno, varios hombres “descansan” en diferentes e ingeniosas maquinas de tortura, potros ensangrentados con herramientas oxidadas hechas para causar dolor de inimaginables formas.

El enorme portón de hierro templado, se abre de golpe causando un estruendo horrible mientras entra un extraño tipo gordo y de baja estatura. Tiene la cara extrañamente pintada como la de un macabro bufón, entra de espaldas y habla dirigiéndose hacia el exterior, a través de la puerta abierta:

¡No me digas lo que tengo que hacer, Jesper! El Conde Radu dice que tenemos que marchar hacia Jerusalén –exclama el grotesco bufón.

–...Para ayudar a una de sus queridas chiquillas –dice mientras cambia la voz como si imitara a alguien de forma burlona.

El rostro del payaso se transforma expresando enfado extremo:

–¡PUES MUY BIEN!, ¡LO HARE!. ¡PERO POR QUE MI SEÑOR RADU LO PIDE! YO KLAUS LO DECIDO Y NO POR QUE TÚ, MOGIGATO BUENO PARA NADA, ME LO DIGA grita el bufón muy malhumorado.

Segundos después, parece calmarse y una sonrisa malévola asoma en el rostro del maníaco bufón.

–A veces me pregunto, mi querido hermano dice Klaus porque no te ahogué en tu cuna cuando eras más bajito que yo... ¡ja, ja, ja! ¡habría sido grandioso! ¡ja, ja, ja!  

–Pero en fin hermano, sabes que muy en el fondo, te quiero. Y ahora si no te importa, déjame jugar esta preciosa noche mientras los truenos me hacen los coros. Marchamos hacia una tierra muy lejana y me apetece desfogarme.

–Además el comprensivo Señor Radu me ha dado su beneplácito diciendo esto Klaus cierra la puerta bruscamente dando un portazo en las narices a su hermano Jesper.

El macabro truhán, con una sonrisa que helaría la sangre a cualquier persona cuerda, comienza a ojear detenidamente a cada uno de los presos del calabozo.

–Vaya, vaya, vaya, por fin estamos a solas. ¿Seréis vosotros mis queridos juguetes? Ja, ja, ja. No contestéis por favor, yo ya sé la respuesta, pero antes de nada, dejad que me presente… –dice Klaus mientras hace una reverencia muy poco practicada.

–Tenéis el honor de conocer a ¡KLAUS!, el bufón Malkavian continúa el payaso– miembro de la corte del honorable Conde Radu. Me gustan los  gatitos, ja, ja, ja. Así empecé a practicar el noble arte de la tortura. Ja, ja, ja. Noble, ja, ja, ja… Si debo ser sincero, después de tanta practica, nunca consigo hacer que mis juguetes sobrevivan mucho tiempo... ja, ja, ja.

Klaus se acerca, arrastrando los pies, hacia uno de los pobres hombres que le miran aterrados.

–Dime pequeño, ¿y tú cómo te llamas? no seas tímidodice Klaus, mientras el indefenso cautivo se encuentra inmovilizado en un banco, cuyo mecanismo activa punzantes cuchillos y hojas para perforar y rajar al mismo tiempo.

–¡No me lo digas! lo adivinare, ¿Alejandro?... no, qué tontería, tienes más cara de Alfred. ¿Tampoco?... ¡Otreum!, si, te llamare Otreum. Hola Otreum te voy a matar ¡ja, ja, ja! –dice Klaus mientras saluda al prisionero con la mano.

El bufón mira a otro de los encarcelados que se encuentra atado en el interior de un sarcófago de tortura llamado dama de hierro. El instrumento se encuentra abierto enseñando los clavos punzantes de su interior.

–Huy, discúlpame. Casi se me olvida Klaus corre hacia la doncella de hierro y la cierra con rabia sin ninguna contemplación– Hola mi querida señora. ¡Cuánto tiempo! Ya te echaba de menos. Dime ¿en qué piensas? –dice Klaus dirigiéndose a la doncella de hierro, ahora cerrada.

Un millar de agónicos gritos salen del sarcófago de tortura mientras la sangre chorrea por el suelo, y en poco tiempo, el silencio.

El macabro bufón cae al suelo de rodillas y llora sangre por el difunto presidiario. Minutos después, sonríe y mueve la cabeza como si escuchara un eco del más allá.

–Ajá ajá, ¿en serio? ¿y qué hiciste?... así me gusta. Ja, ja, ja –ríe Klaus.

La dama de hierro “llora” sangre por unos orificios tallados bajo sus ojos. El payaso pasa su dedo por una de sus frías mejillas y recoge una lagrima con mucho cuidado.

–Lo sé querida, pero no llores. Todos los hombres son iguales pero debes consolarte con el recuerdo de que estuvo dentro de  ti...  Ja, ja, ja ríe Klaus mientras llora sangre él también.

Vuelve la cara hacia su “amigo” Otreum, en ella se garabatea una sonrisa sombría.

–¿Te lo puedes creer Otreum? mira que hacer daño a una dama tan férrea como esta… ja, ja, ja –Klaus se acerca hacia el penado y le coloca la mano en el oído mientras acerca su grotesca boca mal pintada, como para contarle algo que solo quiere que él escuche.

–Que esto quede entre tú y yo. Dicen que no hay un hombre le dure más de cinco minutos. Ja, ja, ja. Y lo irónico es que todos la desean y mueren por ella. Ja, ja, ja ¿no resulta paradójico y hermoso al mismo tiempo? –susurra Klaus al oído del asustado cautivo.

–Bueno Otreum... dice Klaus mientras levanta la vista observando el resto de la habitación y comienza a frotarse las manos– Creo que esto va a ser el comienzo de una hermosa amistad. Corta pero amistad al fin y al cabo. Ja, ja, ja. ¿Sabes qué? Te voy a contar mi historia amigo mío. Mientras, si te parece, iré atendiendo al resto de invitados. No quiero ser grosero haciéndoles esperar... ja, ja, ja.

El payaso se acerca a uno de los presos que se encuentra colgado de las muñecas, desnudo y cara a la pared. Parece muerto, al menos su castigado cuerpo está inerte balanceándose levemente.  Klaus coge un látigo con púas y ganchos y comienza azotarle salvajemente mientras el propio vampiro llora sangre dolido por el ahora despierto y atormentado humano.

–Yo no siempre fui así –dice entre latigazo y latigazo sollozando– Puedes creerme Otreum. Yo y mi estúpido querido hermano nacimos en una modesta  compañía de titiriteros. Rodeados de gente increíblemente interesante. Viajando de pueblo en pueblo, de villa en villa, de ciudad en ciudad. Yo no era un niño feliz, a pesar de estar entre los que hacían reír a los demás. No encontraba mi lugar, porque mi verdadera vocación era otra, quería ser bufón y la tristeza de mi alma fue la semilla que me ayudó a conseguirlo.

–Qué tiempos aquellos –sigue Klaus– yo un niño peculiar podría haber sido un titiritero en ese bello mundo de hacer feliz a los demás. –Deja abruptamente de propinar latigazos al ahora inconsciente cautivo.

 –¡Vaya! otro juguete roto –dice triste y lloroso Klaus mientras se carcajea sin sentido alguno.

