R.I.P. Albert Gutemberg, Salubri


Adiós Albert
La predisposición de Albert por ayudar a los necesitados era el timón que guió sus últimos años de vida. Curo leprosos, ayudó a inválidos y acompaño a enfermos y peregrinos solitarios. Su pasado como guerrero Templario nunca nublo su verdadero rumbo, hacer el bien.
 
Escudo Gutembrerg
Ocultó su verdadero clan, Salubri, por miedo a morir como al final murió, decapitado por una Gárgola, aunque no por que  los Tremere le descubrieran, si no por proteger la vida de una compañera Salubri llamada Aisha bint Wahiba, una niñera que vivió y murió ayudando a los más necesitados, como Albert.

Si su Sire siguiera con vida estaría orgullosa de la impecable trayectoria de Albert Gutemberg, gran compañero, mentor y amigo. Su recuerdo permanece con los que dejó tras de él. Y descansa a lado de compañeros como Yrian e Inisaq, todos ellos enterrados con gran respeto por Cadios, el Ravnos.

Con su muerte y la de Nahum, chiquillo de Saulot, poco después, se extingue el clan Salubri de la ciudad Santa de Jerusalén a causa de las conjuras de los Brujos usurpadores, los Tremere.  



CAPITULO 13: Prohibitus

PROHIBITUS


El bueno de Bernardus
Jesper camina por las calles de los barrios bajos de Jerusalén, escuchando lo que se habla entre el populacho y callejeando pensando en sus cosas se encuentra con su compañero de clan Bernardus.

Bernardus, Malkavian
El pobre Hermano Bernardus es un hombre grande, corpulento que normalmente parece perdido y confuso. –¡¡¡Jesper amigo!!!- Se abalanza hacia el Malkavian como si hiciese años que no le ve, cuando apenas hace unas noches que estuvieron juntos. Jesper reacciona exactamente de la misma y desmesurada forma. Bernardus afirma -Doy gracias al cielo por vernos- se santigua -¿Cómo te va todo? ¿necesitas algo? ¿te puedo ayudar? ¿confesión tal vez?- de pronto Bernardus comienza a hablar en una lengua que Jesper jamás había oído, con fonemas extraños y ruidos en el lenguaje completamente incomprensibles. –Ah lo he vuelto a hacer. Que despistado, no me doy cuenta cuando hablo en otras lenguas, el Espíritu Santo me ha bendecido con el don de las lenguas, o glosolalia, de forma que puedo hablar en lenguas comprensibles para todos los demás hijos de Dios. Mi "don" me sirve para predicar para los meros mortales en un intento de convertir incrédulos a la Fe Verdadera. Cuan importante es que todas nuestras almas sean salvadas. ¿verdad Jesper? Cuanto tormento …

Jesper le da la razón a Bernardus y saca la polla de Malkav … el dibujo del plano de la tumba de Malkav y se la enseña al hermano Bernardus. Jesper le explica lo que es y le enseña como brillan las letras lunares al incidir la luz del astro nocturno. Bernardus atónito lo ve y toca el mapa como si fuera una reliquia.

Después Bernardus ve las vetas negras del aura de Jesper y al averiguar que es un diabolista se asusta mucho, pero es el propio Jesper el que le tranquiliza tras explicarle que fue su hermano Klaus el que cometió el horrible crimen y termina diciéndole: - Mi sacrificio es tener que cargar con los pecados de mi hermano.-

El hermano Bernardus continua hablando de otro asunto: -Curiosamente, el tiempo pasado con peregrinos cristianos en los hospitales resulta ser la única cosa que me proporciona consuelo. ¿Me acompañas?-

Bernardus le lleva a un Hospital y nada más entrar los chillidos agónicos y gemidos de los moribundos comienzan a inundar el silencio de la noche. Bernardus no parece molesto por estos inquietantes sonidos, y se sienta con los enfermos confortándolos en su dolor.

-Comprendo todo lo que los pacientes dicen en sus alaridos, y ellos saben que alguien los escucha y los entiende.- Los pacientes realmente parecen calmados en su presencia, mientas que sus amables palabras y su sensata conducta sirven también para ayudar a apaciguar al propio Bernardus y seguramente a su Bestia interior.

El fornido Bernardus confiesa que de vez en cuando escolta por la ciudad a una compañera niñera, muy buena llamada Aisha bint Wahiba ella cuida a amistosos peregrinos que comparten sus creencias, y de tal manera han de ser protegidos lo mejor que le sea posible.

De pronto …


Varsik, Antiguo Ravnos, Sire de Cadios
Varsik el Ravnos
Cadios se pasa la noche de taberna en taberna, tocando el laúd y coqueteando con las taberneras. Se gasta la misma noche todo lo que gana con su música y aumenta su rebaño con una tercera camarera, que ahora está loca por que Cadios beba de ella de nuevo, el placer que siente cuando el vampiro la besa es algo imposible de igualar con ningún amante mundano.

El Ravnos se encuentra en las cloacas con su contacto Almagor el Nosferatu e intercambian chismes de taberna sin la mayor trascendencia.

Aprovecha también para visitar a su contacto Toreador, Duyal Al-Malatya que aún continua triste por el asunto del niño de Netanya, aunque poco a poco se va reponiendo gracias a sus trabajos de caligrafía e iluminación.

Varsik, Sire de Cadios, envía a un ghoul mercader para que haga traer a su chiquillo Cadios. Se encuentran en la casa de uno de sus Ghouls en el Barrio Armenio de Jerusalén.

Varsik tiene el pelo negro y ojos brillantes capaces de mirar con sorprendente intensidad. Su atavío es discreto... para un Ravnos. Su mirada astuta sin resultar rastrera, y sonríe con una carismática combinación de embriagadora modestia y seductora confianza.

-Y bien chiquillo Cadios, aquel que fue elegido y dado por muerto, cuéntame tu historia…-

Cadios le explica a Varsik como sobrevivió y le hace un pequeño resumen de cómo ha llegado hasta aquí. El Sire escucha atentamente al chiquillo. Básicamente le dio su capa a un vagabundo necesitado que dormía en el bosque donde fue encontrado el cadáver de este mismo hombre calcinado, con su capa, por eso su Sire le dio por muerto. En cuanto a su pasado desde ese momento, se resume en una mujer única con la que ha visitado nuevos mundos hasta ahora, que ha llegado el momento de separarse. 

Varsik tras escuchar la historia de Cadios le pregunta: -¿Te preguntarás quien soy yo? Soy un comerciante cristiano armenio del clan Ravnos, con amplia influencia dentro de Jerusalén y lazos en la estructura de poder Cainita.  Aprovecho mi posición en el clan y fuera de él para influir en la distribución de comida, fondos e información, intentando asegurar unas perpetuas tablas entre las fuerzas cristianas y musulmanas.

¿Cuál es la esencia del poder, Cadios?- Escucha atentamente la respuesta de su chiquillo. Cadios le responde: -El poder colectivo, ya que una persona es capaz de lograr grandes cosas, muchas pueden conseguir muchas grandes cosas.

-No vas muy desencaminado chiquillo, el verdadero poder deriva –sentencia Varsik - de los contactos políticos que puedas tener y del conocimiento que seas capaz de amasar. No obstante, tu carisma debe ser importante y tus artes como orador combinadas con tu dominio del Quimerismo pueden congregar o espantar fácilmente muchedumbres anti-Cainitas, e incluso anti-Iglesia. De esta forma puedes inclinar en tu favor al público en una situación ya caldeada.  Y esta es mi especialidad chiquillo mío, y deberá ser la tuya si quieres un puesto a mi lado .

