R.I.P. Dragomir, Tzimisce

Dragomir, Tzimisce


Venganza sobre Dragomir
La mala fortuna quiso que Dragomir, el neonato Tzimisce fuera abrazado en su Transilvania natal como premio otorgado por su Sire, un infame y viejo vampiro que jamás se hizo cargo de la crianza de su neonato, exceptuando la Disciplina de Vicisitud que era una herencia que si que quería que Dragomir perpetuase.

Nadie le enseño a ser un Vástago, pero su herencia de soldado y su fuerza para sobrevivir fueron más que suficientes para encaminarlo hasta Jerusalén. Allí el Destino de nuevo jugó sus cartas y le situó junto a un grupo de neonatos que hicieron buenas migas con los enemigos naturales de su clan, los Tremere. Este fue el principio del fin de la no vida de Dragomir, ya que cuando su Sire supo de tal ofensa amenazó de muerte a su retoño jurando venganza.

Aquella noche estaba predestinada para ser la última que viviría Dragomir, luchando contra su creador, al que llaman “El Desollador”. El joven neonato no pudo reaccionar ante el poder de la hechicería Koldunica de su Sire y este aprovechó su superioridad para partirlo por la mitad y causarle una dolorosa muerte definitiva, culminando así su ansiada venganza.

Los últimos pensamientos de Dragomir fueron para su tierra, Mulbach, en la frontera oriental de Transilvania, siempre resistiendo al invasor, siempre sufriendo ante uno u otro enemigo, siempre sobreviviendo como Dragomir, hasta la noche en la que no pudo sobrevivir más, la noche en la que su Sire culminó su sangrienta venganza.

Mientras el cuerpo sin vida de Dragomir caía al suelo desmembrado y su Padre vampírico se regocijaba del asesinato de su chiquillo, nada podría proveer que también fuera su última noche, muriendo devorado salvajemente por las bestias que su supuesto aliado Bogdan había creado para matar a su sobrino Jaroslav Vadjanosz.

Ahora el espíritu del Tzimisce recorre Mulbach para verlo por última vez y continuar su viaje al más allá…

 
El Desollador, Sire de Dragomir


R.I.P. Cadios, Ravnos





Charlatán humano
Un sueño cumplido
Cadios fue un Ravnos de pura cepa. Guardó su mayor secreto durante toda su existencia. Cuando poco después de recibir el abrazo de Varsik, su prestigioso Sire, se vio envuelto en una cacería hacia su persona que acabó en el gran incendio de un bosque, una muerte segura si fortuitamente no hubiera ido a parar a Arcadia, el mundo de las Hadas. Allí conoció a la mujer de la que se enamoraría, una princesa Hada llamada Elune´ara. Juntos vivieron una bella historia de amor hasta que el destino quiso que Cadios regresara a su mundo. Nadie sabe el tiempo que pasó, ya que el tiempo transcurre de forma diferente en Arcadia.

Charlatán Mono
Cadios ya de camino a Jerusalén, acompañado por una Kumpañia de los suyos en la que cuatro seres feéricos viajaban con él. Todos ellos vestían cuerpos humanos para no espantar a los mundanos; “Dormilón”, un gran oso, tan fuerte como tontorrón, “Charlatán”, un mono muy astuto y sagaz, “Invierno” y “Verano”, las dos anfitrionas del espíritu de su amada Elune´ara, que habitaba en cada una de ellas dependiendo de la estación del año.

Ya en Jerusalén, Varsik, Sire de Cadios, le daba por muerto y para él fue una agradable noticia poder tenerle cerca para que este le ayudase a culminar sus tratos y alianzas.

Cadios conoció al grupo de vampiros con el que convivió sus últimas noches, e hizo
Dormilón humano
especial amistad con Jesper, el Malkavian. Juntos vivieron varias juergas difíciles de olvidar y dieron diversión a los humanos de las tabernas de Jerusalén con sus canciones y sus historias.

Últimamente un sueño rondaba la cabeza de Cadios, uno en el que era propietario de una taberna, una muy especial, una en la que la diversión y el alimento estuviera asegurado para todo aquel vampiro que pasara por allí. Planeó como sus amigos del mundo de las hadas podrían ayudarle al igual que sus compañeros vástagos. Ya poseía lo más difícil, un Dominio otorgado por los Tremere como pago a sus servicios. Su sueño
Dormilón Oso
comenzaba a ver la luz.

Pero entonces llegaron los Tzimisce, enemigos de los Tremere que atacaron en varias ocasiones la futura Capilla que Cadios y los suyos protegían. Y la noche de la inauguración, en la batalla más virulenta que se recuerda en el barrio Musulmán después de las Cruzadas, Cadios cayó en combate y murió, o despertó del sueño que es esta realidad, como muchos Ravnos creen que acabarán.

Mientras tanto en su dominio, Elune´ara, su amada construía en secreto la taberna que Cadios tanto deseaba, y lo hacía utilizando su magia y sus recursos con la ayuda secreta de los amigos de Cadios. El Ravnos no había
Morena, Invierno
podido ver su sueño cumplido pero al fin la taberna estaba lista para inaugurarse, solo faltaba que Cadios se quitara la venda de los ojos y viera su gran ilusión hecha realidad.

Esto no pudo ser y Elune´ara recibió la nefasta noticia por parte de Charlatán y Dormilón, que con lagrimas en los ojos abrazaron a su compañera hada. Cuando esta dejó de llorar, invitó a toda la Kumpañia, a los amigos humanos de Cadios, a Jesper, el Malkavian, a Varsik su Sire y a Yasmina su hermana vampírica. Con todos ellos celebraron la inauguración de la Taberna llamada “El Sueño de Cadios”. Se cantó en su honor, se bebió a su salud y todo el mundo se divirtió con las batallitas que Jesper contó sobre Cadios aquellas noches.

Rubia, Verano
Pasaron siete días y siete noches, la mayor celebración que se recuerda en Jerusalén tras la cual los restos de Cadios fueron incinerados junto con la Taberna, que ardió con la llama de la ilusión, que seguramente se vio en el otro mundo, donde Cadios vive ahora.

Al día siguiente toda la Kumpañia arropó a Elune´ara y sus familiares, y respetó su luto acompañándolos hasta Arcadia, fue la última noche que se vieron zíngaros al otro lado de la muralla de Jerusalén. En las semanas que allí acamparon no tuvieron problemas con nadie y respetaron al pueblo de Jerusalén al igual que ellos fueron respetados, no sin suspicacias, como era habitual.

Tres vampiros sobre las murallas de Jerusalén, observan la marcha de los zíngaros. El entristecido Varsik, Sire de Cadios, Yasmina, su hermana, aún llorosa y Jesper, su compañero Malkavian, orgulloso del Ravnos por su espectacular despedida, a la altura de su amistad.

Elune´ara, Luz de Luna, Princesa Hada


CAPITULO 17: Per Oculos IV




Per Oculos
(A través de sus ojos)

Cuarta parte

Dragomir, Tzimisce
El sueño de Dragomir
Durante el día, mientras Dragomir, el Tzimisce, duerme… su Sire se le presenta en sueños. En este emplazamiento onírico únicamente cobran importancia las palabras de su creador y su imponente imagen, el resto es niebla negra y ecos perdidos.

Su voz es poderosa y retumba en el interior del cuerpo muerto de Dragomir, inquietándole desde el principio de la experiencia. –Chiquillo, soy yo, tu creador. Quien te dio la vida eterna, aquel que te enseñó el noble arte de la Vicisitud.  He sido ultrajado y expulsado de mis Dominios por alguien de mi clan, un falso hermano, un sucio traidor. En mi huida por salvar mi no vida me encuentro en el viejo reino de Fenicia, hasta aquí­ he conseguido llegar y dada mi proximidad a Jerusalén voy a hacerte una visita.