–¡NO ES JUSTO! –grita coléricamente Klaus mientras arroja el látigo al suelo saltando repetidamente sobre él.

–¿Por dónde iba, Otreum? ¡a si!, la compañía de titiriteros –dice más calmado el bufón mientras sonríe a Otreum.

–Hace unos diez años la compañía con la que viajaba llegó cerca de estas tierras sigue hablando Klaus mientras juguetea con un cuchillo– Me quedé fascinado con este lugar. Tan apartado de todo, rodeado de montañas, el tiempo parecía haberse parado en su interior y la tierra regada con sangre había hecho crecer una red de ciudades con un encanto especial: Los siete dominios de Transilvania. Por alguna razón me sentía atraído por este sitio. Más tarde descubriría que yo, nací en Transilvania...

 –…y bueno. ¡Que puedo decir!, –sigue contando Klaus con los ojos mirando hacia el infinito– esa vida se acabó por culpa de un estúpido Voivoda llamado Veliss que odiaba a los titiriteros. Decía que todos eramos zíngaros sin patria y que no merecíamos el aire que respirábamos. Cierto que me metí directamente con él en mi actuación, poniéndole en ridículo y haciendo chistes sobre su fea cara y su extrema delgadez.

Voivoda Veliss, Tzimisce

–Así que ese desagradecido Voivoda Tzimisce dice Klaus mientras mira de nuevo a Otreum no cogió mis chistes y mandó masacrar a toda la compañía de titiriteros delante de mis ojos. Acabó con todos ante mí, esto hubiera vuelto loco a cualquiera, pero yo, como único superviviente, ni me inmuté. Aunque ahora que lo pienso también se salvo mi estúpido hermano Jesper...

–Si Otreum... –dice Klaus enfadado– estuve donde ahora mismo tu estas. Detenido y esperando mi turno para que el maldito señorito de su tierra me torturara. No voy a mentirte si te digo que no disfruté cuando escuché como infringió martirio a mi hermano Jesper. Si después no me hubiera tocad a mí…

–¡MALDITO BASTARDO! ¡UN AÑO ENTERO SUFRIENDO! grita Klaus y se sienta en el suelo abatido, levanta la aveza y sigue su historia– sabes Otreum la primera vez que vi a mi hermano, deseé no haber nacido. Pero después lo pensé un poco y quise que él no hubiera nacido. Luego lo pensé un poco más y deseé que hubiera nacido, vivido media hora y muerto en una terrible agonía…

–Si Otreum. Sobreviví Klaus prosigue mientras se encamina hacia otro penado encadenado que tiene los pies en un torno de madera Sólo porque no podía soportar que ese rufián acabara con mi hermano Jesper. ¡Si alguien tiene que matarlo seré yo!  Es mi derecho como hermano mayor. La verdad es que quiero un montón a ese tontorrón… –dice mientras gira el mecanismo que infringe dolor y genera gritos y aullidos de la víctima.

Conde Radu,
Príncipe Tzimisce de Bistriz

Una noche apareció mi caballero andante dice Klaus emocionado– El Conde Radu arrojó a mis pies el cuerpo empalado de mi captor, ese que había matado a toda mi familia y me había torturado largamente. Ahora estaba tendido ante mí. Inmóvil mirándome aterrorizado con ojos de  cordero degollado.

–El conde Radu me libero –continua Klaus– Por supuesto me abalancé sobre mi torturador. Lo mordí en el cuello y succioné sangre y alma. Otreum, no te puedes hacer una idea del placer que sentí... ¿te imaginas que te liberas y consigues matarme? ja, ja, ja ¡tú que vas a saber!

–Después de eso, el heroico Conde Radu nos acogió a mi hermano y a mí Klaus se acerca a su nuevo amigo Otreum mirándole inquietamente a los ojos y se convirtió en el padre que nunca tuvimos. Desde entonces lo adoramos, es nuestro querido salvador y le debemos la vida y mucho más.

–…y el resto se puede decir que ya es historia. Viví, crecí… ja, ja, ja… y ahora me voy a Jerusalén –dice Klaus sonriente.

Klaus acciona la silla y las cuchillas empiezan a silbar en zigzag cerca de su sucia y reseca piel.

–Bueno Otreum. Ha sido un placer conocerte Klaus espera a que se desvanezca inconsciente de miedo para apagar el mecanismo. Le encanta aterrorizar a estos pobres diablos.

–Vamos Jesper, ya estoy listo. Cuando quieras Klaus abre la enorme puerta del calabozo hablando hacia el exterior. Mientras escucha a Otreum cómo despierta en el mundo de los espíritus. Al final su corazón no aguantó tantas emociones. Murió de miedo. Klaus se entristece por él y reprime una furtiva lágrima de sangre.

 

Jesper, el hermano bueno
Varios meses más tarde

Un par de carruajes cruzan la Capadocia dirección Jerusalén. Son unas majestuosas y tenebrosas carrozas tirados por unos poderosos corceles negros, que cabalgan a gran velocidad por los caminos polvorientos.

Dentro del carro más adelantado, esta Jesper, pensando en los acontecimientos que le han traído hasta aquí y en cómo va a cumplir la misión que Radu le ha encomendado a él y a su hermano Klaus.

–¿Por qué el Conde Radu habrá enviado también a mi hermano Klaus? –pregunta Jesper a su acompañante de viaje– ¡ese demente depravado siempre me pone en evidencia! ¡me da vergüenza ajena! ¿Por qué no se parece un poco más a mí? Nos hemos criado en el mismo lugar y sufrido las mismas cosas, pero él siempre tiene que ser tan retorcido.

 –¿Tú qué opinas? –pregunta Jesper mientras mira por la ventana del carruaje y observa las estrellas.

–Por lo que sé de tu hermano –responde su compañero de viaje– es un demente en el peor sentido de la palabra y la verdad que me alegro que este en el otro carruaje.

–Pero es mi hermano y le quiero… daría mi vida por Klaus. –Dice Jesper claramente dolido.

–Supongo que la sangre une mucho más de lo que separa. No elegimos a nuestros familiares. Son para siempre. Jesper busca a su acompañante sin verlo y cierra los ojos para imaginárselo.

–Pero es peor que eso –dice Jesper con los ojos cerrados– él fue el culpable de la muerte de nuestra familia, de nuestros amigos, de la compañía... ¡todo por su culpa! Incluso nuestro Sire, el Maestro titiritero del grupo, murió aplastado por la cruenta mano del ese pérfido Voivoda. Solamente sé que nuestro creador nos defendió ante el Tzimisce dando su vida a cambio, admirable.

–Pero es mi hermano. –continua Jesper– Pronto llegaremos a Jerusalén. Tenemos que ayudar al Conde Radu en esas remotas tierras y cuidar de su querida chiquilla Ekaterine.

–Gracias Jesper. Hasta aquí mi viaje. Me toca continuar solo. Ha llegado mi hora. Quiero que sepas que te perdono Jesper. No eres culpable de los pecados de tu hermano Klaus –dice la voz del viajero que escucha Jesper con claridad desde la Umbra, el plano de los muertos.

Jesper abre los ojos y mira de nuevo las estrellas mientras una lágrima de sangre cae rueda furtiva por su rostro.