No debes olvidar que tu inmediata atención siempre debe verse atraída por cualquier conversación sobre los Matusalenes, reliquias sagradas o Antediluvianos. Y cuando sepas algo sobre estos tres temas, házmelo saber como si tu vida dependiese de ello.- Comienza a fumar de una vieja pipa de agua que le han preparado.

-Te daré un consejo, disfruta del caos y de estos inciertos tiempos que vive Jerusalén. Busca una posición cómoda y verás cómo esta ciudad abierta es  perfecta para los Ravnos, pues ninguna facción por sí sola es lo bastante poderosa corno para echarnos. Las presas, como políticos o financieros mortales, son muchas y están distraídas, disfruta con ellas.

Muchos de nosotros buscan destruir todo lo que es sagrado luchando contra los Matusalenes e intentan impedir la venida de los antediluvianos. Otros solo nos dedicamos a sobrevivir y sacar el mayor partido de la no-vida. Preocuparse por las mezquinas luchas internas de los mortales durante las Cruzadas no es para nosotros. Cada bando requiere suministros, y las provisiones para alimentar a los ejércitos, éstas son lo bastante difíciles y caras. de obtener como para que los mercaderes de Damasco obtengan un beneficio considerable. Los Ravnos nos aprovechamos de árabes, judíos y cristianos por igual, con dos excepciones: Están esencialmente interesados en las reliquias santas, que debemos liberar. 

Soy un buen aliado, pero también soy un inquietante enemigo, pero lo más importante es que los Cainitas desesperados se dignan a pactar incluso con los Ravnos, intercambiando ventajas y favores en un es fuerzo por restablecer su poder dentro de la ciudad.

Tengo tu primera tarea para mí: he escuchado un rumor, un guerrero europeo Salubri en peregrinación puede estar de camino a Jerusalén. Lo que ocurre es que es un rumor que lleva varios meses circulando y nadie lo ha visto aun.  Sabemos que los Salubri están siendo purgados por los Tremere, pero poco se del clan Salubri en la ciudad. Tu lo averiguarás para mí. Empieza por el albergue Al-Bimaristan al-Salahi, pertenece a el chiquillo de un amigo y parece que los rumores del guerrero Salubri se generaron en ese lugar. Investiga que ocultan esos muros llenos de peregrinos moribundos.

El al-Bimaristan al-Salahi funcionaba como un hospital que proporcionaba tratamiento médico gratuito a los soldados heridos y también a los civiles. Albergaba una farmacia y salas especiales para damas y hombres. También sirvió como una escuela para la medicina.- Explica Varsik antes de que su chiquillo se vaya a realizar la tarea encomendada.

Antes de irse Cadios ofrece a su Sire la oportunidad de vender unos viejos tomos que han caído en sus manos, las ganancias serán compartidas. Varsik le dice, haz este trabajo para mí y los venderé para ti.

Cadios llega al hospital de al-Bimaristan al-Salahi, en el barrio Cristiano, cuando de pronto …


Vaclav, Tremere
Choque de edades
Gabriel lo primero que hace es reconstruirse toscamente un brazo de metal para poner en su antebrazo, el que tuvo hace siglos se ha convertido en polvo mientras permanecía en letargo. Con chatarra y armas desechadas con su maestría en herrería Gabriel es capaz de hacerse una prótesis relativamente modesta, que al menos hace que no parezca un tullido.

Los pasos le han llevado a Jerusalén de nuevo y entra en una taberna del barrio judío. En ella hay alguien que le llama la atención. Tras un rato mirándose, ambos se percatan de su condición de no-muerto y se sientan en una mesa apartada de los pocos bebedores nocturnos del tranquilo lugar.  El hombre es un mercader bien parecido, bastante atractivo de rasgos bálticos, en torno a los 25 años, con marcas de viruela en su cara. Viste bien, a la última moda europea, y tiene sus ojos entornados como si le costase ver. Llevar una espada al cinto dejando entrever que controla el arte del esgrima.

-Buenas noches cainita, soy Vaclav, mercader báltico. Me gustaría mantener mi clan en secreto si no le importuna a su señoría. ¿Quién sois vos? ¿Y qué me decís de vuestro aspecto de morador del pasado antiguo? Escucha atentamente a Gabriel y después habla él.-

Ambos vampiros se entienden a pesar del hablar antiguo de Gabriel, ya que Vaclav está versado en antiguas lenguas.

-Yo llevo siendo vampiro hace tan solo diez años y está claro que mi no-es bastante más aburrida que la vuestra. Lo que daría yo por tener alguna oportunidad de salir de la rutina. Vivo en un sótano a las afueras de la ciudad y digamos que mi labor nocturna para mi Sire no me permite alejarme mucho, y mis obligaciones no me permiten romper lazos para ser libre.-

Gabriel hablando como puede la nueva lengua derivada de la que él habló hace tantos años, reconforta a Vaclav diciéndole que su Sire le recompensará, solo tiene que ser paciente. -Noto sabiduría en tus palabras a pesar de tu corta edad, si eres un buen hombre todo te llegará y serás libre.-  

Vaclav agradece las palabras de Gabriel y continua: -Estoy aburrido la verdad,  soy un hombre talentoso e inteligente que ha pasado los últimos tres años viviendo en un sótano. Cuando estaba vivo, eras alegre y vivaz... ahora, tras el Abrazo, estoy sumiéndote lentamente en una sombría depresión. Además, soy un eterno aprendiz, atascado siempre en la misma posición en tu relación con mi Sire. Asco de no-vida, lo que daría yo por un poco de acción...-

De pronto…


Aisha bint Wahiba,  Salubri
Encuentro de ciclopes
Albert Gutenberg, el Salubri, practica con su espada en las sombras de su refugio y cuando no lo hace camina en la oscuridad de la noche buscando alguien necesitado al que poder ayudar y recordando con nostalgia el Hospital en el que ayudaba hasta hace bien poco, de donde tuvo que marcharse porque era el dominio de un Antiguo Brujah que no quería que nadie se alimentase en su área de influencia.

De pronto un peregrino exhausto cae delante de él, entre sollozos masculla que iba camino del albergue  Al-Bimaristan al-Salahi para descansar de su camino, pero ha enfermado y pide por favor llegar allí, ya que tiene conocidos que pueden ayudarle. Albert lo carga al hombro y le lleva hacia el lugar que el peregrino le indica.

Albert por supuesto le ayuda a llegar, a pesar de la amenaza del Brujah de no acercarse a ningún hospital de Jerusalén.

Una vez llegan, se encuentran con Aisha, una niñera que tiene un sospechoso tono pálido en su piel, tiene unos 30 años y un aspecto maternal y destila un aura de serena alegría que hace de su presencia algo muy placentero. Su vestuario es modesto y sencillo, sin precisar especial cuidado ni atención.

La maternal niñera ayuda con al recién llegado a acomodarse en una cama donde descansa y come algo para recuperarse del largo y duro viaje hasta la ciudad santa de Jerusalén.

Una vez a solas Aisha bint Wahiba se presenta ante Albert y este le dice como se llama, mientras la niñera da una nota a una enfermera que se va rauda hacia la puerta del albergue.