Tengo en aquellos lares, un aliado de clan, que por azares del destino quiere que le tienda una mano. Dime Dragomir, ¿dónde puedo encontrarte?- Dragomir, confuso responde a su Sire: -Estoy en Jerusalén, en el barrio musulmán, Dominio de los Assamita. Puedo ayudarte, pero debo explicarte muchas cosas que te sorprenderán, aquí las cosas son muy diferentes. Por muy extraño que te pueda parecer yo y mis compañeros estamos siendo ayudados por los Tremere, eso sí, a cambio de favores… Jerusalén es una tierra hostil, me he aliado a vampiros de otros clanes con los que convivo por supervivencia- Se explica el neonato Tzimisce -¿Has dicho ayudados por... Tremere?- pregunta el Sire incrédulo, -Sí­… ya sé que parece increíble e incluso ofensivo para nuestro clan, pero créeme, Jerusalén es un lugar muy diferente al que nos hemos acostumbrado a vivir, aquí­ las cosas han cambiado y la supervivencia no entiende de clanes ni de sus rivalidades…- El Sire enervado grita a Dragomir: -¿Que conoces tú de Transilvania? ¡Neonato!, ¡No puedes comparar! ¡¡¡ Quien te crees tú para decidir que no existen clanes!!!- La ira en los ojos del Sire es latente y el aire empieza a crepitar con chispazos de electricidad. -Los Tremere han ayudado a traidores del clan a expulsarme de mis tierras … ¡¡¡y ahora tú decides aliarte con mis enemigos?. Cuándo me preguntaste la última vez que hablamos sobre los Tremere, te aconsejé cautela y que te beneficiarias de la situación, ¡¡¡pero no trabajando con ellos!!!- sus ojos se vuelven rojos sangre y se iluminan con un mortal fulgor. Dragomir continúa explicándose: -No trabajo para ellos, nos hacemos favores… por muy Sire que seas te repito que aquí las cosas son diferentes que en Transilvania…- El Sire interrumpe al neonato -¡¡¡Háblame con respeto!!!, ¡¡Yo te di la inmortalidad y yo puedo quitártela!!- Dragomir prosigue -Yo te respeto como Sire que eres, pero quiero hacerte entender que esta situación es excepcional para conseguir mi supervivencia- El Sire de Dragomir continua -El único trato factible con un Tremere es aquel que acabe con la decapitación del Brujo. Me llegaron rumores de que están construyendo su Capilla en Jerusalén, para hacerse fuertes y poder atacarnos por diferentes flancos…- Dragomir le interrumpe: -Están cumpliendo su palabra, no están suponiendo una amenaza- El Sire continua -Son como aves carroñeras, no saben de honor, te están engañando, ¿no eres capaz de verlo? ¡¡¡¡¡Eres un necio!!!!! Debí­ de haberte matado. Me repugnas. Cuida tu espalda Dragomir … estás muerto- Dragomir concluye -Sire, haces mal en desconfiar en mí, podría ayudarte ahora que has sido expulsado de tus dominios…- Pero de un fogonazo Dragomir es prendido en llamas y con gran sufrimiento muere calcinado. De pronto se despierta empapado en sudor de sangre. Dragomir escucha las últimas palabras de amenaza del Vampiro que le abrazó, una y otra vez y se duerme incómodo, por primera vez en años el neonato Tzimisce tiene miedo.


"Charlatán", amigo de Cadios
La cámara secreta
Dragomir se despierta atemorizado por lo ocurrido en su sueño y mientras tanto Cadios es alertado por uno de sus amigos zíngaros, al que llaman Charlatán. Tiene información muy interesante, una cámara secreta ha aparecido en las obras diurnas de la futura capilla Tremere. Esta información llega directamente de Varsik, Sire de Cadios, encargado de la reestructuración y reconstrucción de la Capilla, ya que gracias a su chiquillo, este tiene un acuerdo comercial con los Brujos para conseguirles los mejores materiales, al parecer también ha conseguido la exclusividad de la obra de reconstrucción. Los trabajadores de Varsik han encontrado, durante sus labores diurnas, una cámara secreta en la que no han entrado por precaución. Al parecer es una sala que no pertenece a la estructura original, ni se encuentra en ningún plano, se debió construir posteriormente. Una de las gruesas paredes de esta cámara ha cedido, dejando ver un oscuro agujero de un tamaño considerable, por el que se podría entrar a explorar.

Cadios, Ravnos
Charlatán guía a Cadios y al resto de personajes ante una pared del sótano de la Capilla. Se encuentran ante el enorme agujero. El muro se ha abierto con una gran grieta, se aprecia el  metro de grosor del mismo y que está hecho de pura roca maciza. Cadios lo primero que hace con Quimerismo es una ilusión de unos escombros que tapan la entrada secreta, todo aquel que mire en esa dirección se encontrará con un montón de piedras y tierra.

Jesper emplea su poder de médium para contactar con el más allá, por si hubiera algo ahí dentro, algo sobrenatural… se concentra y de pronto un gran rugido proveniente de la Umbra le hiela la sangre. El ser que ha rugido así deja claro que no desea que nadie le moleste, y se encuentra en esa cámara, pero en el más allá, en el lugar llamado por los espíritus y Hombres lobo: la Umbra, los humanos lo llaman el más allá.

El Vampiro lunático asustadísimo dice que no entrará a esa cámara y Cadios le pide que entre el primero, a lo que el Malkavian le responde muy nervioso que entre su amigo con aspecto de mono. Mientras ambos discuten Jaroslav intensifica sus sentidos y entra valerosamente en la oscura y misteriosa cámara, atravesando la ilusión de Cadios. Sus pies pisan decenas de huesos que cubren el suelo de la estancia, y estos crujen y se rompen bajo los pies del Tzimisce. El olor es intenso y recuerda vagamente a la carne rancia. Tras el Tzimisce van entrando todos los vampiros excepto Jesper, que se niega a entrar en el lugar después del susto que se ha llevado proveniente de la tierra de los muertos.

Jesper, Malkavian
Parece ser un calabozo, una estructura anexa al templo original, pero posterior a la construcción del mismo. Es una cámara ciega, no tiene entradas, ni salidas y estaba cerrada. Ninguna iluminación entra, excepto ahora que un tenue rayo de luz nocturna irrumpe por el hueco abierto en la pared. El lugar está lleno de huesos roídos, de telarañas y de polvo. Hace siglos que nadie entra aquí. Y en una esquina, en lo alto de un montón de huesos humanos, descansan los restos óseos de un ser mucho más grande, un enorme felino. Su cráneo descansa sobre ellos, es un enorme dientes de sable. Un antepasado de los felinos, ahora extinto, pero… ¿Qué hacía aquí encerrado? ¿Por qué se tomaron la molestia de sepultarlo para que muriera de una forma tan cruel?

De pronto Inés Arista, la Tremere conocida de los personajes, acompañada de Tobit, el soldado ghoul de Mara, entra en la Capilla y pregunta por Cadios. Jesper la miente y le dice que no está, pero la mujer no se cree las mentiras del tenebroso Malkavian. Cadios sale de la cámara y habla con la Tremere intentando que no se fije en el lugar que están explorando. Jaroslav rompe la argucia exponiéndole la verdad a la Tremere, la explica lo que han encontrado y se lo enseña. Inés entra con cautela y abrumada por el descubrimiento utiliza su Auspex para ver con Psicometría el pasado de este lugar, cogiendo el cráneo del dientes de sable, cierra los ojos y durante un buen rato permanece concentrada, arropada por el silencio. Una vez despierta del trance, les cuenta a los personajes lo que ha sucedido en este lugar con tanta carga emocional.

-Varios soldados rodean con lanzas al fiero animal, a sus pies cuerpos mutilados de una decena de sus atacantes. Por sus vestimentas parecen babilonios. Con sus fauces ensangrentadas de cada zarpazo cae uno de los bravos soldados ghouls de Sargón, Matusalén Assamita responsable de la destrucción de Jerusalén a manos de los babilonios allá por el 587 a.C.

Tras días y noches intentando atrapar vivo al feroz animal, como eran las órdenes de Sargón, decenas de cadáveres se amontonan ante el gigantesco felino. Se había cobrado tantas vidas que Sargón en persona se hizo cargo del problema. Arriba la ciudad de Jerusalén ha sido reducida a cenizas por el ejército de Nabucodonosor II. Esté dientes de Sable, es el compañero Ghoul de Samael, cuarto príncipe de Jerusalén, asesinado noches atrás en la toma de su ciudad por orden de Sargón. Este fiel animal, es el único ser que queda para honrar la memoria del primer Príncipe Hebreo.