–Gracias a ti… Otreum la voz del viajero se desvanece del lugar haciendo que también ascienda la temperatura, dejando a Jesper sólo el resto del viaje, pensando en su hermano Klaus…

 

Las dos caras de una misma moneda

Ambos eran hermanos y nacieron en Kronstadt, antigua colonia alemana en la lejana Transilvania. Jesper siempre había sido el sentimental, el enamoradizo, el caritativo, el simpático y el positivo. Klaus era el diablo personificado, cruel, vengativo, violento y astuto. 

Habían vivido siempre juntos y lo que estropeaba Klaus, Jesper tenía que arreglarlo. Hasta que Klaus rompió algo que Jesper nunca pudo recuperar, su cordura.

Son Malkavian, cada uno tiene su apariencia, su personalidad, sus anhelos y perjuicios. Ambos viven en un solo cuerpo, que es capaz de metamorfosearse en cada uno, para la ocasión adecuada.

Las emociones deciden quien está aquí con nosotros y muy de vez en cuando el demonio Zulo sale a pasear, transformando al Malkavian en un horrible monstruo escupido del Averno.

Hay muchas preguntas y pocas respuestas, pero en la cabeza de Jesper, aún hay sitio para más gente…

 


Zulo de Klaus

R.I.P. Edward Arsita, Brujah


La muerte de un Brujah
Al fin Edward Arsita, Brujah ha obtenido la paz que durante tanto tiempo había buscado.

Poseído por el Golem, desasosegó su Rabia Brujah liberando la bestia y masacrando al pueblo Caraíta fuera de las murallas de Jerusalén. Tardarán mucho en olvidar al gigante aplastando al pueblo hebreo que jugó con fuego y se acabó quemando.

Edward siguió consciente durante el ataque, muy cabreado solo quería aplastar a todo ser vivo cercano. Incapaz de comunicarse su inteligencia había desaparecido y se limitaba a sobrevivir gracias a una rabia animal indescriptible. Confundido Edward ya no puede regresar “a casa” y se olvida de lo que fue en su vida anterior.

Todo terminó en el momento que uno de los débiles humanos lo prendió fuego con una antorcha. El dolor era insoportable y ardió hasta los huesos pero al fin el alma de Edward pudo descansar.

El Simbionte que fue el Golem, convertido en un charco humeante, se arrastró y encontró otro huésped entre los heridos del campamento. Cubrió de nuevo su cuerpo y se fundió con su nuevo huésped. El nuevo Golem había despertado por tercera vez esta noche y continuó su marcha mortal aplastando a todo lo que se movía. Cuando quedó solo rodeado de cadáveres comenzó a andar hacia el este.

Dejando la masacre a su paso a través de montaña y desierto llegó al mar muerto, donde dicen que lo vieron sumergirse en el mar hasta desaparecer en el fondo del agua purificadora.


Esta fue la última vez que se vio al Golem...





Edward Arsita, el hermano bastardo

CAPITULO 6: De otro mundo


De otro mundo


Atmosfera de Jerusalén
En la Jerusalén del Medievo Oscuro, la emoción llega a niveles enfebrecidos. Décadas de sangría por parte de los Cruzados han dejado su marca en la población. La desconfianza paranoide en los propios vecinos se mezcla con el fanatismo justiciero, produciendo una tensión palpable en el aire de la noche. 


Ales Ambrox Arista
Ales está interesado en mantener las relaciones diplomáticas liderando al grupo de neonatos y conseguir tener una posición vampirica en Jerusalén, para ello hará lo que crea necesario.

La Condesa Catalina de Arista,  eficiente Ghuol de Ales ha renovado el rebaño con un nuevo grupo de jóvenes cristianas, han sido elegidas personalmente por ella y formarán parte del servicio del palacio Arista, donde ella reside.

El Señor Arista debe saborear su nuevo rebaño y dar el visto bueno. Catalina prepara una reunión secreta con el señor, en los sótanos de la estancia, entre sombras.

Todas ellas están asustadas y excitadas al mismo tiempo, Catalina se ha encargado de elegirlas bien para que estén deseando este momento. Ales se va alimentando poco a poco de cada una de ellas, bocado a bocado paladeando cada sangre joven y entre orgasmos de las jóvenes asustadas hasta que les toca el turno y extasiadas cuando ya les ha tocado el beso del Vampiro. Los jadeos murmurados, y las miradas lascivas son supervisadas por la Condesa que satisfecha esboza una sonrisa cuando su señor sale conforme de la cata.


Edward Elric Arista “El Navegante”
Edward se ha dado cuenta que su forma de ser actual no es util para su nueva no-vida. Antes veia cualquier excusa buena para celebrar un acontecimiento, ahora se ha dado cuenta de que hay poco que celebrar y mucha justicia que impartir, asi que tras un perido de reflexión decide ser el justiciero que merece el grupo.

Caminando por la calle asiste a una escena en la que unos maleantes están a punto de abusar de una joven tabernera que ha salido a sacar la basura. Tres rudos y sucios borrachos empiezan a manosearlas cuando de pronto se encuentran contigo en el mismo callejón. “Vete de aquí polluelo, lo hay nada para ti, a no ser que quieras compartirla” y el borracho enseña a la muchacha cogida del pelo mientras los otros dos están manoseándola y desabrochándose los pantalones.


Edward tiene un Código de Honor enseñado por su Sire y a este un Maestro fraile. Es el código de honor de la caballería: Es noble y defensor de la justicia. Edward con su callado les da una lección de humildad dejándolos incapacitados en el suelo en 3 certeros movimientos imperceptibles por los pobres diablos. Alguno de ellos no podrá volver a mear de pie. 

La dama en apuros impresionada y agradecida invita a un trago a Edward en la taberna de la posada. Edward recordando viejos tiempos accede y disfruta de la noche de festejo improvisado en la taberna sin nombre en lo más profundo del barrio cristiano. La mujer le ofrece su cuerpo pero Edward como buen caballero lo rechaza amablemente y se despide pensando en que quizás no sea la última vez que se vean.


Innisaq “Niño de los espíritus de fuego”
Como Caitiff es Responsabilidad de su Sire Ales Arista. Innisaq fue creado por el destino desde una fortuita gota de sangre de Hostibus. Sus Sires decidieron hacerse responsable del Caitiff, pero hasta que pudieran hacerlo Ales es responsable de él ante el Antiguo Padre Paliuro el Lasombra. Ales deberá ser el Sire de innisaq y será responsable de su aprendizaje al igual que de sus actos.

Los Caitiff sufren un estigma social por no formar parte de un clan aceptado. Como consecuencia de esto, los Vástagos mejor situados se sienten con el derecho de desairar o denigrar a los Caitiff.
Ales dispone Innisaq y le enseña aspectos de la no-vida que apenas le resultan de utilidad al Caitiff. Ales nunca ha sido un Maestro y está perdido en este nuevo giro del destino en el que es Neonato y sire al mismo tiempo.


Yrian “El Gato”
Yrian no se siente nada comodo en el grupo de neonatos, es evidente que tampoco comulga con las decisiones como lider de Ales el Ventrue a su parecer le falta firmeza y le sobra ambiguedad. El Gangrel se lo ha dejado caer más de una vez con sus comentarios y su actitud, pero al Ventrue poco parece importarle.