-Bienvenido Albert -dice Aisha - este es mi hogar, por cortesía del señor de este dominio que me permite, trabajar y refugiarme aquí, donde tanto se me necesita. Su nombre es Pacifico y es Lasombra, está bien relacionado con el poder y exige un pago ínfimo para lo que realmente vale estar aquí. Deberíamos pagar nosotros por poder ayudar.

Tienes mano Albert, cuéntame ¿quién te enseño?- Albert le dice que fue soldado y que una vez emprendió el camino de la guerra, pero después lo abandono para ayudar a los necesitados –Aisha es discreta y no pregunta nada fuera de lugar. Y tras escuchar a Albert sonríe y continua:  –El camino de la guerra, Mi Sire y yo elegimos caminos diferentes y nuestra labor es útil para cada lugar en el que nos encontramos.  Su destino era regresar a Constantinopla y el mío venir a Jerusalén.

Muchas gracias por haber ayudado a este peregrino, si necesitas algo aquí estoy para ayudarte Albert, de corazón, puede ser que si no le hubieras guiado, hubiera muerto.-

Se la ve muy competente y compasiva, y Aisha se queda mirando atentamente a Albert, percibo en ti mucho sufrimiento, hay vivido mucho dolor, necesitas encontrar tu camino, ¿me equivoco? Te sientes como fuera de lugar en la vida ¿verdad? Tengo una habilidad para percibir las necesidades y dolencias de los demás.

Se muestra preocupada si necesitas ayuda Albert, recuerda que puedo ofrecerte todo lo que esté en mi mano.

Albert es un hombre de pocas palabras y explica que se sintió perdido en la guerra y aprendió a ayudar a las personas en vez de dañarlas.

De pronto …


Bendita agua
-Bueno -dice Vaclav a Gabriel -ha sido un placer compartir conversación con un vampiro con experiencia como tú. Me gustaría que me acompañases a las afueras de la ciudad donde emprenderé el camino a mi refugio.- Gabriel se excusa y Vaclav decide ir solo.

Ambos salen al callejón tras la puerta de la taberna y cuando Vaclav se despide al torcer una esquina un joven monaguillo se choca con Vaclav y rompe unas botellas que llevaba, vertiendo el contenido encima del vampiro. De pronto una violenta reacción sucede al caer el liquido en Valcav, los cristales de las tinajas caen al suelo y el humo empieza a envolver al comerciante, mientras grita y su piel se deshace como si fuera un bloque de  manteca arrojado al fuego. Las quemaduras son evidentes y el cuerpo de Vaclav comienza a derretirse como un pedazo de hielo al sol, mientras el olor a quemado es evidente. La cara de terror de Vaclav es evidente y sus ropas empiezan a calentarse y a prender fuego. Gabriel paralizado por la escena tan violenta examina con su Auspex al monaguillo por si hubiera sido un ataque premeditado, pero su aura denota pureza y nerviosismo, algo completamente normal, lo que reafirma la hipótesis de que ha sido un fatídico accidente.     

Vaclav se está quemando y si no fuera por el monaguillo hubiera muerto allí mismo. Este le apaga como puede mientras grita pidiendo ayuda y justo enfrente suyo una mujer abre las grandes puertas de un albergue, Vaclav cierra los ojos y muere...

Todos los personajes escuchan los gritos y acuden al auxilio del herido. Cadios, Albert, Jesper y Gabriel están allí viniendo de diferentes lugares.


El secreto de Aisha
Al escuchar los gritos, los personajes acuden encontrándose en la entrada del hospital de Al-Bimaristan Al-Alahi.

Hospital Al-Bimaristan al-Salahi


Aisha sin pensar arrastra al humeante e inerte cuerpo de Vaclav, mientras lo envuelve en su capa y ya dentro en la oscuridad toca las quemaduras de su cuerpo aún calientes, mientras lo hace cierra los ojos y se concentra. Las heridas empiezan a sanar y para Cadios es evidente que de su frente se abre un tercer ojo, parcialmente tapado por la cofia de la cabeza y el pelo de la mujer. La mujer al darse cuenta de que ha descuidado el uso de su poder ante extraños, se detiene y mira con pena a su observador, después baja la cabeza pensativa y pide a sus ayudantes que lleven al herido a una cama aislada y tranquila en los sótanos del hospital.

Vaclav exhausto abre los ojos, sus quemaduras tienen mejor aspecto y con voz quebrada pregunta dónde está. Aisha le dice que está a salvo que descanse, a lo que Vaclav extrañado responde -No necesito descansar, como vos soy un cainita.

Aisha avergonzada mira a Vaclav y este le da las gracias por salvarle la no-vida. Ambos vampiros se miran a los ojos durante unos segundos y es evidente que hay conexión entre ellos.

El hermano Bernardus coge la mano de Vaclav y le tranquiliza con su voz suave, rezando en latín por su recuperación.


Esta es mi alma
Aisha, con la voz temblorosa dice: -Ahora sabéis mi secreto…me abrazaron hace 163 años y soy Salubri. Desde la diablerie de Saulot, nuestro Antediluviano, por Tremere, ahora somos blancos para el clan de los Brujos. Casi todos mis hermanos han muerto bajo sus sucias y traidoras manos sin poder hacer poco más que huir y suplicar por sus no-vidas. Y eso ha hecho que tengamos que huir, o escondernos, o peor mentir a nuestros compañeros cainitas solo por miedo a ser cazados por los Tremere.

El contacto entre los de nuestro clan se hace cada vez más importante, solo juntos, aumentando nuestro poder podemos defendernos como es debido. Es evidente que necesitamos aliados, y los buscamos, sabe Dios que lo hacemos.

Y en esa búsqueda debemos ser cautelosos, pero hay instantes en los que la Mascarada cae y dejamos ver nuestra verdadera cara, nuestro alma. No podemos evitar ser quienes somos. ¿Guardareis el secreto? ¿Puedo confiar en vosotros?-

Los cuatro personajes opinan lo mismo, puede confiar en ellos y guardarán el secreto. Jesper sentencia: -Vive y deja vivir.

Aisha continua hablando: -os lo agradezco de veras. Solo gracias a la generosidad de los demás podemos llegar a ser alguien. Yo misma gracias a la generosidad de los Lasombra puedo tener un hogar. Llegué a Jerusalén sin tener donde refugiarme, ni donde ayudar a los necesitados, encontré este Hospital y supliqué ayuda al Señor de este Dominio, y me la otorgó. Pacifico me acogió … a un coste mínimo para mi, únicamente de vez en cuando uso mis habilidades para ayudarle a obtener información de los peregrinos enfermos.   

Pacifico es un Lasombra con cierta influencia que mantiene este alberque fuera de la red del resto de Hospitales de la ciudad, perteneciente a un Antiguo Brujah  llamado Bonifacio, eso de noche por que de día los hospitales responden ante el gobernador Islámico … aunque seguro que todo esto ya lo sabéis y os estoy aburriendo con mi palabrería…- dice avergonzada.

Gabriel rompiendo la tensión se remanga la camisa, enseña su brazo de metal construido por él mismo y le pregunta a Aisha: -¿Hay algo que hacer con esto?- Aisha le explica que si murió y fue abrazado ya manco no se puede hacer nada, lo lamenta. 

Aisha, suspira sin necesidad y continua: -aquí disfruto de un refugio, ayudo a los necesitados y eso también me ayuda  a mí. Me alimento sin peligro de un apacible rebaño, sin temor a hacerles daño.  