Ghoul de Samael
Sargón se acerca al escurridizo animal, lo hace con paso firme y va desarmado. El felino eriza los pelos de su enorme lomo y sacude un raudo garrazo a la cara del Matusalén, haciéndole un rasguño en su pétrea faz. Hacía mucho tiempo que el anciano no sangraba, contrariado por la provocación, una gota de sangre casi negra descendía por su mejilla y al llegar a su boca, este sonrío.  Y decidió dar al animal la muerte más vil deshonrosa posible. Ordena que lo empareden en el sótano en el que se encuentra, reforzando los muros y dejándole morir de inanición. Una lástima, ya que Sargón quería haberse llevado al majestuoso animal para que formase parte de su corte en Babilonia, y así mostrar su superioridad ante futuros adversarios. Era su forma de honrar la muerte de un adversario tan digno como el Ventrue Samael, que murió deshecho hasta los huesos bajo un baño de aceite sagrado. Cayó igual que lo hizo toda su corte y su amada Jerusalén, derruida hasta los cimientos, incluido el Gran Templo de Salomón, una de las maravillas arquitectónicas del mundo antiguo, una gran pérdida, para siempre jamás.

El animal moriría en la oscuridad, ahogado, por falta de aire en la cámara sellada. Humillado y triste por estar lejos de su amo Samael. Murió sobre los cadáveres parcialmente devorados de sus últimos atacantes, los soldados más diestros de Sargón, el Conquistador de Reinos. Allí se tumbó a descansar, en un sueño profundo, el último para él. Y el inteligente animal pensó en que su amo Samael estaría orgulloso de su comportamiento. Fiel hasta la muerte y ahora más allá, ya que su espíritu ha quedado anclado en el lugar y ahuyenta a todo aquel que se acerque, esperando al otro lado del manto, en el mundo de los muertos, a que quizás alguna noche su amo Samael regrese para darle sangre.-


Nicolás "el Manso", Malkavian
Primera noche: la profecía
El miedo ha hecho salir la personalidad de Nicolás de Jesper y asustado se ofusca en una esquina.

Cadios propone dar descanso al espíritu del animal e Inés dice que lo dejen tal cual, puede serle útil a Mara en el estado en el que se encuentra, ya que la protección extra de la cámara puede ser interesante para su Regente.

Cadios charla con Nicolás de su aventura buscando la tumba de Malkav. Jaroslav pregunta incrédulo y curioso por dicha gesta y según le van dando detalles sobre las mortales trampas, la lúgubre tumba en sí, el libro de Nod que se deshizo en cenizas al tocarlo, torna su incredulidad en interés, ya que la tumba de un Antediluviano no es algo que se encuentre todos los días. Solo hablar del asunto hace que Nicolás adquiera un terror a Malkav, por saber que si vuelve a acercarse a dicha tumba morirá como el Antediluviano le amenazó. Se sume en una catatonia en la que solamente puede decir: -Va a venir a matarnos, va a venir a matarnos, va a venir a matarnos…- Cadios con el miedo en el cuerpo por sacar el tema deja de hablar de ello, diciendo que no regresan porque tienen pavor al lugar, simplemente saben que si regresan morirán.

Jaroslav Vadjanosz, Tzimisce
Nicolás, el manso, se cierne en una lucha interna en la que no quiere dejar a Malkav tomar el control. El Antediluviano quiere salir, ya que hablan de su tumba y eso le concierne, pero recién adquirido el terror de Nicolás a su “hermano” Malkav hace que se resista mentalmente y con su fuerza de voluntad, entre retortijones mentales se quede inconsciente del esfuerzo mientras dice: -No saldrás, no saldrás …-

Cadios le despierta y Nicolás parece más tranquilo, ha superado el terror al Antediluviano Malkav que tanto le atemorizaba hace unos instantes, la guerra que se libra en la mente del Malkavian continua, esta contienda mental hace que en ocasiones sea imposible saber qué sucede en ese extraño cerebro y quien tiene el control de la situación, si es que alguien lo tiene alguna vez.

Después hablan del último ataque, de otro posible enfrentamiento, de cómo pueden prevenirlo y protegerse de él, sin llegar a ninguna conclusión.

Nicolás, por azar se percata de que hay unas palabras escritas tras el mapa de la tumba de Malkav, papel que siempre lleva con él y saca cada vez que tiene oportunidad. Estas palabras están escritas con tinta negra y dicen:


“Seis fueron el número máximo.
Entonces cinco pensaron como matar a uno”


Estas palabras desconciertan a Nicolás que las repite en alto mientras los personajes
Itachi, Tzimisce
hablan de algo que tiene que ver con el peligro y la muerte. El ambiente oscuro y la tensión que se crea en el este instante de silencio es difícil de describir con palabras.

Las frases parecen una profecía, el grupo comienza a hablar sobre el posible significado de la misma y sobre quién ha podido escribirla en un bien tan preciado para Jesper y sus hermanos. Nicolás escribe para ver si es su letra, pero no lo es, parece letra de hombre, con caligrafía muy firme y segura.

Itachi da la idea al Malkavian de que quizás una de sus personalidades quiere alertarle del peligro de otra de ellas, puede ser un mensaje de su subconsciente. Nicolás se queda pensativo sin entender nada de lo que dice Itachi, ¿personalidades? ¿peligro? ¿subconsciente?, definitivamente el Tzimisce oriental está loco.

Nicolás se acerca a Cadios y sin venir a cuento zumba como una mosca y le da un tortazo diciéndole que tenía un insecto en la cara, mientras se carcajea. El Ravnos, contrariado, se controla ya que la bestia desea devolverle el golpe pero de una forma digamos más… mortal.

Jaroslav da la idea a Cadios de falsificar reliquias de la Cristiandad para venderlas por Europa, el Tzimisce lo ve como un negocio seguro y fructífero. El Ravnos piensa en las complicaciones de la logística y desestima la idea.

Cadios comenta que la noche siguiente irá a ver a Almagor, su contacto Nosferatu, para ver si puede darle algo de información de utilidad sobre los ataques a la Capilla.

Itachi, se va sin decir a dónde, y al cabo de unas horas regresó pensativo, ¿Qué habrá estado haciendo?, solo él lo sabe…


Segunda noche: Sueños de un Ravnos
Jesper y Cadios se alimentan de dos infortunados vagabundos de Jerusalén, a los que no dan muerte, solamente beben la sangre necesaria para que puedan recuperarse durante la noche, dejándolos tirados donde los encontraron, como sacos de sangre usados.

Esa noche Cadios reúne a Dragomir, Vadjanosz y a Jesper. El Ravnos quiere asegurarse de que todos ellos serán fieles al pacto que han hecho con los Tremere y así es, sin excepción alguna. Solamente reune a este grupo por que no se fía del resto, de que vayan a mantener su palabra poniendo en peligro al grupo entero.

Hablan también de las posibles utilidades que podrían dar al Dominio de Cadios, cuando sea una taberna. Su idea es que sea un lugar prestigioso donde los vampiros se alimentasen de una forma segura y pasasen un buen rato escuchando música, bebiendo y disfrutando de las más bellas mujeres de la región. Vadjanosz da la idea de poder comenzar una ruta comercial desde la taberna y ganar dinero con ella. Cadios habían pensado en que Dragomir lidere un grupo de mercenarios para mantener la seguridad del Dominio, y al Tzimisce le parece una idea excelente. Dragomir comienza a pensar nombres para su guardia personal: ¿Dragones de Mulbach? ¿La guardia de Jerusalén? ¿Los Defensores de Sion?...

Jesper ayudará a lo que sea necesario cuando se le requiera. E igual que se formó esta reunión clandestina, se vuelve a deshacer y todos regresan a la Capilla excepto Cadios que va a visitar a su contacto Nosferatu Almagor, por el camino fantasea con su taberna, sueña como será algún día no muy lejano, en su cabeza ya es un sueño hecho realidad y está muy ilusionado con él.

Almagor, Nosferatu
Pregunta al Nosferatu si hubiera algún nuevo morador por las cloacas, pudiera ser que Bogdan, tío de Vadjanosz, se escondiera bajo tierra. Almagor no sabe nada y Cadios le alerta de la peligrosidad del violento Tzimisce. El Nosferatu pregunta al Ravnos la razón por la que tantos Tzimisce están abandonando Transilvania para venir a Jerusalén, a lo que Cadios responde con una sola palabra: Guerra. Para acabar el Ravnos le cuenta el hallazgo del esqueleto del Dientes de Sable en las obras de la reconstrucción de la Capilla. Se despide dejando al Nosferatu más inquieto de lo que estaba.