Una noche Yrian buscando a su rata Diego, se le escabulle por un agujero a las cloacas y el Gangrel lo sigue y de pronto sufre un accidente, el suelo se le desploma y se queda encerrado en un agujero en el que apenas cabe el mismo.

Yrian tiene una aversión irracional a calabozos o a estar encerrado desde que en su etapa de esclavo en Egipto fue encerrado para morir en un pozo letrina.

Tras unos momentos de miedo, Yrian se enfrenta a este y consigue salir del agujero. Lo pasa fatal y esta atemorizado toda la noche siguiente.


Ekaterine
Ekaterine quiere empaparse del panorama político de Jerusalén para así poder tomar decisiones de calado para su propia posición en la ciudad. Actualmente evalúa todos los factores para poder tomar las decisiones correctas.

Es llamada por el Antiguo Lasombra el padre Paliuro. En una capilla enfrente del Santo Sepulcro Ekaterine tiene una tensa conversación con el Antiguo Lasombra. Paliuro le transmite que no se fía de los Tzimisce, le amenaza y dice que al menor indicio de problema la expulsará de Jerusalén. No es el príncipe, pero se las verá con él, y le asegura que no le desearía como enemigo.

Ekaterine permanece férrea en su posición explicándole al Lasombra que a él tampoco le interesaría crear un conflicto diplomático con su Influyente y poderoso Sire de Transilvania, el Conde Radu que podría acabar en Guerra Tzimisce contra Lasombra, situación nada buena para nadie, más concretamente para el Antiguo Lasombra. El Padre Paliuro impotente la echa de sus dominios dejándola claro que no se fía de ella ni de su clan.


Hostilidades en el hospital
La ciudad aún herida y su población diezmada por la Peste Negra. Hay un lugar donde siguen curando al enfermo. Justo después del mercado agrícola en la calle del Templo, lejos a la derecha, está el antiguo cuartel de los hospitalarios. Saladino convirtió el edificio en el palacio del gobernador, una mezquita y un hospital. Cerca está la Iglesia del Santo Sepulcro, ahora un primoroso edificio que encierra la tumba de Jesús, el Gólgota, y la cueva donde se afirma que Elena descubrió la Cruz Verdadera.

Albert Gutemberg se ha ganado cierta influencia en este hospital de Jerusalén, y dispone de un rebaño de enfermeras de las que se alimenta en secreto. El Salubri pasa las noches ayudando a los enfermos como le enseñó su Sire.

En estas inciertas noches Albert es objetivo de hostilidades verbales de los Chiítas que hay en el hospital, no hay que olvidar que el edificio es propiedad del gobierno musulmán y que Albert es un peregrino cristiano del que no acaban de fiarse del todo.
Todo el asunto acaba en agua de borrajas y la situación no va a más ya que Albert ignora el problema centrándose en su labor de ayuda a los necesitados, indiferentemente de su credo, religión o Dios.


Nombramiento
Hamid al-Faisir - Ayatollah Chiíta
Hamid al-Faisir, conocido de los personajes, anterior líder de la comunidad Musulmana es nombrado Ayatollah "Signo de Dios", Ahora es líder religioso Chiíta, una de las subsectas musulmanas de Jerusalén. Los Chiítas en particular, son conocidos por estar sumamente divididos en facciones dentro de su grupo. A grandes rasgos hay 4 facciones musulmanas en la ciudad, Chiítas, Sunitas, Sufíes y Kharidijitas.


Durante el día se ha festejado en el barrio musulmán dicho nombramiento. Estos festejos se adentran en la noche y en algunas casas del barrio musulmán se ve aun luz de noche y se escuchan voces y música árabe.

Ya no queda nada de la alianza que hace 5 años se forjó entre las tres facciones para prevenir los daños a los tres pueblos ante una inminente cuarta cruzada. Las tres facciones rompieron su alianza por simple desconfianza de las unas a las otras. El problema ahora lo tiene cada una de las facciones ya que tanto Cristianos, como Musulmanes o Judíos están sumamente enfrentados y divididos entre ellos, la paranoia ha entrad en casa y tu amigo puede ser ahora quien te apuñale por la espalda y estas traiciones rara vez salen a la luz para no debilitar la imagen de la comunidad en cuestión.

Meyer ben Joseph, anterior líder de la comunidad judía ahora dividida en dos, decide dar el paso esta vez para solucionar las diferencias entre los judíos y para eso pide ayuda a la anterior familia que lideró todas las facciones cristianas hace cinco años, Los Arista.

Meyer contacta con la Condesa de Arista para que se reúna con él en un lugar neutral para cristianos y judíos, el barrio Musulmán. Puede invitar a quien considere de confianza, será bienvenido. Meyer ha logrado el tenso permiso del Hamid al-Faisir el recién nombrado Ayatollah Chiíta, hace 5 años, Hamid tuvo la iniciativa de unificar una alianza entre los 3 grandes pueblos de Jerusalén.
Catalina de Arista, Ghoul de Ales Arista, Ventrue, informa a su señor de la gravedad del asunto, ya que en medio de las tensiones, paranoias y ansias de venganza de las diferentes comunidades Meyer ha decidido dar el paso esta vez para solucionar problemas internos.

El frio otoño hace meya en el barrio musulmán, con los canticos árabes y la música de celebración de fondo, aun así hay un ambiente de tensión entre la población hacia los que no son de su etnia. Meyer se encuentra con los Arista y sus invitados en una modesta casa Chiíta. Deben descalzarse cuando entran el criado musulmán que los acoge así se lo indica en su idioma, para que lo entiendan.
Una estancia cómoda y limpia que huele a incienso, en  la que hay una mesa de madera, sillas para todos en la pared el símbolo de la luna árabe.

Una tetera con un té con olor amargo, y unos dátiles para picar. Las paredes están adornadas con tapices con escenas del Corán y el suelo está cubierto por una alfombra de la mejor calidad. El criado los deja solos y cierra las puertas del salón iluminado por lámparas de aceite que arden incombustibles y un hogar que calienta desde una chimenea central. El fuego incomoda a los personajes y crea una tensión inicial nada buena para el inicio de la conversación.

Meyer ben Joseph - Líder Rabinita
Meyer comienza interesándose por el estado de salud de los presentes y después de conversaciones banales para romper el hielo entra en el tema por el que los ha llamado:

“Nobles Arista, se que hace mucho tiempo de nuestra alianza y también se que no ha habido acercamiento entre nuestros pueblos en los últimos cinco años, lamento esta situación pero no se me ocurre nadie fuera de mi pueblo que pueda ayudarnos.Os explicaré la situación del pueblo hebreo en la ciudad de Jerusalén para que entendáis la urgencia de la petición:

Judíos divididos
En 1197 entre los judíos hay dos sectas principales: los Caraítas y los Rabinitas.