Ahora que sabéis quien soy, sabéis donde podéis encontrarme si necesitáis mi ayuda. La niñera bizantina Aisha Bint Wahiba de Antioquía, esta a vuestro servicio.- Aisha se disculpa y se va a cuidar a los heridos del hospital, no sin antes despedirse de Vaclav con una amplia y sincera sonrisa.

Cadios a solas le cuenta el rumor del caballero europeo Salubri de camino a Jerusalén, originado en este hospital. Le aconseja que tenga mucho cuidado y tome todas las medidas de protección posibles. Aisha le dice que no hay mucho Tremere en la ciudad y los que hay no son peligrosos, pero agradece su consejo y lo llevará a cabo.


Vaclav agradecido
Vaclav, convaleciente pero contento, agradece la ayuda prestada por los personajes mientras no quita ojo a la niñera hasta que se va. Su expresión es de felicidad absoluta, como quien hubiera visto el cielo.

Cambiando su semblante, se pone más serio y con voz suave y calmada explica a los personajes quien es:

-Soy Vaclav, Tremere de Letonia en el báltico. Chiquillo al servicio de Mara, mi Señora Regente de su propia Capilla. Hace diez años que me abrazó y soy un buen aprendiz que se vale por si mismo incluso Regento la Capilla cuando mi Señora lo requiere. Vivo fuera de Jerusalén, en la gran villa de un mercader báltico.

Vaclav dice haber visto el ojo de la frente de Aisha cuando le curó, supone que es algún tipo de disciplina que desconoce, pero le ha vendo estupendamente que la niñera tuviera dicho poder justo cuando me ha ocurrido este fatídico accidente. Jesper le asegura que Aisha es Toreador, a lo que Vaclav asiente sin darle importancia. Parece que no sabe mucho sobre estos temas.


Flechazo
Aisha vuelve a curar a Vaclav y entre ellos hay dulzura, ternura, complicidad … amor. Saltan chispas, es evidente que sus Disciplinas de Auspex a niveles altos han hecho que sus sentidos sean capaces de sentir igual que cuando eran humanos, y lo que es más extraño, ha sido recíproco.

La niñera percibe que Vaclav no es feliz, cree que su pasión por la vida se apagó hace mucho, percibe su necesidad de acción, su espíritu de libertad, su dolencia y así se lo transmite mientras le limpia las heridas.

Vaclav se sonroja, su sangre ha fluido hasta sus mejillas sin darle orden alguna… y el Tremere calla.

No hay ningún tipo de enemistad entre ambos. Es extraño incluso antinatural verlos juntos, tan bien, tan a gusto.

Aisha le pide a Vaclav que se quede hasta que cure sus heridas por completo, el joven Tremere accede y la niñera le ofrece su rebaño para alimentarse, ella traerá su Vitae para que se cure.
    
Vaclav accede de buena gana a quedarse y pide papel, pluma y tinta. Escribe una carta:

“Me entretuve en Jerusalén, regresaré a la Capilla mañana a primera hora. No es necesario que avises a Mara. Vaclav.”
  
Tras escribirla sin ningún secreto, pide a los personajes si le pueden hacer el favor de llevar esta nota a uno de sus contactos, en el barrio judío. Le dais la nota y le decís que estoy bien, que regresaré mañana.


Contacto Tremere
¿Vosotros?
Llevan la nota cruzando la muralla del barrio judío y sorteando los guardias que vigilan las entradas y salidas y una vez ante el contacto de Vaclav reciben la sorpresa de que conocen a esta persona. Es la mujer misteriosa encapuchada que negoció cierta influencia en la iglesia ortodoxa a cambio de unos fragmentos del Libro de Nod.

La mujer sorprendida, y muy cauta, piensa al principio que los personajes la han seguido sin su consentimiento y así se lo hace saber. Estos le explican que ha sido todo una pura casualidad y que les envía Vaclav.

La mujer lee la nota cerrando los ojos y pregunta muy preocupada: -¿Qué le ha ocurrido a Vaclav?  

Le explican la situación y le entregan la nota. También le transmiten el mensaje que el Tremere les cito.

La encapuchada hace ademán de obediencia a Vaclav y asiente, da las buenas noches y cierra preocupada. 


Afianzando lazos
Los personajes regresan para confirmar a Vaclav que han entregado el mensaje y ya se hace tarde para regresar a su refugio, así que, Aisha les ofrece unos catres en el sótano, lejos de la luz solar y de curiosos. Solo podrán quedarse esta noche, ya que este hospital no es suyo es de Pacifico  y no sabe cómo le sentará si se entera de que tantos cainitas se han quedado en su dominio sin permiso. Mejor no molestarle y se irán mañana y ella se encargará de que no haya problema.

Gabriel se acuesta nostálgico como buen Toreador, pensando en el amor verdadero. Mientras Cadios compone una balada llamada “la Dama del Lago”, lo hace tan bien que no deja impasible a nadie de los que la escuchan en el hospital, y esa noche el dolor es más llevadero para los enfermos.

Se despiertan y Vaclav y Aisha ya están charlando amigablemente. Tienen mucha complicidad y no parecen molestos si alguien está allí con ellos, para ambos es como si estuvieran solos.

Llega el momento en el que Aisha le pregunta su clan y al decirle este Tremere, sin darle ninguna importancia, ella se sorprende y le pregunta -¿no sabes nada de mi clan verdad? – El responde es la primera vez que oigo ese nombre. Aisha un tanto incrédula explica que sus clanes Tremere y Salubri están en guerra y son enemigos desde que el Señor de su clan diabolizó al Señor de los suyos y no contentos con eso habéis exterminado a la mayoría de los nuestros.

Vaclav lamenta oír eso, y se disculpa por su parte. Le dice que no tiene nada que temer, que el no va a dejarse llevar por historias que no le conciernen, aunque sea Tremere, él tiene criterio y libertad de decisión. Su Sire no tiene por que enterarse de esto.

Aisha anonadada sonríe y ambos le quitan hierro al terrible asunto que tantas veces le ha quitado el sueño.  

Se les ve más unidos que ayer, se ríen más y sus rostros se iluminan cuando están juntos, podría decirse que están empezando a ¿enamorarse?… 

Ambos deciden quedarse una noche más y Vaclav decide irse mañana sin avisar a nadie, no tiene que dar cuentas a los ghouls de su Sire, son ellos los que están al servicio del propio Vaclav así que tendrán que amoldarse al nuevo horario de su Señor. Y mientras lo dice Aisha y Vaclav ríen a carcajadas, un sonido que nunca se había oído en los pasillos del sucio albergue, más bien se oía todo lo opuesto, gritos de agonía y lamentos.

Aisha permite a los personajes quedarse una noche más si lo deciden, sino ambos se despiden de ellos, ya que mañana Vaclav, con todo el dolor de su corazón y deseando volver,  partirá hacia la Capilla para seguir con sus quehaceres. Y así sucedió la noche siguiente, Aisha y él se fundieron en un largo abrazo y un puro beso de amor. Después Vaclav se fue sonriendo como un niño con zapatos nuevos y Aisha se quedó feliz y pensativa en su hospital de moribundos.

Para terminan la noche deciden animar una taberna con una fiesta en la que los cuatro personajes disfrutan y se divierten a su manera. Albert no consume vitae de embriagados pero el resto se emborracha, baila y canta con los humanos que les bailan el agua. Bernardus irrumpe en la taberna mientras la fiesta está en pleno auge, y les dice que ha visto una gárgola volando cerca del hospital de Aisha, y que tiene miedo, deben ayudarle por favor. Intentan llevarse a los lugareños borrachos y un intrépido humano se va con ellos diciendo “que él no se llama tentenpieeeee”  . Entre risas y efectos del alcohol corren hacia el hospital para ayudar a Aisha. Por el camino de la borrachera que lleva Cadios se pierde y no llega con el resto.
     