Tercera noche: Samuel quiere sangre
Samuel es la personalidad del Malkavian que toma el control esta noche y en el momento en el que todos los personajes se encuentran se interesa por cómo matar al tío de Vadjanosz, Bogdan, el mismo que les atacó al menos la primera vez en la Capilla. Pregunta por su generación mientras se relame y desea su sangre y su esencia -debe ser antiguo y sabroso- dice el Malkavian interesado. Vadjanosz está interesado en hacer un tapiz con su tío, quizás un mueble o un felpudo, algo humillante, una muerte rápida sería un regalo para él.

Las obras de la Capilla avanzan con rapidez, se nota que están empleando poderes
Samuel, Malkavian
sobrenaturales para avanzar el trabajo, ya que cada noche avanza a pasos agigantados, lo que los mundanos humanos harían en un mes, aquí en una noche está terminado. En nivel de mínimo detalle, ya empieza a ser visible y el mobiliario está tapado bajo sábanas blancas. Los suelos y paredes ya están terminados y las columnas son de rico mármol brillante. Se ha compartimentado la planta del templo original, fragmentándolo en varias estancias, entre las cuales ya hay varias de ellas que en las que los personajes no pueden entrar.

Itachi comparte un secreto con Samuel, le enseña una carta enviada por su Sire desde Transilvania y hablan de la complicada situación de los Tzimisce:

“Chiquillo eres libre.

Estoy metido en plena guerra Tzimisce y no voy a involucrar a mi mejor chiquillo en ella, para que muera a manos de otro hermano de clan.

Me despido sin saber cuánto duraré pisando esta quemada tierra, seguramente me esconda y caiga en el  letargo, no lo descarto…

Disfruta de tu merecida libertad.

Tu Sire”


MAlKaV, Malkavian
Cuarta noche: Obra completada
Hace dos semanas que comenzó el trabajo de reconstrucción y esta noche parece que todo está terminado.

La personalidad de Jesper esta noche es la de Malkav, el Antediluviano, que admira la Capilla y se siente satisfecho por el trabajo que los neonatos han hecho y así se lo transmite orgulloso. Les explica su deseo de estar en la inauguración, pero no sabe si será posible. En ese momento aparece la gárgola Rusticus y les dice a los personajes que los trabajos de reconstrucción de Capilla han concluido y que en breve serán invitados a la inauguración.

Vadjanosz aprovecha para hablar con Malkav sobre su tumba y el descubrimiento de la misma por parte de los personajes. El Antediluviano afirma que simplemente buscaban su tumba para diabolizarle, pero que se le quitaron las ganas cuando descubrieron al poder ante el que se encontraban, nada menos que Malkav, el Señor de los Lunáticos.

Malkav, en un momento de tranquilidad, escribe unas palabras tras el mapa de su tumba, a lado de donde apareció escrita la profecía la otra noche. Efectivamente es su letra, el Antediluviano es el autor de la misma, pero no recuerda haberlo hecho ni por qué…


Exterior de la Capilla Tremere
La inauguración de la Capilla
Tras un par de semanas de preparativos, Mara reúne a los personajes y les invita a la inauguración del Dominio Tremere. Será algo sobrio y sencillo, más bien simbólico para poner en marcha la Capilla. Deberían estar ya que sin su ayuda nada de esto hubiera sido posible. Invita a la inauguración a los personajes, será mañana por la noche a la hora de las Brujas, a medianoche.

Los personajes preparan sus asuntos antes de presentarse a la esperada inauguración. Esta noche tan especial Nicolás el Caníbal, es el Malkavian que toma el control del cuerpo de Jesper. Cadios ensaya con su laúd, para calmar los nervios y quién sabe si podrá tocarlo delante de los invitados en una ocasión tan especial.

Por fin ha llegado la hora, los personajes llegan a la Capilla, ya terminada y en la entrada se encuentran Rusticus y Amelia esperándolos. El aspecto exterior es el mismo, un templo en ruinas que no llama nada la atención.

Cuando entran el espectáculo inicial es abrumador, por dentro parece mucho más grande que por fuera. En el vestíbulo un gran esqueleto de un Dientes de Sable se alza amenazador sobre una gran peana de piedra negra. Sin duda es el que encontraron en la cámara secreta y ahora les da la silenciosa bienvenida. En una brillante placa plateada situada en el centro de la peana, grabado en hebreo se puede leer:

“Mordisquitos, fiel ghoul de Samael, Cuarto Príncipe de Jerusalén”.

Capilla “Sabertooth”
Mientras contemplan el imponente esqueleto, Amelia exclama en alto: -Bienvenidos a “Sabertooth” (Dientes de Sable en Latín), la Capilla Tremere de Jerusalén.- sus palabras retumban y el eco se pierde entre las estancias de la nueva Capilla Tremere.

Les conducen a una sobria sala de recepciones en la que hay una mesa redonda de piedra, aparentemente antigua, y con la estrella de David grabada en su superficie. A su alrededor sillas de madera ornamentadas. Toda la estancia está adornada por tapices con motivos históricos, donde se representan imágenes de diferentes acontecimientos relevantes para la ciudad de Jerusalén: La toma de la ciudad por el Rey David, la Destrucción de la ciudad por Babilonia, la conquista Persa,  el esplendor de la época Romana y las recientes Cruzadas. Además de tener en común la Santa Jerusalén, también tienen en común la destrucción y sometimiento de la misma por los diferentes reinos conquistadores. Sobre las rocas de las paredes, flotando a unos milímetros, hay runas mágicas que se iluminan con luces de diversos colores, previsiblemente serán poderosas protecciones. Aquí se encuentran a Inés, protegida por su ghoul de confianza, al que llama el Guardián, Adam, el Capadocio y Mara junto a su soldado ghoul Tobit.

Mara, Regente Tremere
Mara se sienta animando a los vampiros a acomodarse también alrededor de la mesa. Los ghouls permanecen de pies tras sus señoras; Rusticus como sirviente Gárgola, se encuentra pétreo tras Mara, y ésta le invita a sentarse también, al fin y al cabo es un vampiro. Esto desconcierta a la Gárgola que no sabe qué hacer, y finalmente titubeante, tras la insistencia de su Señora se sienta recogiendo sus alas en lo alto de su espalda a modo de capa de piedra.

Amelia sirve unas copas de Vitae en cristal de Bohemia, y los personajes se dan cuenta de que las antorchas que iluminan la habitación no producen temor alguno, solamente iluminan. Todos se encuentran bien, excepto Inés que está claramente incómoda observando cada detalle y a cada persona.

Mara pide a los presentes si quieren decir algo o expresar alguna inquietud, ya que ahora es su momento. -Cualquier secreto que pueda perjudicarnos en el futuro puede ser bien recibido en este instante.-

Inés Arista, Tremere
Vadjanosz toma la palabra: -Esperamos colaborar en el futuro y que esta no sea la última vez que vengamos a esta esplendorosa Capilla-

Dragomir incómodo y nervioso pregunta claramente fuera de lugar, lo suyo no son guardar las formas: -¿nos has traído aquí para algo más?-

Mara, le mira sin enfadarse, se levanta y toma la palabra. -He de agradecer a todos los presentes su colaboración para la creación de la primera Capilla Tremere. Jerusalén, tiene un significado etimológico un tanto contradictorio, significa Ciudad de Paz, haré todo lo posible por que realmente sea una ciudad de Paz y cuento con la ayuda de todo aquel que me la quiera prestar-

Coge su copa vacía, que se rellena sola ante la atónita mirada de todos y la eleva proponiendo un brindis -Por Jerusalén y esta nueva oportunidad para hacer las cosas correctamente, con honor y por el beneficio de la humanidad. Para que no haya más inocentes oprimidos por la guerra y para que no sumemos más absurdas muertes por banderas o dogmas de fe, sea la que fuere. Por el honor de los Vampiros, no necesariamente somos criaturas de Mal por vivir en las Tinieblas-  Tras brindar y beber todos los vampiros presentes, sus copas vacías se llenan solas como por arte de magia.