Caraítas
Los Caraítas se escindieron de las formas tradicionales del judaísmo hace poco más de 300 años, en el 880 a.C., derivando su nombre de la palabra "Escritura". Anan ben David emigró a Jerusalén desde Khursan, y encontró la estricta pauta de los rabinos de Jerusalén opresiva e intolerante. Si bien los caraítas siguen la Torá, al-Qumusi y sus discípulos rechazan la autoridad del Talmud, incluyendo las restricciones en cuanto a comer carne y las leyes relativas a la pureza. Acatan devotamente el texto escrito de la Torá, pero el Talmud es, en su opinión, simplemente ley oral a la que los hombres elevan a la categoría de enseñanza divina. Para librarse de la ira de los rabinos, los caraítas viven fuera de las murallas de la ciudad, habiendo levantado sus barrios sobre las laderas del este.

Rabinitas
Los Rabinitas siguen la ley tradicional rabínica, incluyendo la Torá, el Talmud y la Mishnah. Para la mayoría de los judíos, los Rabinitas son correctos y claramente respetuosos en sus prácticas. Cada año durante el Sukot, sin embargo, el Gaón Rabinita se aseguraba de llevar los pergaminos de la Torá encima y, durante los festivales, excomulgaba según el ritual a los Caraítas acampados en las montañas de enfrente.

Los Caraítas, como era de esperar, contestaban excomulgando a los Rabinitas cada año. Cuando los musulmanes volvieron a tomar Jerusalén de manos cristianas, insistieron en que cesaran aquellas excomuniones recíprocas y rituales. Bajo la ley islámica, ambos grupos tenían iguales derechos e igual acceso a los sitios judíos sagrados de la ciudad. Las tensiones crecieron con rapidez, no obstante, con los Rabinitas asegurando que los Caraítas deshonraban la Alianza judía con Yahweh y los Caraítas acusando a los Rabinitas de interponer las leyes entre los hombres y la Alianza.”


La petición de Meyer
“Como sabéis yo Meyer ben Joseph soy el líder Rabinita y me duele más que a nadie que hermanos se enfrenten a hermanos. La tensión ha crecido tanto que todo lo que venga de nosotros los Rabinitas para los Caraítas es como el veneno puro y desconfían de nuestra presencia más que de la de los propios Cristianos que nos expulsasteis de Jerusalén durante su Reinado.

De aquí a unos años los Caraítas han empezado a ser más oscuros y tenebrosos en sus estudios, interesándose por escritos prohibidos y practicas ocultistas ancestrales que nos separan de Yahweh. Desconocemos cual es la razón de este interés pero creemos que puede haber fuerzas oscuras tras los movimientos de nuestros hermanos judíos Caraítas.

Creemos que los Caraítas están a punto de tomar partido de algún tipo de acción violenta contra sus enemigos, que en este caso somos todos, incluidos nosotros mismos. Me veo incapaz de hacer nada para ayudar pero me parece que esto puede ser el detonador de una situación que podría desembocar en otra guerra.

No quiero que las autoridades musulmanas sean demasiado severas con nuestros hermanos Caraitas así que he preferido transmitíroslo a vosotros por nuestra vieja amistad y porque una guerra ahora mismo imbuirá a todas las facciones en una nueva matanza que no es buena para nadie.

Mañana comienza el Sukot y puede ser un buen momento para preocuparos como facción cristiana del bienestar de las relaciones con el resto de pueblos de la Santa Jerusalén. Confío en vuestra capacidad y creo que también estáis interesados en que la paz perdure. Que Yahweh esté con vosotros.”

 La cuadrilla de neonatos accede a interceder en la tensión judía por el bien de todos.


El Sukot
El Sukot, palabra hebrea para "cabinas" o "tabernáculos" es una fiesta de siete días que se celebra en otoño, comenzando en Tishri 15 de cada año. Conmemora las cabañas en las que los discípulos de Yahweh vivieron mientras erraban por el desierto antes de llegar a Tierra Santa. Durante el Sukot, los moradores de la ciudad construían pequeños cobertizos fuera de las murallas de Jerusalén, donde los fieles vivían durante la semana del festival. "Gaón" es el rango otorgado a un estudioso distinguido. El Gaón no es sólo un entendido, sino que asimismo bien puede ser el líder de los eruditos del Talmud de la región.

El grupo camina por el campamento de decenas de cabañas situado a las afueras de las murallas de la ciudad. El festival está a punto de comenzar, ya está todo listo para que mañana dé comienzo, aun se ultiman los últimos detalles en las cabinas. Huele a especias y a pan recién horneado para el desayuno. El Gaón del año ya ha sido nombrado, este año repite en el nombramiento un estudioso distinguido llamado Adin Yakar líder de los eruditos del Talmud.

Adin Yakar, Gaón Caraíta
Adin se entrevista con ellos en su tienda, es un hombre con y le rodea un aura de temor que incomoda a los personajes. Su aspecto es de buen hombre pero su actitud ante los extraños es hostil, echará en cara la expulsión de los judíos por los Cristianos durante su reinado y les compara la situación de retorno a Jerusalén con la que el pueblo judío vivió cuando fue dividió y expulsado a Babilonia y a pesar de todo continuó en pie gracias a Yahweh. No les explica nada sobre sus cuestiones y les invita a salir de su hogar.

Una vez abandonan el tabernáculo del Gaón, aparece alguien familiar entre las sombras del campamento Sukot, ha escuchando la conversación por curiosidad y con mucho tacto contacta con los personajes y los lleva a un lugar a solas, un tabernáculo donde está todo listo para la celebración que empieza mañana, hay muchas cestas con especies de toda la zona. El Guardián está con Inés.


Sobre los hebreos
Inés no sabe nada sobre lo que investigan los personajes y les pide por favor que para preservar la paz se vayan del Sukot, intentando mantener la calma están enturbiando el ambiente y pueden conseguir lo que intentan evitar.


La historia de Inés
Se dirige sobre todo a su hermano Ales Arista que no se cree que esté Viva: “Hermano ya no soy una niña, me habéis protegido siempre y nunca he podido tomar mi camino, ahora soy dueña de mi destino y he elegido la Via de la sabiduría, los Tremere. Ante ellos soy igual que cualquier hombre, incluso ahora soy igual que tu hermano, por ser mujer no soy inferior. Me han contado que Lilith nos otorgó las Disciplinas que utilizamos, y ella era una mujer también. Los Tremere me han dado todo lo que necesitaba para ser feliz.”

Inés Arista, Tremere

El Guardián
Inés pide al Guardián que vigile el exterior para que nadie les interrumpa y deja que cualquiera de confianza de sus hermanos se queden.

“Hermano creo que te mereces una explicación, empezaré por el principio. Me dejasteis en el Reino de Navarra, en nuestro hogar en Roncesvalles. Manteníamos el contacto mientras guerreabais en la Cruzada pero nuestra correspondencia se corto al finalizar la cruzada del Rey Ricardo. Os dieron por muertos, bajo las conspiraciones del Turco. Pero yo sabía que no habíais muerto.

Como sabrás mataron a toda nuestra familia, me secuestraron y fui presa en un convento en Chipre. Sufrí mucho allí, lo peor que puedas imaginar, pues más aun. Hasta que apareció mi Don y quemé el Convento Blanco hasta los cimientos con todos aquellos pecadores dentro.