Rusticus, Gárgola de Mara
El Infierno de Rusticus
Rusticus la Gárgola de Mara, irrumpe en el hospital donde trabaja Aisha y de una forma violenta acorrala a la Salubri en un sótano y la agarra del cuello clavándole las uñas en su fina piel blanca.

Su aspecto es el de una gran, rocosa y bípeda figura. No del todo corpulenta, Rusticus es una criatura de elegantes curvas y afiladas espinas. Su piel está cubierta con un diseño natural de barroco grabado. Rusticus no es un canalón toscamente labrado para adornar una catedral de segunda categoría en alguna parte; es una obra de arte por sí misma.

Los personajes, irrumpen en la escena en un segundo plano y Gabriel se queda perplejo por su belleza y no puede dejar de mirarla, su belleza le abruma, al contrario Albert, como “toreador” debería de sufrir la debilidad del clan, pero Jesper se fija en que no es así, ¿quizás no sea un Toreador como afirma? Nadie sabe que en realidad es un Salubri como Aisha.

La Gárgola se percata de la presencia de los personajes pero sigue con su cometido.

Con una voz desgarrada la gárgola habla mientras agarra a Aisha del cuello y la eleva contra la pared: -Me llamo Rusticus y suelo ser una Gárgola muy amable y servicial. Pero hoy tengo ordenes de mi señora Mara, Regente Tremere y Sire de Vaclav…-

-Arrancaré tu linda cabeza de tu frágil cuerpecito si no haces caso del mensaje que voy a darte. No eres la primera ni la ultima que muere bajo mis garras.- El dedo de la gárgola se prende como si de una vela se tratase y con la pequeña llama cerca de la cara de Aisha, que está muerta de miedo con los ojos cerrados, mientras la Gárgola continua:

-No voy a matarte, solo debo entregarte un mensaje, es bastante sencillo de transmitir, aléjate de Vaclav, está muerto para ti, y si te acercas, seguramente lo estará definitivamente por tu culpa, por no hablar de tu propio destino que será alimentar la tierra que pisas con tus frágiles pies. En el clan Tremere no hay tiempo para la debilidad humana llamada amor. ¿Te ha quedado claro niñera? . Soy bastante feliz como la criatura que soy y si te acercases a Vaclav puede que yo pague las consecuencias por no haber dejado claro mi mensaje. ¿ha quedado suficientemente claro el mensaje?- Rusticus levanta la zarpa amenazante, apagándose la llama de su dedo. 

De pronto un anciano irrumpe en el sótano, parece un anciano inofensivo y lleva un bastón que le ayuda a caminar. Su pelo y larga barba son blancos y sus ropajes son pobres y desaliñados.

Su expresión es de ira absoluta y levantando el bastón grita:-¡¡¡ Yo, Nahum Ben Enosh, chiquillo de Saulot invoco el nombre benditoooo !!!-

Tras estas palabras se desata el infierno, el viento sopla como un huracán y el fuego rodea la estancia como si se hubiera convertido en un calabozo del infierno. El calor es abrumador y el terror de ver el Infierno es tan abrumador que cada uno de los presente tiene su propia visión personal del lugar.

El infierno de Albert es ver morir a los que quiere sin poder hacer nada. Gabriel ve como el pueblo hebreo es exterminado por el Arca de la Alianza que tanto venera. Y Klaus que ahora ha tomado el control del cuerpo de Jesper transformándose en ese fofo, menudo y despreciable payaso, ve como la belleza le rodea y el no puede hacer nada para destruirla ya que se encuentra encadenado.   

Algo tiene en común y es que el anciano irradia el aura de un legendario guerrero angelical, sus alas se despliegan erizadas y de un ojo en su frente emana luz dorada que baña a la Gárgola. La visión del Guerrero de Dios, es formidable y aterradora, el fuego desaparece y la luz baña cada rincón del sótano. Todo parece limpio e inmaculado y las armas brillan como si fuesen de luz y todos se sienten capaces de hacer cualquier cosa a su lado.

Ha sido algo maravilloso imposible de olvidar y todos se encuentran de rodillas cuando la luz cesa y el anciano se interpone entre la niñera y la gárgola. Rusticus está en el suelo inmovilizado de terror y mira al anciano incrédulo como si viera a la muerte en persona.

Aisha abraza a Nahum llorando sangre y el vejo alza la cabeza amenazante hacia la gárgola, que poco a poco se levanta y huye volando atravesando el techo y una pared. El Salubri la deja ir y no permite que se la infrinja daño mientras huye, va en contra de su senda, donde es el máximo exponente, la caballería.

El sótano se ha vuelto pequeño y sucio de nuevo y todos salen del lugar antes de que vengan los humanos atraídos por el ruido y el desastre montado.


Nahum, Matusalén chiquillo de Salubri
Nahum, chiquillo de Saulot
Una vez a solas, los personajes están impresionados al contrario que Nahum que está cansado y con ganas de pasar página.

Soy Nahum, erudito Salubri, he intentado estar al margen todo el tiempo que llevo en Jerusalén, pero hoy no lo he conseguido. Siempre que venía el monje Malkavian me ausentaba a sus ojos para no llamar la atención. 

Espero que seáis discretos en cuanto a lo que aquí ha sucedido esta noche. Como sabéis mi clan está amenazado y los pocos que quedamos no queremos problemas.

No quiero guerra, ni violencia, aunque conozco ese camino, ya he vivido mucha en mi larga no-vida como mando derecha de Saulot y estamos en el final de nuestro camino como clan.

Soy viejo y estoy cansado y desanimado. He considerado el sopor como una opción de salir de la escena por fin y descansar.

Jerusalén es un sitio tranquilo para nosotros ya que los Tremere no tienen Capilla y gozan de poca influencia y poder.

Desde que Saulot fue asesinado los supervivientes hemos sido perseguidos y cazados por los Tremere y los pocos que quedamos estamos desorientados y sin líder no sabemos qué hacer. No hay esperanza y el agotamiento me deja pocas opciones …-

Aisha le dice: -mi Señor debes quedarte en Jerusalén, ayudándome, no te vayas de aquí. Sé que estás de paso pero sabes que los Tremere ven en Jerusalén una joya que robar. Nos buscan, continuamente y su excusa de ser un enclave mercantil para sus intereses, solo es una mascarada que no tardarán en dejarla caer y desatar otro infierno como el ocurrido aquí o en la primera cruzada, sabes bien que no les importará que todo Jerusalén muera, cainitas y rebaño si con ello se nos llevan por delante …- llora sangre y cae al suelo.

Nahum la mira con pena y la dice: -ya no soy el guerrero que antaño acompañó a Saulot, ahora me siento cansado y debo descansar …-

Y poco a poco abandona la estancia mientras Aisha llora desconsolada.


La desesperación de Aisha
La noche siguiente, con los efectos de la resaca de la juerga anterior, se reunen y beben una jarra de Vitae que la Salubri les deja siempre que se quedan en el hospital.