El ataque salvaje de Bogdan y el Desollador
Gritos y rugidos provienen de fuera cuando de pronto las ventanas estallan y de ellas surge una manada de seres aullantes. Sus colmillos al aire y de sus fauces ensangrentadas gotea un líquido verduzco. Su piel está hecha de cuero negruzco; sus caras desencajadas con ojos negros llorosos de sangre y en sus manos afiladas zarpas en vez de dedos, también supurantes de un líquido negro y viscoso. El hedor que emanan sus cuerpos es abominable al igual que los apéndices, cuernos y tentáculos que tienen por todos lados. Sus gritos no son de este mundo; algo vivo parece moverse dentro de sus pieles y de vez en cuando una garra, un ojo o un cuerno aparece en su cuerpo para después desaparecer. Olisquean el aire como bestias hambrientas, su ansia les posee de tal forma que parecen un reflejo viviente de la bestia interior que todo vampiro lucha por detener. Algún día quizás fueron humanos, e incluso vampiros, pero ahora son abominaciones con un solo propósito, destruir y matar. Todos gritan una y otra vez una sola palabra: BOGDAN, el nombre de su Señor Tzimisce, tío vampírico de Jaroslav Vadjanosz.

Manada de Bogdan

La jauría de monstruosidades ataca al numeroso grupo de vampiros, que se encuentra en el centro de la cámara. Todos ellos se preparan para el embiste de la horda desenfrenada, preparan sus espadas, lanzas y hachas, todo con lo que se puedan defender. Los que no tienen armas se concentran para efectuar sus ataques mágicos y para usar sus Disciplinas de la forma correcta, puede ser la última vez que lo hagan. Todos ellos utilizan sangre para potenciar sus rasgos físicos, esta hace que sean más fuertes, efectivos y resistentes en el combate.

Bogdan, Antiguo Tzimisce
Tumbando la gran puerta metálica de la Capilla de una enorme patada, aparece Bogdan entre la jauría de monstruos que le esquivan como un mar de muerte y de molestos chillidos. Se encamina con paso decidido hacia su sobrino Jaroslav Vadjanosz, que frente a sí no tiene ningún oponente. Este se ha transformado en forma de Zulo Demoníaca al igual que su tío Bogdan, al que jamás se le ha visto en forma de humano normal. Mientras se acerca abre los brazos y con voz gutural ruge en una lengua sólo entendible por Jaroslav: -sobrino, he preparado una recepción para tus amigos usurpadores… vengo a preguntarte algo importante: ¿Dónde está Katja?, no encontré sus cenizas. Seguro que fue maldecida tras realizar Amaranto al viejo ¿verdad?, llevaba siglos trabajando en ese ritual. Tú sabes dónde está mi hermana; puedes salvarte si me das su paradero; solo quiero su sangre, estoy dispuesto a olvidar tu insolencia, ¿qué me dices Jarolslav? ¿Este es el momento de hacer las paces con tu viejo tío?- Vadjanosz, dice con odio -Me arrancaras el paradero de Katja de mi cuerpo muerto…- y ya cerca de Vadjanosz su tío le abraza fuertemente. Acto seguido Jaroslav le muerde fuertemente en el cuello, arrancándole parte de su monstruosa garganta. Cuando de pronto la sangre ácida de Bogdan hace estragos en la garganta y la boca de Jaroslav. De su boca herida sale humo y el dolor es insoportable, es como beber lava volcánica. 

Mientras tanto frente a Dragomir, el suelo tiembla brutalmente y de un cráter humeante emerge el Sire del neonato Tzimisce, envuelto en relámpagos rojizos que se expanden por todas las paredes de la estancia, causando explosiones en el momento que tocan los símbolos de protección Tremere. Señala a Dragomir y gritándole le dice: -Yo el Desollador he venido por ti, Dragomir, jamás perdonaré tu traición. Pero este es el momento de enmendar tus errores neonato, acaba con estos sucios Tremere, aquí en su casa y recupera tu lugar entre los Tzimisce, tu verdadera familia.- Dragomir petrificado, sin saber qué hacer y con el miedo adueñándose de su cuerpo, duda unos vitales segundos que son los que necesita su Sire para cargar contra su chiquillo y embestirle con su gigantesca cornamenta, intentando atravesarlo mientras grita: -¡¡¡Acabaré lo que nunca debí empezar!!!-

Nicolás en Zulo
El combate fue épico, brutal y sangriento. Todo el grupo de personajes podían haber muerto y sin duda, jamás habían estado tan cerca de la muerte como aquella noche en la que se inauguró la Capilla Tremere de Jerusalén.

El enjambre de monstruos rodea a los presentes, los embiste y ataca con toda su fuerza a bestiales zarpazos y brutales mordiscos de afiladas fauces. Es complicado, pero intentaré reproducir lo que allí sucedió, entre salpicaduras de sangre, alaridos de gargantas moribundas y gritos de furia y euforia. Ocurrió tal que así:

Cadios, el Ravnos, busca a Inés con la mirada para ver cuál es su expresión;  esta es de pánico y nerviosismo, como no puede ser de otra forma.

Jaroslav en Zulo
Itachi, el Tzimisce oriental, katana en mano, se encarga de hacer la primera sangre en uno de los engendros mientras otro de ellos le propina un fuerte garrazo en el cuello dejándolo herido.

Vadjanosz y Bogdan, ambos Tzimisce, fundidos en un letal abrazo de Zulos Demoníacos, mientras el tío ríe a carcajadas y su sobrino grita de dolor mientras su garganta se quema y evapora. Bogdan también tiene su seria herida ya que el mordisco de Vadjanosz le ha arrancado el cuello dejando ver su tráquea.

Nicolás, el Malkavian, en forma de Zulo monstruoso es atacado por dos enemigos que le muerden y arañan dejándolo herido en un brazo, con tan mala pata que el Malkavian resbala con la sangre de sus heridas y cae al suelo quedando a la merced de ambas bestias.

"El Guardián", ghoul de Inés
Cadios es atacado brutalmente y el ataque de uno de los monstruos le amputa ambas piernas dejándolo muy malherido, suerte que en pleno caos de la batalla otro de sus atacantes le propina un golpe mortal al que le ha herido al Ravnos. Cadios emplea su Quimerismo y a ojos de los demás su cuerpo está rodeado por un campo de fuerza de puro fuego abrasador al que ningún ser puede acercarse sin arder en llamas.

Mientras tanto Mara, La Regente Tremere, con solo mirarle, prende fuego a uno de los engendros que se la acercan para matarla. Otro de ellos la golpea y la arroja al suelo. Rusticus, la Gárgola, protege a su señora Mara y recibe con gusto un zarpazo por ella. 

Adam, el Capadocio, con solo tocar a uno de los seres, este comienza a envejecer y a pudrirse hasta que se deshace en cenizas. Adam se encuentra especialmente emocionado, seguramente es la primera vez que tiene una contienda de tal envergadura.

Inés Arista, la Tremere, es herida por una de las bestias mientras su ghoul protector, el Guardián, hacha en mano, se la hunde en la cabeza a uno de los atacantes que iba a golpear a su señora; al mismo tiempo otro de ellos hiere en el costado al bravo ghoul.

Amelia, hechicera ghoul de Mara
Amelia, la hechicera ghoul de Mara, esquiva el ataque de una de las aberraciones y le cubre la cabeza con su capa cegándolo momentáneamente. Tobit, el soldado ghoul de Mara, cubriendo la espalda de Amelia, con gran esfuerzo y lanza a punto, atraviesa limpiamente el corazón de un enemigo que cargaba contra él, dejándolo fuera de combate.

Itachi lucha bravamente contra dos de los peligrosos seres e incapacita a uno de un certero golpe de katana, mientras diestramente esquiva al otro contrincante.

Bogdan muerde a Vadjanosz esta vez, pero la dura piel de su sobrino absorbe el duro mordisco. Jaroslav pone las manos sobre el pecho de Bogdan y utilizando Vicisitud intenta quebrarle las costillas y estallarle el pecho, pero Bogdan es demasiado duro para recibir el ataque y no le afecta.

Una de las bestias que luchaba contra Cadios, se encuentra aterrorizada por el fuego falso que le recubre, pero la otra con gran coraje le ataca y de un brutal y mortal zarpazo le parte la columna vertebral matando a Cadios al instante. El cuerpo del Ravnos deja de emanar fuego y sus ojos se pierden en el infinito mirando algún lugar desconocido, uno donde ya no hay dolor, donde al fin despierte de su largo sueño.

Dragomir esquiva valientemente la embestida de su Sire que se gira y mirándole fijamente vuelve a la carga con su gran cornamenta.