Esa noche me hice mujer y al fin era libre. Entonces me encontré con El Guardián digamos que nos hemos ayudado mutuamente desde aquella noche. Llegue a Tiro en barco y de allí a Jerusalén en caravana de una noble Húngara llamada Ekaterine, que me ayudó a contactar con Iñigo una vez llegamos a Jerusalén.

Noel Kemal, el Inquisidor de Chipre, había llegado a Jerusalén alertado por mis diferencias con la iglesia en el Convento Blanco. Buscaban a la bruja que desató en Infierno en su pacifica isla para devolverla de nuevo al infierno.

Estaba muy enferma, mi Don estaba consumiéndome por dentro y cuando llegue a Jerusalén y atenía los días contados.  Entonces el clan Tremere me tendió la mano y me ofreció ayuda, curación y un hogar, algo que no había tenido desde que salí de Navarra.

El Tremere que me ayudó se llamaba Joseph Sven, un hebreo que tenía en mente abrir una nueva capilla en Jerusalén ubicada en un viejo templo. Intenté explicarle a nuestro hermano Iñigo que me encontraba bien y que quería seguir con los Tremere pero no lo entendió y me ordenó que me apartase de ellos. Algo debió suceder ya que la futura capilla acabó incendiada y mi Mentor Joseph murió en el incendio, creo que nuestro hermano Iñigo fue el que lo hizo pero no tengo pruebas.

De nuevo volví a estar indefensa y desprotegida y El Inquisidor Noel aprovechó esta circunstancia y me apresó. Me torturó durante lo que me parecieron siglos, sin ningún pretexto, solo por el placer de hacerlo y morí en aquella mesa de tortura.

La historia oficial dice que Noel el Inquisidor llevó mi cuerpo a Chipre y lo quemó en una hoguera en la plaza mayor como muestra del poder de la Iglesia Católica.

Pero mi Sire me conto la verdadera historia. La futura capilla de Joseph Sven era un antiguo templo de un viejo Ventrue llamado don Humberto, las tensiones por el dominio acabaron en un enfrentamiento de ambos en el que Iñigo tomó parte matando a Joseph el Tremere. La futura capilla con su Regente y su gárgola fueron calcinados allí aquella noche.

Yo fui asesinada por orden del Padre Paliuro, Antiguo Lasombra para asegurar la supervivencia de la Estirpe de Jerusalén, sobre todo la suya. Paliuro movió su influencia en la iglesia para que yo muriese a causa de sus torturas ocasionadas por la Inquisición de Noel.

Los Tremere me querían y mi potencial no podía perderse, indiferentemente de lo que opinara su familia de neonatos. Y enviaron a uno de los suyos para solucionar el asunto, Sebastián Von Vienna, tenia asuntos pendientes en la zona, así que uso su influencia en el clan para encargarse personalmente de este asunto.

El agente de Paliuro me mandó asesinar mientras descansaba en una sucia celda. Se preocupó para hacerlo de forma que pareciera que no había aguantado la dureza de la tortura y encontraran el cadáver por la mañana los guardias pertinentes. Aquella noche el asesino enviado para matarme se encontró con que ya había perecido por el dolor causado por sus severas torturas.

Sebastián ya en Jerusalén investigó mi llegada a Jerusalén y fue a dar con el Guardián. Era tarde, la Inquisición me había apresado acusada de Brujería. Viendo el vínculo emocional que este mercenario  tenía conmigo, lo aprovechó y lo contrató para rescatarme. Preparó mágicamente un señuelo igual que yo con el cuerpo de una joven moribunda que consiguió en el Hospital.

Esa noche el Guardián enviado por Sebastián sustituyó el cadáver de la falsa Inés, por la verdadera al borde de la muerte. El Guardián me llevó moribunda e intento huir de Jerusalén y también de los Tremere. Sebastián dio con nosotros en Belén y lucho con el Guardián que intentó defenderme. Cuando estaba a punto de matar al mercenario por su afrenta, yo debilitada me interpuse entre él y Sebastián y pidió que lo dejará vivir y se iría con el sin oponer resistencia. Sebastián aceptó y  fui abrazada esa misma noche en Belén.

Comencé mi instrucción Tremere en la capilla de Jerusalén, formada en la no-vida por otros Tremeres de menor rango mientras mi Sire Sebastián se ocupaba de sus asuntos. Fui vinculada dos veces al Circulo Interior Tremere como dictan las normas y mi Sire la visitaba todas las noches supervisando mis progresos de neonata del clan.


Inés en la actualidad
Yo como neonata Tremere alterno mi aprendizaje con las clases con su Sire en la capilla de Jerusalén.
El Guardián es mi guarda espaldas y siempre que salgo este me protege sin pedir nada a cambio. Cuando pueda hacerlo pediré que sea mi ghoul por su fidelidad. (Baja la voz) temo que este enamorado de mí, no le correspondo en ese sentido pero le tengo cariño y me siento en deuda con él que nunca le ha pedido nada a cambio.

Como ves te cuento todo esto porque confío en ti hermano y para que veas mi buen voluntad. No voy a negarte que tengo cierto resentimiento con vosotros, mis hermanos por qué no pudisteis ayudarme, aunque sé que siempre habéis querido lo mejor para mí.  Ahora estoy agradecida a los Tremere por darme un futuro y debéis respetarlo.

Los Caraítas son sabios y esto es algo que nuestro clan los Tremere valoramos mucho, tenemos tratos con ellos. Investigaré este asunto para ti hermano porque eres de mi sangre y por qué no deseo que haya enfrentamiento entre clanes. Pero debes prometerme que dejarás en paz al pueblo judío, incluidos a los Caraítas. No quiero que sufran innecesariamente nuestras rivalidades.

Por supuesto no hablaré de vosotros ni a mi Sire ni a mi clan, y vosotros tampoco lo haréis ya que yo estoy actualmente en formación Tremere y no quiero problemas. De vez en cuando para airearme del estudio me mezclo con los hebreos para aprender más de ellos dado el lazo con mi clan.”

Inés abraza a sus hermanos y recordándoles que no los delatará e investigará el asunto para ellos, se despide.


La carta
Un peregrino con aspecto rudo les da una carta con el sello de La Orden de los Hospitalarios de San Juan.

“Don Ales Arista del Reino de Navarra,
Hermano Cruzado,

He oído hablar de su familia y de la importancia de la misma no solo en la arena política de la corte Inglesa y Española si no de la astucia de su estrategia en la toma de Acre y la destreza de su espada y la de su hermano en batalla.

Es un honor para mí que más hermanos Cruzados Ventrue engrosen las filas Cristianas en Jerusalén, ten por seguro que llegará nuestro momento.

He servido en las tres Cruzadas Santas, en dos de ellas como Ventrue. Conozco bien nuestro entorno y se cómo se siente siendo un neonato. Su Sire Cristian Augusto de Luxemburgo goza de una gran reputación en nuestro clan y por ayudar a su chiquillo haría lo que fuera.

Entienda también que ahora que es un ángel del Señor, las jerarquías han cambiado y para que lo entienda de forma sencilla, su Sire está por encima mío pero vos estáis por debajo de mi, con lo cual estáis en posición de ayudarme si lo requiero.