Esta noche Aisha está muy seria:- Imploro vuestra ayuda. Temo por la no-vida de Vaclav, no quiero que sea castigado por mi culpa- las lagrimas de sangre corren por sus mejillas. –No temo a la muerte, debo hacer algo. Se que si me pongo en peligro Nahum me protegerá, no tengo miedo. Pero quiero solucionar esto, no puedo vivir así. ¿debo huir? ¿Debo liberar a Vaclav? ¿quizás es el final de mi camino?. Amo a Vaclav y haré lo que sea necesario para librarle de esa Mara.-Necesito que vayáis donde su Sire y le pidáis que permita a Vaclav decidir por el mismo, necesito que habléis con él. Que al menos lo intentéis, si no se lo que el siente, o quiere hacer, no puedo decidir, no quiero perjudicarle, pero no quiero perderle tampoco. Si no vais vosotros iré yo sola, me da lo mismo si es lo último que hago…- 

Mientras está llorando una enfermera del hospital la buscaba, le da una nota, ella dice que debe irse, un sin clan necesita su ayuda, le dará cobijo en el hospital hasta que se pueda ir de una forma segura, debo ayudarle. Habladlo y dadme una respuesta, mañana actuaremos, si es que no muero de pena.- Se pone la capucha y se va llorosa con la enfermera que se preocupa por ella y la consuela por el camino.

Cadios se va a pensar cómo solucionar este entuerto y camina por las calles del barrio armenio para encontrar inspiración.

Los personajes hablan del asunto y deciden ayudar a la Salubri que tan bien se ha portado con ellos siempre. Cuando se lo dicen se pone tremendamente contenta y les dice que les debe la vida.


Mara, Regente Tremere
Mara la Tirana
Mara a través de su ghoul la encapuchada misteriosa, les pide encontrarse en su Villa, a las afueras de Jerusalén. En la gran villa del mercader báltico.

En la casa del  mercader, ahora desierta, y seguramente protegida de todo daño hacia los Tremere. Mara les espera, hay un soldado armado en la puerta que entra con ellos.

También se encuentran Vaclav, Rusticus y la encapuchada, todos en pie flanqueando a Mara, ella se encuentra sentada en una larga mesa de comedor. Al otro lado sillas para los personajes. Gabriel es ver a la Gárgola y ya no puede pensar, hablar ni hacer nada, se queda hipnotizado por su belleza suprema.

El lugar emana poder, parece protegido para los anfitriones. Mara les expone con firmeza:

-No quiero problemas con ningún vampiro, no os conozco ni os deseo mal. Y esto puede seguir así. Únicamente os pido que no os metáis en mis asuntos, que son los que tienen que ver con el clan Tremere, mi chiquillo, mis intereses en la ciudad y por supuesto los Salubri. Ni vosotros ni yo podemos interceder por ellos, ya han sido juzgados y declarados culpables por autoridades que no se me ocurre cuestionar, deberíais hacer lo mismo. Si os ponéis en mi camino os llevare por delante, con toda la fuerza del clan. Ser inteligentes y no os enfrentéis a mí ni a mi clan y todos saldremos ganando. Si nos llevamos bien, cuando dispongamos de una capilla en la ciudad por supuesto podremos ser aliados y ayudarnos mutuamente, habréis elegido bando ganador.-

Vaclav no es capaz de mirar a los personajes, mientras que Rusticus y la encapuchada no les quitan ojo, al igual que el soldado armado de la puerta.

Conversan y la cosa se tensa ya que Mara no cede ni un pelo y no quiere escuchar historias de amor. Jesper se encara ante la Tremere y esta está a punto de ajusticiarle por impertinente y en el momento más tenso una mujer de ropajes oscuros y capa roja irrumpe en la casa … es ¿Inés? La joven hermana menor de los Arista que hace tiempo se fue de Jerusalén. Fue abrazada por los Tremere y sin Sire ni orientación huyo de la ciudad hacia un futuro incierto perseguida por la santa Inquisición. Pero aquí está e interponiéndose entre Mara y los personajes dice a la Tremere: -Soy Inés, Ancillae de la Capilla de Chipre y yo respondo por ellos. Son amigos de mi familia humana y les debo la no-vida.- Tras ella su silencioso guardaespaldas.    

Inés Arista, Tremere

Mara les permite salir y Inés les acompaña a la ciudad. Les cuenta que consiguió llegar a Chipre, y fue acogida por la capilla Tremere a pesar de su turbio pasado con su difunto Sire Sebastián, al parecer no tenía muchos amigos en Chipre y se tomaron su defunción como algo positivo que me abrió las puertas a un nuevo comienzo. No me ha ido mal y he conseguido la libertad para regresar por fin. Quería saber de mi familia y de sus amigos.

Los personajes le ponen al día y lamenta las muertes, dice que les ayudará en lo que pueda. De momento se quedará en una posada del barrio Cristiano. Había traído un talismán para Yrian el Gangrel, era para ocultar las vetas negras de su aura, como pago por haberle salvado la vida. Una lástima que haya llegado tarde. Jesper le pide el talismán para él y le dice que estará en deuda con ella. Inés se lo piensa y cree que si lo lleva será mejor para todo el grupo con lo cual se lo presta hasta que se vaya de la ciudad, en cuyo momento acordarán qué hacer con el talismán. Jesper accede a las condiciones de Inés y se pone el anillo transparente como el cristal, que al entrar en su dedo corazón de la mano izquierda se vuelve negro como un tizón y presumiblemente ahora su alma estará sin manchas de la Diablerie, el mayor de los pecados de la Estirpe. 
Anillo talismán,
absorbe Vetas Negras


El engaño
 A la noche siguiente, Vaclav contacta con ellos, les dice que es muy importante que vengan solos, es de la máxima importancia verse, deben encontrarse en la puerta de las basuras. Van Cadios, Klaus y Gabriel, Albert decide quedarse en el hospital protegiendo a Aisha.

En el lugar acordado, Vaclav les explica que está muy apenado y que no se perdonará jamás lo que ha hecho … llora sangre y dice que ahora mismo mientras están aquí con ellos Rusticus está matando a Aisha –¡¡¡¡Nooooooooooooooo!!!!-  Grita con toda su alma y se derrumba, sus intereses están enfrentados y seguramente el vinculo con su Sire hable por él. Llora sangre en el suelo sin poder personarse. Pide a los personajes que acaben con su no-vida, ha sido utilizado por su Sire y no la desea mal, pero yo merezco la muerte, ella ha muerto por mi culpa, no ha hecho nada...

Gabriel corre en dirección el hospital para ayudar a Aisha, y espera no llegar tarde. Klaus estaca al débil y llorón Vaclav. Cadios lo carga y se lo lleva camino hacia el desierto y carga con él cruzando las murallas de la ciudad. Klaus se empala por accidente y queda a la en temperie cerca de un terraplén al otro lado de la muralla de Jerusalén. Quizás sea lo mejor porque el ansia diabolista ya estaba llamando a la puerta para beberse el alma de Vaclav.

Cadios ya en pleno desierto arroja al suelo a Vaclav aun empalado. Se despide de él, que sigue llorando sangre con cara de culpabilidad. Cadios le mira y le dice: -te despertarás y allí donde estés, te encontraras bien, por fin.-  Acto seguido desenfunda una espada corta y lo decapita. El cuerpo a penas envejece unos años, es imperceptible. El Ravnos registra las ropas del muerto sin encontrar nada de valor.

Cadios regresa muy pensativo y al ver a Klaus empalado lo azota con su espada a modo de reprimenda y lo suelta, momento en el que reaparece Jesper y el cuerpo del Malkavian se transforma en la nueva personalidad.