Nicolás, recibe un mortal zarpazo que le amputa un brazo, dejándole herido de muerte.
Desollador, Sire de Dragomir
Siendo superviviente decide ofuscarse de un modo tan efectivo que sus atacantes se olvidan incluso de él, y confusos buscan otra víctima a la que desollar. 

Mara con su Taumaturgia prende fuego a otro de sus atacantes; mientras Rusticus es herido de muerte por uno de los engendros.

Adam toca a otro de los seres en la frente y la putrefacción se apodera de su cuerpo, que se deshace en cuestión de segundos. La muerte está en un solo roce del Capadocio.

Inés también es herida de muerte por uno de los monstruos, que la deja en el suelo lista para el golpe definitivo que acabe con su no vida. Pero el Guardián se interpone en su camino y propina un fuerte hachazo al enemigo que ha dañado a su señora.

Amelia con gran arrojo, consigue arrojar al suelo a su atacante que lleva la capa de ella en su horrible cabeza. Tobit por su parte lancea al atacante de Amelia y lo hiere de muerte, para ser un ghoul es un diestro guerrero y sabe bien lo que hace en combate, no por nada Mara lo eligió para protegerla durante el día y parece defender con gallardía a su compañera ghoul Amelia.

Tobit, soldado ghoul de Mara
El Desollador de un solo golpe cornea y destripa a su chiquillo Dragomir, dejándole mal herido y casi partido por la mitad. Sonríe mientras su chiquillo agoniza, eso le divierte sobremanera.

Vadjanosz es consciente de que cualquier filo cortante que hiera a Bogdan le salpicará su corrosiva sangre ácida; así que le golpea con destreza con el canto de la espada lanzándolo al suelo mal herido.

Itachi frente a su contrincante, cara a cara, forcejean mirándose a los ojos y ninguno consigue dañar al contrario. El odio se atisba en su duelo de miradas.

Nicolás, al borde de la muerte, ofuscado, no quiere morir y se va del combate, sin hacer ruido, deja allí a los suyos y lo último que ve es el cadáver de su amigo Cadios, pero con la humanidad tan baja como la tiene no es capaz de sentir ninguna tristeza por la muerte definitiva de su gran compañero de juergas; y sin remordimiento alguno sale de la sangrienta y mortal escena.

Rusticus, Gargola
Mara con su magia de fuego carboniza a uno de sus atacantes y a su espalda Rusticus mal herido mata a otro de ellos atravesándole el corazón con sus mortales garras.

Adam emocionado y henchido de valor, toca con ambas manos a uno de los engendros y pudre a este tercer atacante, esta vez uno que iba a dar buena cuenta de Mara. El Capadocio con la muerte en el toque de sus manos se sacude la ceniza en la que se han transformado sus enemigos; al fin se siente útil y esto le hace sentirse vivo, igual que cuando era humano hace siglos.

Inés quema con su Creo Ignem a otro de sus contrincantes, pero otro más se la encara para atacarla. Un mordisco certero que iba destinado a la Tremere y el Guardián que se interpone entre el horrible ser y su Señora es herido de muerte, cae a los pies de Inés, pero aún sujeta su hacha de dos manos. Ambos, Inés y el guerrero ghoul están heridos de muerte y espalda con espalda se defienden de los ataques de los monstruos. Este es su último suspiro, si tienen que morir que sea defendiendo su vida.

Amelia es herida de un zarpazo en el brazo, por una de las bestias y cae al suelo indefensa. Tobit en respuesta ensarta al engendro que ha osado herir a Amelia y le atraviesa el pecho venciéndolo de un potente golpe, después el fuego mágico de Amelia hace el resto y el enemigo es cenizas e historia.

Bogdan se cura de sus heridas y propina un zarpazo en la mano derecha de Vadjanosz,
Adam, Antiguo Capadocio
haciendo que quede desarmado y a merced del hermano de su Sire, que arde en deseos de acabar con la no vida de su sobrino.

El Desollador carga violentamente contra su chiquillo y en su embestida lo parte por la mitad con su cornamenta, dando la muerte definitiva a Dragomir, por traidor, nunca debió tratar con los Tremere, fueron los usurpadores que ayudaron a expulsar al Desollador de su amada tierra, Transilvania. Por fin la venganza se ha cumplido y Dragomir es historia.

Itachi lucha a muerte contra su engendro infernal y esquiva grácilmente un ataque mortal sin que le roce si quiera. El horripilante ser ruge de impotencia.

Mara y Adam se encargan de acabar con el único atacante que quedaba cerca de su entorno, que se enfrentaba al moribundo Rusticus, y ambos consiguen salvarle la no vida a la gárgola de una muerte segura. El atacante se deshace prendido en fuego mientras se pudre por el toque mortal de Adam.

Inés exhausta, hiere al único atacante al que se le enfrenta y el Guardián lo sentencia decapitándolo con un certero hachazo. Ambos están en el umbral de la muerte, pero el Guardián, no deja de ser humano, se está desangrando, le queda poco de vida, se agarra las heridas de su abdomen ensangrentado mientras lucha por sobrevivir para defender a su Señora.

Amelia y Tobit sin enemigos vivos cerca se repliegan junto a Mara a su orden. Mara está liderando el combate como si no fuese la primera vez que lo hace. Se nota que ha vivido muchas situaciones bélicas y que es una experta en liderazgo y estrategia. No lo aparentaba; sin duda se siente como pez en el agua y su destreza como líder de batalla es asombrosa. Impropio de un Tremere, como tantas otras cosas de la misteriosa hechicera.

Itachi golpea fuertemente a su enemigo con su katana y lo hiere en un costado, absorbiendo el Tzimisce después el mordisco del mismo en su muslo. Es un duelo de titanes donde no hay un claro ganador, pero ambos se están dejando la piel para acabar con el contrario.

Los dos monstruos que acabaron con la no vida del Ravnos Cadios, fijan su objetivo esta vez sobre el Sire de Dragomir, mientras este, brazos en alto, se regocija de su venganza ante su chiquillo muerto. Los dos abominables seres cargan sobre el Tzimisce que claramente ha bajado la guardia. Uno de ellos lo parte por la mitad de un gran mordisco en el vientre y el otro le decapita de un rápido zarpazo. El Desollador se deshace en cenizas con una velocidad pasmosa, debía ser muy anciano y el tiempo recupera lo que es suyo; pero la edad no le ha valido de nada ante su imprudencia y soberbia actitud.

Vadjanosz sacude una fiera patada al pecho de Bogdan que lo tumba rompiendo sus costillas y queda en el suelo incapacitado. Parece que las tornas están de parte del joven Jaroslav Vadjanosz, pero Bogdan sonríe de forma despiadada mientras sangra vitae ácida por la boca.

Itachi con un salto felino, consigue esquivar otro mortal golpe de su contrincante del infierno y el Tzimisce sonríe como si disfrutara del combate a muerte.

Mara en guardia lidera su grupo, con Amelia herida a un lado y con Tobit sin un rasguño al otro lado. Adam intacto, concentrado, con su brazo derecho en guardia al aire y con la mano abierta y amenazante, bajo él, Rusticus la bella gárgola de Mara, herido de muerte. Inés y el Guardián muy mal heridos, espalda con espalda, se defienden como pueden de uno de los demoníacos atacantes.

Bogdan cura sus heridas gracias al poder de la sangre y se levanta de nuevo para castigar a su sobrino que encaja otro zarpazo de su letal tío vampírico. En el suelo Vadjanosz mira con odio a Bogdan y utilizando el poder Creo Ignem de su Disciplina de Taumaturgia, magia de los Tremere, localiza una llama del tamaño de una vela en el ojo derecho de su contrincante. Bogdan empieza a arder como la paja seca, en un instante su cara está en llamas y su Bestia le posee aterrorizada por el fuego, entra en Rötscherck sin poder controlar sus actos, este puede ser el principio de su fin.

Itachi continúa su singular duelo contra el monstruo que le eligió y esta vez el engendro le propina un mortal garrazo en el pecho a la altura de su muerto corazón, rompe costillas, rasga músculos y salpica la sangre Tzimisce. Itachi se encuentra mal herido y por primera vez en el combate su no vida corre verdadero peligro de muerte definitiva.