Tengo el placer de invitarle a una reunión en la que trataremos asuntos de gran calado teniendo en cuenta la difícil situación que se vive actualmente en Tierra Santa. También está invitada su cuadrilla de neonatos a las que entiendo que está liderando como Ventrue.

El encuentro será en el antiguo reino de Trípoli, atravesando la Ciudad hasta la fortaleza del Hospital en Markab, Margab, como la llaman los Hospitalarios.

Siempre al servicio del Señor,
Vincelin de Marsella,
Caballero Ancillae Ventrue de la ciudad Santa de Jerusalén”


La costa
El viaje hasta Margab son 3 semanas por tierra.

La ruta desde Jerusalén hasta la costa discurre por Lydda hasta Jaffa. Se extiende a lo largo de 80 km, torciendo un poco al norte en dirección oeste desde Jerusalén. Desde allí, el camino de la costa se dirige al norte a través de Cesarea, Tiro y Sidón hasta lo que había sido la frontera septentrional del Reino de Jerusalén.

Pero, gracias al prestigio de Edward el Navegante consiguen hacer el viaje por mar, partiendo de Tal Aviv hasta Tiro, embarcados en un navío de comercio.

Yrian tenía sus reparos para pasar unas noches en un lugar cerrado ya que tenia cierto reparo con los lugares que le recordaban a un pozo en el que paso parte de su pasado humano como esclavo en Egipto. A pesar de todo gracias a este viaje consiguió superar sus miedos y romper estas ataduras para siempre.

La fortaleza de Margab
Llegado a la segunda semana, se adentran en el antiguo reino de Trípoli, atravesando la Ciudad hasta la fortaleza del Hospital en Markab (Margab, como la llaman los Hospitalarios).

Los alrededores están protegidos por Caballeros Templarios y en el interior de la fortaleza hay Hospitalarios y Templarios. Mantienen el lugar activo como ayuda para cristianos peregrinos y a la espera de poder mover ficha contra el enemigo.



Vincelin de Marsella
Los soldados les escoltan hasta las catacumbas donde les espera un imponente hombre vestido de cruzado que les da la bienvenida. La desconfianza paranoide se mezcla con el fanatismo justiciero, produciendo una tensión palpable en el lugar.

Vincelin de Marsella, Ancillae Ventrue
Vicelin es la imagen misma de la caballería heroica, un hombre de sólida mandíbula, y ojos acerados con una tonsura casi monástica y una armadura que muestra las señales de las muchas y peligrosas batallas en las que ha luchado. Viste atavíos de poder, demostrando su posición.

Habla en un tono tranquilo “Soy y siempre he sido un guerrero de la fe, llevando la rectitud donde Dios ha querido. Mi nombre es Vincelin de Marsella, soy Ancillae de Jerusalén y vais a prestarme servicios por el bien de la Cristiandad.

Tenéis contacto con el pueblo judío ¿verdad? Fuentes fidedignas han llegado hasta mí, el pueblo judío tiene un arma secreta que va a emplear con el fin de conquistar Jerusalén. No entra en nuestros planes y debemos impedírselo, investigad sobre esa arma y quitádsela, ese será vuestro cometido. Actuad con cautela, el enemigo está alerta y acecha en cada esquina."


La investigación
Comienzan su investigación y lo que descubren por medio de indagar, contactos o documentos en propiedades de rabinos es lo siguiente:

“Procedente de otro mundo vino al nuestro viajando en un meteorito gigantesco que cambió para siembre la vida de nuestro prehistórico planeta y acabó extinguiendo a los dinosaurios de la faz de la tierra.

Miles de años después los primeros seres humanos poblaron la zona del impacto del gran meteorito. Durante generaciones los humanos fueron reuniendo un extraño material de origen desconocido que iban acumulando como un preciado tesoro que transmitían de generación en generación. Las tribus de tez oscura de esta zona se  cobijaban en chozas y se transportaban en carros y uno de esos carros fue el que portó durante generaciones el extraño material venido del cielo.

Era un material muy resistente y lo malearon a golpe de las piedras más duras. Los bloques resultantes de juntar trozos más pequeños de material se fueron guardando y heredando de padres a hijos. Hasta que uno de ellos lo fundió todo en uno de los primeros hornos de piedra usados por el hombre. Cuando todo el material se hubo fundido explotó…”


Visita fugaz
Alberto de Navarra se encuentra con su chiquillo, Los Cainitas locales desconfían de él. Lo ven como un traidor vendido siendo un Brujah al servicio de un Ventrue.

Alberto de Navarra,
Sire Brujah de Edward


“Edward, tú serás visto de igual forma por asociación, es una pesada carga, los pecados de los padres, después de todo”

No puede quedarse mucho ya que vienen a matarle y no quiere ponerle en peligro. Le han hecho una caza de sangre y lo quieren muerto, se ha separado de su cuadrilla para no poner en peligro su cometido conjunto. No dará más explicaciones. Solo estará aquí un par de noches. En este tiempo le contará su historia a su chiquillo.

Se presenta al grupo, pero no saldrá mucho a la luz ni interactuará demasiado por no dejar mucha huella a sus cazadores, que despúes puedan empelar contra el grupo de neonatos.


Una de las noches que está allí les cuenta su vida humana y vampira, incluyendo el pasado en el que eligió a Edward para darle el abrazo al igual que los papeles de sus Sires en su historia (VER: Alberto de Navarra Brujah y Sire de Edward Arista, el Bastardo)

Desea lo mejor para Edward y se alegra de verle, espera verle en mejores circunstancias sin que su cabeza peligre. Le recuerda su lema: “No todo es lo que parece, tu deber será desvelar la verdad y defendedla.”


La ayuda de Inés
Esta parte la se la consigue Inés y se la hace llegar en dos momentos diferentes.

“Pero entonces una gran amenaza de guerra comenzó a diezmar al pueblo judío.
El Rabino lo liberó, al igual que su predecesor creía que era un regalo de Dios, destinado a asegurar su protección, un claro mal entendido. El arma mató al rabino.

Pero también lucho contra la amenaza judía. Se enfrentó a los enemigos y los aplasto como un gigante contra hormigas, su fuerza había aumentado aun más con el tiempo. Pero ni siquiera él fue capaz de detener la amenaza. El enemigo lo apresó pero no sabía cómo matarlo, temían que la fuerza del arma y que escapara. La encerraron en un contenedor especial, lo sellaron y lo enterraron bajo tierra.”


El encuentro
Al parecer les falta la parte central de la historia.

Investigan en sigilo en el Sukot de los Caraitas al otro lado de las murallas de Jerusalén y buscan donde pueden tener el arma los judíos. Una discreta cueva tras una tienda, cuatro encapuchados armados protegen la entrada, parecen mercenarios que están pagados para no dejar que nadie entre. Se deshacen de ellos incapacitándolos y oculto al final de la cueva, descubren el lugar donde tienen el arma…

Es un gran cajón de metal recubierto de cadenas de cuatro metros de largo por de ancho y dos de fondo. Toda su superficie está grabada con símbolos ancestrales. Son protecciones cabalísticas cinceladas sobre el sarcófago.

Comienzan a otear en el agujero donde se encuentra y Edward en Brujah intenta levantarlo a la fuerza para ver cuánto puede pesar mientras Yrian lo husmea y Ales supervisa la operación.  Las cadenas comienzan a resquebrajarse y a deshacerse en pedazos el cajón está deteriorado y empieza a moverse y se abre.