Ambos vampiros van lo más rápido posible al hospital para ver lo que ha ocurrido.


Muerte de dos Salubris
En el hospital Albert escucha un ruido en el sótano.  Cuando llega ve a la gárgola que tiene inmovilizada de terror a Aisha y se dispone a matarla. Sin que Albert pueda evitarlo, Rusticus decapita a Aisha y bebe la sangre de su cuerpo inerte.

Rusticus mira amenazante a Albert y le ruge enseñando sus fauces ensangrentadas. Albert, espada en mano se queda inmóvil y el monstruo aprovecha para atacarle. La Gárgola se lanza volando hacia el Salubri y ambos chocan en un violento golpe. El combate está muy igualado y entre zarpazos de Rusticus y espadazos de Albert, ambos luchan enfrentándose mientras se lanzan contra las paredes del sótano en su lucha salvaje.
En ese momento llega Gabriel, que con celeridad ha corrido como un rayo, pero al coger una vela para lanzar a la gárgola, el terror por el fuego le invade y la bestia le posee para huir por su vida, ya que una sola llama es suficiente para acabar con su no vida, así que el toreador en Rõtschreck huye como alma que lleva el diablo. 

Rusticus en un certero golpe introduce sus zarpas en pecho llegando al corazón inerte de Albert e hiriéndole gravemente. Tras varias embestidas más y fallos en golpes de Albert un certero garrazo decapita a Albert Gutenberg causando la muerte definitiva del Salubri.

Llegan Cadios y Jesper pero es demasiado tarde. Se encuentran con el cuerpo de su compañero Albert y con el de Aisha ambos decapitados. Investigan el lugar y llegan a la conclusión de que una gárgola los ha matado hace escasos minutos. 

Nahum aparece en silencio y viendo el cuerpo de Aisha, no escucha nada de lo que le dicen los personajes, solo llora y decide irse a descansar en letargo. Entra en una alcantarilla, y lo pierden en la oscuridad. Cadios le insulta intentado llamar su atención y de la rabia le grita sin obtener reacción alguna por su parte.


¿Guerra o tregua?
Cadios y Jesper están muy enfadados por la muerte de su compañero y barajan varias líneas de acción, como la de atacar a los Tremere o incluso enemistarse con ellos por lo ocurrido.

Cadios culpa a Nahum de no haber hecho nada teniendo el poder suficiente para haber protegido a Aisha y matado a la gárgola. Jesper echa la culpa a los Tremere y le enseña la cabeza de Albert para que se dé cuenta de que han matado a uno de los suyos.

Cadios, se queda con la espada y el colgante de Albert y despúes entierra sus restos junto a los de Yrian e Inisaq, sus compañeros caídos. En su lapida esculpe: “Luchaste hasta el final por tus creencias cuando los que eran más antiguos que tu no hicieron nada para evitarlo.” También entierra alado de Albert a Aisha y en su la pida pone: “Espero que te reúnas con aquel por el que has muerto”. 

Ghoul de Inés
Inés se encuentra con ellos y llega a la conclusión de que Albert también era Salubri al examinar su frente, tiene la marca del ojo de la frente cerrado, fuente de poder Valeren, de los Salubri.

Gabriel intenta contactar con el antiguo Lasombra el Padre Cristiano al que se presentó pero no consigue localizarlo donde lo hizo la otra vez.

Hablando con Inés llegan a la conclusión que es más inteligente no hacer nada al respecto de lo ocurrido con los Salubri. Las consecuencias de una enemistad abierta con los Tremere podría ser su perdición, se encuentran en inferioridad lo miren por dónde lo miren.

Inés ofrece interceder con Mara y hacer un pacto de no agresión entre ambas facciones, para no enemistarse. Incluso podrían barajar una alianza pero lo harían con todas las consecuencias.

Tras sopesarlo largamente deciden que la alianza es ir demasiado lejos, no quieren ser marionetas de los Tremere, pero si firmarán el pacto para no tener problemas con los Brujos.

Inés le plantea a Jesper si ser un esclavo de un Tzimisce, el Conde Radu, que le condiciona su conducta desde un lugar tan lejano como Transilvania, le compensa. Jesper sigue empeñado en que es leal a los Demonios, a pesar de un día haberse comido a uno de ellos hasta el alma, su primera dieblerie de hecho.

Inés les deja solos mientras va a cazar y los personajes tienen una dura discusión sobre el tema.

Gabriel no puede entender como acaban de matar a su compañero Albert y encima se plantean ser aliados de la asesina.

Klaus cree que pactar con los Tremere es hacer un pacto con el Diablo, cree que los Brujos van a manipularles y esto no es más que un regalo que parece oro pero en realidad e una gran … mierda.

Cadios sin embargo aboga por la concordia y propone una alianza estratégica con los Tremere, mejor de aliados que de enemigos. Si los demás se niegan entonces él se negará a ser aliado de los Tzimisce, siendo consecuente no seguirá a ninguno de los dos bandos.

Klaus insiste en que esta alianza es una trampa.

Y al final deciden acordar un pacto de no agresión, es decir una tregua  y mantener el contacto con Inés que es la única que les ha demostrado su buena fe, aun siendo Tremere.


Pactando con Tremeres
Aún con el dolor palpable de la pérdida de su compañero Albert, Mara pide se encontrarse con los personajes en la casa de la encapuchada, su misteriosa ghoul y allí les ofrece un trato:

-Me decís donde está Nahum, el chiquillo de Saulot y conseguiré como pago que todos vosotros descendáis de generación, sea cual fuera la que tengáis actualmente, lo haré con la sangre del Matusalén Salubri. Después sus asuntos quedarán zanjados y acordarán el pacto de no agresión y serán aliados en lugar de enemigos.

-La otra opción es negaros, que seamos enemigos y un día encuentre la tumba por mi cuenta y me recompensen con abrir una Capilla por acabar con la mano derecha de Saulot.

Sangre de cuarta generación, preparada para descender de generación con solo probarla. Y una Regente de la nueva capilla de Jerusalén aliada para subir de posición, influencia y lo que deseéis. Elegid bien. Se va levitando y desaparece entre la oscuridad del cielo.-

Sin pensárselo mucho, Cadios y Jesper acceden al pacto. Gabriel está atontado admirando la belleza de Rusticus y no pude hablar, así que Jesper responde por él, moviendo su mano para alcanzar el pacto con la Tremere. Los tres vampiros estrechan la mano con Mara en señal de haber llegado a un acuerdo beneficioso para ambos bandos. 

En el pacto se baraja la alianza con los personajes pero deciden ser contactos y más adelante verán si avanzan sus relaciones. Ambas partes están de acuerdo en los términos del acuerdo y de pacto de no agresión.

Cadios escupe sangre al suelo y explica con pelos y señales y con rabia hacia Nahum, donde y cuando lo perdieron y por qué lugar se metió exactamente a las alcantarillas con la intención de entrar en letargo. Mara sonríe maléficamente, ya tiene lo que quiere.

Cuando salen y Gabriel recupera su conciencia al dejar de ver la obra de arte llamada Rusticus, le explican al pacto al que han llegado con Mara, ahora solo les queda esperar.


Las tinajas de la Diablerie
Una noche después, reciben un arcón con tres pequeñas tinajas selladas con cera roja y un pequeño libro manuscrito con una nota encima que pone: “de parte de Mara”. 