Inés agarra al monstruo contra el que se enfrenta con su compañero ghoul, y lo inmoviliza unos instantes para que el Guardián lo decapite con su hacha de batalla. Mara reúne a Adam, Amelia y a Tobit alrededor de Inés y el Guardián, dándoles la espalda en círculo, liderados por Mara, todo el grupo está alerta y protegiendo a ambos heridos. Inés aprovecha para acercar una de sus heridas a la boca del Guardián para que este beba de su sangre para que pueda curar sus heridas y no desangrarse hasta la muerte; gracias a esto el ghoul sobrevive, al menos de momento.

En ese instante, el fuego que cubría la cara de Bogdan se extendía por toda su cabeza y este salió corriendo como alma que lleva el diablo, gritando y sin saber en qué dirección huir, poseído por la bestia y una sensación sublime de supervivencia.

Itachi, tirado en el suelo con el pecho abierto por su herida, decide hacer una ilusión con Quimerismo para que su atacante note un lanzazo por la espalda, se concentra lo piensa y el monstruo percibe el ataque real como la vida misma. Le embiste algo invisible, pero el daño es evidente para la criatura que grita de dolor, instintivamente se da la vuelta para ver que le ha atacado y se queda confundido cuando no ve nada; tiempo suficiente para que la bestia no ataque y remate a Itachi. Mara, remata prendiendo en llamas al infeliz engendro, ayudada por el fuego de Inés, la bestia se cubre completamente de fuego purificador que acaba con él en cuestión de segundos.

La formación liderada por Mara se acerca a Itachi y ven cómo Vadjanosz maldice al ver como Bogdan se convierte en cenizas carbonizadas por el fuego. Sin duda Vadjanosz tenía pensado un destino más doloroso para su infame tío; pero por fin muere dejando el lugar en paz y otro cabo atado para siempre.

Solo queda una malherida criatura que Itachi decapita con un firme golpe de su katana, mientras murmura en una lengua inconfesable de la que solamente se entiende el nombre del viejo Demonio Kupala. La última y rápida muerte de este horrible ser ha parecido un sacrificio ritual por parte de Itachi, que ahora se encuentra arrodillado con los ojos cerrados y con su katana apoyada sobre sus manos abiertas. Baja su cabeza, lentamente, como saludando a alguien y vuelve a abrir los ojos con una paz inaudita en su rostro.

Todo el lugar está cubierto de sangre, cuerpos mutilados y cenizas ardientes. Tras la carnicería ocurrida en la capilla, la sangre derramada decora las paredes y el destrozado mobiliario descansa sobre los montones de cenizas. El olor metálico de la Vitae y el ensordecedor silencio reinan en el improvisado campo de batalla, sin duda ha sido una gloriosa inauguración, el bautismo de la misma se ha cobrado incontables no vidas, de criaturas, Sires y neonatos.

Nicolás "El Canival", Malkavian
Mara con paso firme, evitando pisar cuerpos se eleva levitando y desde las alturas habla para los supervivientes: -Vástagos, habéis luchado bien y os lo agradezco enormemente. Guardemos silencio por los compañeros caídos y rindámosles homenaje por su gran ayuda- cierra los ojos y tras unos instantes oteando el dantesco espectáculo aparece Nicolás el Manso, la personalidad pasiva de Nicolás el Caníbal, el que salió corriendo mal herido. El Malkavian entra tímidamente y se queda anonadado al ver los montones de cadáveres que siembran el suelo de la capilla y en el centro un grupo de valientes vástagos y ghouls que han sobrevivido a la épica batalla.

Antes era Cadios el que saqueaba a los muertos y ahora en homenaje a él, Nicolás, su amigo, saquea al Ravnos quitándole de su mano muerta la Espada de Albert, el difunto compañero Salubri; la estaca que una vez regalaron a Yrian el niño Gangrel; y el anillo mágico que le regaló Mara aquí presente, y que sirve para ocultar las vetas negras de diablerie y es igual que el qué el propio Nicolás lleva puesto, por cortesía de Inés. El Malkavian también recoge las cenizas de Cadios en su propia capa, a modo de hatillo improvisado.

Los vampiros presentes, exhaustos y heridos tras el ataque, se despiden y deciden reencontrarse la noche siguiente, después de haberse lamido las heridas.


La llamada Tremere
Tal y como habían acordado, la noche siguiente Rusticus aterriza en el Dominio de los personajes, Amelia, viene encaramada a su espalda. Piden audiencia con los personajes en un lugar discreto. Una vez en él, Amelia pone sus ojos en blanco y su cuerpo levita suavemente. En este inquietante estado comienza a hablar con un tono muy regular:

-Soy Mara, he poseído momentáneamente el cuerpo de mi sirvienta para deciros algo de suma importancia. Sé que muchos de vosotros os habéis cuestionado vuestra labor para mí, no tanto los pagos por hacerla. Tenéis presiones externas, o prejuicios inducidos por vuestros mayores quizás, pero es evidente que vuestro grupo está fraccionado en esta cuestión. No quiero ser yo quien lo rompa, ni la causante de vuestra disolución, sé que la supervivencia de un neonato suele verse atada a la de sus compañeros. La no vida es dura, sobre todo al principio, pero después también, lo sé bien.

No voy a jugar con vosotros, no es mi estilo, pero si quiero que ahora haya un punto de inflexión donde cada uno de vosotros libremente decida. Mañana por la noche Amelia y Rusticus vendrán a buscaros y os llevarán ante mí. Solamente quien quiera emprender la senda a mi lado será invitado, la senda de la verdad, la senda del honor, la senda de la gloria. Si hay dudas en vosotros, debéis reflexionar y decidiros, porque ahora es el momento. Hemos sangrado juntos y nada en la vida, ni en la no vida une más que eso.

El que decida caminar a mi lado, no será mi esclavo, ni mi vasallo, si no mi aliado y como tales alzaremos a Jerusalén a la grandeza y limpiaremos esta ciudad de todo mal, para darle por fin el nombre que tanto se merece, su verdadero significado: ciudad de PAZ.

Aquellos que no elijan mi senda, no tenemos por qué ser enemigos, pero los únicos lazos que tendrán con nosotros serán aquellos que sus compañeros que sí acepten quieran tener con ellos. Pensadlo bien, consultadlo con vuestros mayores, aliados y familiares. Buscad consejo en vuestro interior pues mañana la existencia de aquellos que tengan la valentía de caminar a mi lado, serán recompensados con la verdad y yo seré la primera en desnudar mi alma ante ellos, confesando mis propios secretos.

Itachi -la ghoul mira al Tzimisce con sus inquietantes ojos en blanco –Seguro que tu mentor estaría conforme con que dieras el paso. Él quiere lazos que puedan estabilizarle en la época actual, y este sin duda lo hará. Atrévete, no te arrepentirás y tu mentor se sentirá orgulloso de la alianza milenaria que habrás conseguido en beneficio de sus intereses y lo que es más importante, a su altura.- Amelia mira intensamente con una luz blanquecina en sus ojos con expresión sincera y pacificadora.   

Tras la posesión, Amelia cae de rodillas y es ayudada a levantarse por Rusticus. Esta se tambalea mareada y tras recuperar la compostura se despide y se va junto a la Gárgola.


Alice, Malkavian
Un brindis por Cadios
Una noche después, Amelia es la que ocupa el cuerpo de Jesper, el Malkavian y al pensar en la muerte de Cadios, su amigo Ravnos, la tristeza la embarga y al pensar que no lo verá jamás una lágrima de sangre recorre su mejilla.

Carga con los restos de Cadios envueltos en su capa y alicaída camina en silencio hasta el barrio armenio donde busca a la hermana vampírica del Ravnos. Yasmina se encuentra en las calles camelando a incautos cuando recibe la dura noticia de labios de Alice, de la forma menos dolorosa posible, la niña llora sangre y muy triste se abraza a la Malkavian sin saber qué decir. Durante unos minutos que parecen una eternidad, ambas vampiresas abrazadas obtienen consuelo en el silencio de la otra.