Dentro del cajón hay un rollo de pergamino escrito en hebreo antiguo. Y bajo el una capa opaca de telarañas que tapan su contenido.


El Despertar
El eco de un sonido de piedra contra metal envuelve la estancia y la caja explota. Del polvo emerge una amenazante figura gigantesca.

Sus ojos rojos iluminados como el fuego del infierno dan pavor. El terror hace que emerjan vuestras verdaderas naturalezas.

Estira sus grandes brazos como si estuviera despertando de un largo letargo.

El crujir de la roca da paso a la FURIA.

EL GOLEM HA DESPERTADO


El Golem
Es gigante y gris. Tiene ojos rojos llenos de ira que dan pavor.
Comienza a aplastar a los aventureros contra las rocas como muñecos en manos de un gigante. Rompe todos sus huesos cada golpe y apenas pueden defenderse ante tal aberración de la naturaleza.

El Golem

Su punto débil
Los personajes comienzan a recordar historias ocultistas que hubieran podido leer o escuchar para saber su punto débil y lo hacen, su punto débil es el fuego: “Solo el calor del Infierno puede acabar con el Golem”

Los personajes entraron con una vela en un candil encontrado en la entrada de la cueva y aun seguía prendiendo cerca de ellos. Ales aplastado y dolorido se arrastra y coge el pergamino que había en el sarcófago, y con él lo prende fuego para después prender al Golem en llamas. La enorme criatura entre gritos de dolor sacude su cuerpo contra las paredes pero el fuego se extiende rápidamente por su piel como si de aceite se tratase. Una vez en llamas se deshace y un gran charco de un líquido viscoso y humeante queda en el suelo de la cueva, sobre él los restos óseos calcinados de lo que parece un ser humano.

El charco negro y caliente busca un huésped y encuentra el cuerpo inutilizado de Edward el Brujah. Se le pega a la perna y mientras Edward intenta zafase de él, el ser acuoso comienza a extenderse por su cuerpo rápidamente, Edward corta el flujo con su espada, pero se recompone rápidamente hasta que al final lo recubre por completo y lo posee. Hay un nuevo Golem y bajo su piel de roca esta Edward el Navegante, pero el ser se ha fundido con él y comienza a echar raíces en su cuerpo, mente y alma.


Poseído
Edward es poseído y sigue consciente, aunque está muy cabreado y quiere aplastar a todo ser vivo cercano. Sigue oyendo lo que ocurre fuera de su gruesa piel pero no puede hablar. Su inteligencia ha desaparecido y se limita a sobrevivir gracias a una rabia animal indescriptible. Confundido el nuevo huésped se va de la cueva mientras Ales rescata a Yrian del lugar y salen corriendo.

Edward ya no puede regresar “a casa” y se olvida de lo que fue en su vida anterior.

Solo quemarlo y conseguirle otro huésped puede salvar la atormentada alma del nuevo huésped, pero morirá achicharrado.

El Golem sale de la cueva y comienza a desatar su ira contra los Caraitas, descuartizándolos mientras solo pueden morir aplastados por sus golpes.


Poseído por el Golem, desasosegó su Rabia Brujah liberando la bestia y masacrando al pueblo Caraíta fuera de las murallas de Jerusalén. Tardarán mucho en olvidar al gigante aplastando al pueblo hebreo que jugó con fuego y se acabó quemando.

Edward siguió consciente durante el ataque, muy cabreado solo quería aplastar a todo ser vivo cercano. Incapaz de comunicarse su inteligencia había desaparecido y se limitaba a sobrevivir gracias a una rabia animal indescriptible. Confundido Edward ya no puede regresar “a casa” y se olvida de lo que fue en su vida anterior.

Todo terminó en el momento que uno de los débiles humanos lo prendió fuego con una antorcha. El dolor era insoportable y ardió hasta los huesos pero al fin el alma de Edward pudo descansar.

El Simbionte que fue el Golem, convertido en un charco humeante, se arrastró y encontró otro huésped entre los heridos del campamento. Cubrió de nuevo su cuerpo y se fundió con su nuevo huésped. El nuevo Golem había despertado por tercera vez esta noche y continuó su marcha mortal aplastando a todo lo que se movía. Cuando quedó solo rodeado de cadáveres comenzó a andar hacia el este.

Dejando la masacre a su paso a través de montaña y desierto llegó al mar muerto, donde dicen que lo vieron sumergirse en el mar hasta desaparecer en el fondo del agua purificadora.


Esta fue la última vez que se vio al Golem...

El pueblo judío llora la masacre Caraíta, y la ciudad de Jerusalén está en estado de alerta por lo sucedido. Nadie puede dar una versión coherente, los supervivientes no quieren hablar por miedo a que regrese a castigarlos y los que solo han oído la historia se aventuran a imaginar que es lo que pudo ser lo que causó la masacre.

Los funerales por los asesinados se extienden durante noches de pena, rabia e impotencia.


Consecuencias
Meyer ben Joseph, al enterarse de lo sucedido deprimido y enloquecido de pena, se culpa por haber desencadenado la masacre Caraíta y se encamina a su muerte ahogado en el rio Jordán para pagar su ofensa a Yahweh.

Vincelin de Marsella, está enfadado y defraudado por lo ocurrido, está claro que la incompetencia de los neonatos ha culminado en un desastre mayúsculo, sin el arma y con la tensión añadida de la masacre.

Inés Arista, se encuentra resentida y decepcionada con su hermano al que pidió expresamente no dañar por favor al pueblo judío.

El clan Tremere de Jerusalén se e convierte en enemigo de Ales Arista y su familia por considerarlos responsables de la masacre a los Caraítas por el Golem en el Sukot.

Alberto de Navarra, el Sire de Edward mientras huye de la caza de sangre se lamenta de no poder haber ayudado a su chiquillo y se siente culpable y arrepentido.


El Pergamino
¿Qué ponía en el pergamino del sarcófago del Golem?

La parte central de la historia que faltaba para completar el cuento del Mito del Golem.

“El hombre que orneo el material tras la explosión había sido recubierto de material gris todo el cuerpo del humano que lo había horneado. El material se enfrió y recubría por completo al nuevo huésped que ahora había triplicado su tamaño y su peso y el humano bajo el parecía estar vivo, pero ahora ambos eran un nuevo ser.

Su actitud era completamente pasiva y los judíos lo llamaron Golem, que significaba en hebreo “de gran tamaño”. La criatura era una curiosidad que empleaban como bestia de carga junto a los burros. La tribu pensaba que era un regalo de Dios enviado para su diversión.

Un día con los años se hartó o quizás se volvió loco, cargó a sus espaldas al burro que trabajaba con él y mató a sus amos. La tribu lo atacaron pero su fuerza era formidable, el Golem intentó huir pero con gran esfuerzo al final fue capturado y contenido con decenas de redes de pesca y múltiples cuerdas. Lo encerraron tras un muro falso y con el tiempo fue olvidado por todos. Excepto por el Rabino del pueblo. El secreto se transmitió de un rabino a otro durante generaciones.”