Los tres vampiros beben del brebaje hecho con Vitae de Matusalén y tras sufrir unos orgásmicos espasmos y sentir la potencia como recorre todo su cuerpo,  y se sienten más poderosos y así es ya que los tres han descendido su generación como Mara les prometió. Elevan los brazos sienten la poderosa Vitae recorriendo su cuerpo, se sienten capaces de lograr cualquier cosa.   

Nueva personalidad
de Jesper, Malkavian
Aun eufóricos suponen que Nahum ha sido encontrado por Mara y Cadios no puede evitar pensar que se lo merecía por su actitud de vencido, cuando en realidad Gabriel dice que solo era una víctima más de esta guerra injusta y desequilibrada que está exterminando a todos los Salubris del mundo conocido.

Klaus que ha sido el que ha bebido de la tinaja entra en frenesí y grita golpeando las paredes hasta que se cansa y cae al suelo hecho un ovillo. Cuando se levanta lo hace una bella e inquietante mujer en su lugar, tiene el cabello claro y su sonrisa le delata, es una nueva personalidad de la mente de Jesper, la sexta nada menos, empiezan a ser multitud.

Los tres únicos Salubris que había en la ciudad Santa de Jerusalén han muerto en una misma noche aniquilados por los Tremere, al único coste de un inexperto y enamoradizo neonato llamado Vaclav. 

Aunque en verdad, solo Mara la Antigua Tremere sabe si Nahum, el Salubri chiquillo de Saulot, está no-muerto o convertido en cenizas tras ser diabolizado.  


El diario de Nahum
El librito que hay en el arcón es el diario de Nahum, ha sido traducido del Enoquiano, el idioma de la segunda ciudad, por los Tremere y  ahora en latín pueden leerlo.

“Diario de Nahum Ben Enosh, chiquillo de Saulot: Empecé siendo un estudioso del Talmud, ocupando sus días en la Yeshiva, estudiando y debatiendo los sutiles puntos de la ley judía.

Recuerdo como un anochecer, cuando me dirigía a casa, hubo quien alcanzó a oírme decir que lamentaba la inminencia de mi muerte. La vejez se acercaba, y yo lamentaba todo el conocimiento que no tenía tiempo de adquirir. Fue Saulot quien me oyó, y quien me Abrazó.


Pasé los siglos que siguieron aprendiendo y transmitiendo su saber a otros. Aunque desesperaba por no poder reconciliar nunca la prohibición de tomar sangre con mi Cainismo, me resigne ante el hecho de que los planes de Yahweh estaban muy lejos de mi exiguo y mortal entendimiento. No pudiendo soportar el tener que alimentarme de sangre, no podía imaginar existencia como guerrero Salubri, así que en lugar eso siguió el camino de la sanación. Tuve antaño una considerable influencia sólo inferior a la de Saulot


No mucho después, aparté ligeramente mi inquisitiva naturaleza de la total dedicación a los estudios de la Tora, para incluir además el estudio de pactos demoníacos. ¿Qué son exactamente, son los demonios? ¿Por qué Yahweh nos permite seguir existiendo? ¿A qué propósito sirven? ¿Es posible controlarlos? ¿O acaso tanto Cainitas como rebaño están sencillamente engañándose a sí mismos al creer que es posible dominar a un demonio?


Siendo un Erudito de considerable reputación, me he dedicado a mis menesteres siglo tras siglo, me encuentro, no obstante, enormemente afligido por los sucesos de los pasados cincuenta años y estoy teniendo dificultades con la actual falta de liderazgo en el clan.


Hace unos años, oí que Aisha bint Wahiba proporcionaba favores clandestinos a otros Salubri, transmitiéndoles mensajes y dirigiéndolos a refugios seguros. Comencé a plantearme la posibilidad de viajar a Jerusalén para encontrarme con ella. Si allí hubiera un posible sucesor de Saulot, tal vez Aisha sabría el paradero de tal Salubri. Otro motivo para ir a Jerusalén me vino de saber que Moisés Maimónides, un estudioso de la Torá de fama internacional, se encontraba en Jerusalén, en calidad de médico personal de Salah al-Din.

Por desgracia, para cuando llegue a Jerusalén, Salah al-Din había muerto, y Maimónides había dejado la ciudad. Lamento no haber podido intercambiar opiniones sobre demonios con Maimónides, pues había contado con su sabiduría. No va a ser así.

Aisha bint Wahiba desea que me quede y la ayude en el hospital, aunque ese Malkavian, Bernardus, que parece poseído por el demonio, hace plantearme lo contrario, pero pienso que seguiré mi viaje hacia el norte. Si los agresivos cristianos están aquí en Jerusalén, entonces debe haber bastante seguridad en sus tierras norteñas. Así que estoy sólo de paso en Jerusalén. No voy a quedarme.

Cierta información reunida recientemente me intriga realmente. He oído rumores acerca de que un antiguo Capadocio, Abraham, que se halla en posesión de un antiquísimo pergamino religioso. He contactado recientemente con Adam, el chiquillo de Abraham, para saber más del asunto. Adam me ve como a otro potencial Mentor en aspectos del misticismo más prácticos y poderosos, y sé que estaría dispuesto a correr el riesgo de viajar conmigo si finalmente eligiera abandonar la ciudad en busca de respuestas y paz.


Ahora estoy convirtiéndome en alguien poco menos que mítico; otros Salubri se sorprenden al saber que todavía estoy activo. A veces yo mismo también.


Los Tremere de la ciudad son pocos y parecen ausentes, no hay una Capilla y se afanan por establecer un enclave mercantil, seguro que también nos buscan. Si se ven impulsados a la acción, una vez nos descubran una matanza Cainita que rivalice con la mortal de 1099 es una posibilidad muy real.


Los pocos Salubri de Jerusalén, aunque completamente conmocionados y desorientados como consecuencia de la destrucción de Saulot, somos poco menos que blancos en las oscuras noches. Elusivos y temerosos, estamos encerrándonos en nosotros mismos cada vez más mientras Aisha busca aliados, pues no podemos confiar en ningún otro.

La niñera se comunica con notas dejadas en recónditos lugares, escritas en el antiguo lenguaje de la Segunda Ciudad, que tienen su valor... pero el contacto real con otros, otros como yo mismo, se hace más y más importante a medida que vamos siendo más aislados y cautelosos.

Jerusalén, es siempre un laberinto de intriga, deja entrever a nosotros los Salubri mientras circulamos por ella de camino a... alguna otra parte.

Nos  alojamos en el Hospital al-Bimaristan al-Salahi gracias a la generosidad de los Lasombra, teniendo fácil acceso a un dócil rebaño aun cuando las hospitales supuestamente responden ante el gobernador islámico.

Se oye el rumor de que un guerrero europeo Salubri en peregrinación puede estar en camino, pero el rumor ha estado circulando por la ciudad durante varios meses sin que nadie haya podido avistarlo... y las escasas treguas de nuestro clan con otros Cainitas son provisionales en el mejor de los casos.


Estoy cansado. Me gustaría ser más entusiasta, apoyar la causa y ayudar a levantarse a los Salubri... pero estoy cansado. Desde la diabolización de Saulot, he perdido gran parte de ni entusiasmo. Estoy empezando a pensar en el Letargo como una posible solución; tal vez las cosas parezcan mejores en un par de siglos. Me sumiré en el Letargo y desaparece de las páginas de la historia, ese es mi deseo.”