Después muy triste Yasmina conduce a Alice a una gran casa de mercader donde se encuentran con Varsik, el Sire de Cadios. Este, recibe la noticia de forma sobria sin sobresaltos, recoge las cenizas con cuidado y dedicó unas palabras a su chiquillo: -nunca la muerte es esperada, y al fin ha alcanzado a mi chiquillo Cadios, ha despertado de este sueño en el que todos nos encontramos. Solo deseo que su viaje continúe plácidamente y su realidad sea placentera a partir de ahora- Varsik mezcla las cenizas de su chiquillo en tres copas de sangre, da una de ellas a su chiquilla, otra a Alice y la tercera la alza el mismo mientras propone un brindis: -Por Cadios,
Yasmina, Ravnos hermana de Cadios
y su despertar-
Los tres vampiros brindan mientras Alice y Yasmina lloran sangre desconsoladamente y Varsik sonríe satisfecho, sabe que su chiquillo ha hecho un trabajo inmejorable el tiempo que convivió con él en Jerusalén y no debe sentirse triste, al contrario, ha obtenido su recompensa, regresando a la realidad a la que todos volveremos algún día.

Antes de irse Alice pide una última cosa a Varsik, quiere cambiar de senda, ya que la humanidad es una guerra que está perdiendo y teme que sea su perdición y la de todos sus hermanos. Varsik declina la petición de una forma correcta y educada, alegando falta de tiempo e imposibilidad de ejercer de maestro, tiene demasiados negocios abiertos como para una nueva tarea tan costosa como cambiar de “religión” vampírica. Alice, lo entiende y agradece al Ravnos su sincera respuesta, “le dijo la Malkavian al Ravnos…”

Alicia melancólica, regresa al refugio junto a sus compañeros Itachi y Vadjanosz que tras la
Varsik, Ravnos Sire de Cadios
muerte de su tío Bogdan decide recuperar su antiguo nombre, Jaroslav, ya que Vadjanosz tiene un singular significado en Magiar;
cuando rompió con su pasado, dejó su tierra atrás y se encaminaba hacia Jerusalén abandonó su antiguo apellido Jaroslav y pasó a llamarse Vadjanosz "la Bestia de Janosz", en Magiar, el dialecto húngaro hablado por los nobles.


El mayor secreto siniestro
Más avanzada la noche son encontrados por Rusticus y conducidos en silencio bajo la Sinagoga Tif´erert Yisra´el, en una de las cámaras ocultas de su laberinticos sótanos se encuentra la biblioteca más grande que jamás han visto. La mayoría son estanterías con rollos de pergaminos hebreos, también hay viejos tomos y tablas grabadas apoyadas en las paredes. Es inmensa, tiene tres pisos de altura en descenso y se baja mediante un complejo sistema de escaleras y poleas. A la luz de las velas, en la siniestra oscuridad, Mara coge un libro y lee a los personajes en  voz alta un inquietante pasaje:

-Amaranto, llamado así por la flor que los Sires entregaban a sus chiquillos antes de cazarlos y devorar sus almas por haber cometido algún acto atroz. Horror y poder, es un acto caníbal por el cual la esencia del alma de la víctima es absorbido por el diabolista. El más vil y castigado crimen para la toda estirpe. Práctica de algunos clanes para preservar su propia supervivencia y acto criminal de los llamados ladrones de almas, que obsesionados buscan la esencia de la vida; esta obsesión fue el fin de más de un ladrón, ya que en ocasiones la voluntad de la víctima es mucho más poderosa que la del diabolista y el alma del recipiente toma posesión del alma del ladrón. Este es el mayor de los peligros del Amaranto.-

Tras segundos de tensión entre tinieblas, Mara les mira en silencio, con semblante serio e intensos ojos negros. -Cuando Mara me diabolizó, me cambió la no vida…- El cómplice silencio se apodera de los siguientes segundos que parecen horas. Y los atónitos personajes no dan crédito a lo que sus oídos están escuchando.

-Hasta entonces me encontraba perdido, los siglos me habían atormentado con guerras, muertes absurdas y la destrucción de casi todos mis hermanos, por no hablar de la diablerie de mi Sire Saulot por el infame Tremere, el usurpador.

Como habréis deducido Mara intentó diabolizarme y mi esencia espiritual poseyó su cuerpo absorbiendo su alma en el proceso. No quiero seguir con esa farsa, no con vosotros. No hubiera sido capaz de hacer todo esto sin vuestra ayuda y no quiero seguir solo, necesito saber si estáis conmigo. Si es así, será con todas las consecuencias; también entendería que decidierais que es un peso demasiado comprometedor para vivir con él. Os dejo que lo habléis… - y desaparece entre las estanterías.

Sinagoga Tif´erert Yisra´el
Alice está aterrorizada, a punto está de ofuscarse y marcharse de ese lugar, piensa en todo momento que Nahum va a castigarles por haberse beneficiado de su sangre descendiendo de generación. Al hablar del Amaranto, el acto de diabolizar, de esta forma y siendo Jesper un diabolista confesó… el sudor de sangre le recorre su frente y está muda de miedo. Sigue pensando que el Salubri, chiquillo de Saulot, capaz de matarles con una sola mirada, puede regresar y exigir su esencia consumida en tinajas Tremere por el grupo de personajes.

De pronto Samuel, por alusiones a su tema favorito, la diablerie, toma el control de Jesper abandonado el aspecto de Alice y pareciendo ahora el hermano conspirador, maquiavélico y diabolista, Samuel cruza las manos y pierde la mirada ante los personajes y dice -menudo vuelco de los acontecimientos-.

Los personajes hablan del tema y verdaderamente están todos absortos, no se lo creen, ahora todo encaja, el comportamiento de Mara, su forma tan inusual de actuar, de hablar y de cumplir su palabra… es increíble como todas las veces que no cuadró el comportamiento de la Tremere, reviviéndolo ahora con el prisma de un Salubri de siglos de antigüedad, todo cobra sentido. Es tan revelador como si estuvieran ciegos y tras caer el velo ahora verían.

La alegría y la euforia se apodera de los tres vástagos, lo único malo es que Cadios y Dragomir no están a su lado para compartir este secreto siniestro del que todos ellos pueden aprovecharse. A ninguno le hacía especial gracia aliarse con una Tremere, con todo lo que ello conllevaba, pero ahora sabiendo que es el Salubri chiquillo del Antediluviano Saulot y quien fue víctima del Amaranto fallido de Mara quien posee su cuerpo, todo es diferente.

Itachi ve claro que la alianza con Mara solo puede ser positiva y su opinión es un SI rotundo. Jaroslav confiesa que lo único malo de la alianza con Mara era no poder matar a ningún Tremere y ahora sin duda va a ser posible y necesario, su voto era un sí y ahora es un enorme SI.

Samuel está conforme siempre que salga ganando con el trato, y parece que todos van a ganar, así que queda claro también que también es un SI, a pesar de que el camino del viejo Nahum, el del honor y el bien, no es la senda favorito de Samuel, más bien el contrario, pero esto no va a ser un impedimento para sacar un cuantioso beneficio para él.

Cuando terminan de debatir, todos están de acuerdo, por primera vez en mucho tiempo. En ese instante regresa Nahum, ahora saben que está en el cuerpo de Mara y Adam viene a su lado; en este momento comprenden por qué el Capadocio se fiaba ciegamente de Mara, debió descubrir su secreto antes que los personajes y decidió ayudarla en su intrépida empresa a pesar de los peligros que conllevaba; no estará otros 300 años estudiando para nada. 

Nahum pregunta sonriente: -¿Qué habéis decidido?- Itachi y Jaroslav, los Tzimisce, lo tienen muy claro, irán con Nahum al fin del mundo, Samuel no lo tiene tan claro, ve al Salubri como un anciano santurrón, y su personalidad no cuadra con la del Salubri, se lo está pensando, dándole mucha más importancia a su senda ahora que se encuentra frente a su imponente presencia, aunque sea en el cuerpo de la ambiciosa usurpadora Mara.

Nahum continua: -quiero crear algo aprovechando esta nueva condición. Algo que no ayude a Los Tremere, si no que ayude a Jerusalén, aprovechando los recursos y el poder de los brujos. Solo hay una vía, esa es la del honor y la del deber, el camino del Señor y el vasallo. Seréis verdaderos Paladines, los juramentos deberán ser sagrados, así como la protección de los más débiles, encarnados fundamentalmente en la humanidad. La ambición personal siempre deberá quedar recluida a un lado.- señala a los personajes y dice: -vosotros podríais ser estos Paladines si quisierais...y yo puedo ser vuestro Maestro Caballería-

Nahum escucha atentamente a los personajes:

Itachi con decisión y una gran sonrisa, que nunca había expresado, toma la palabra: -Acepto la alianza, pero no deseo cambiar de vía, valoro las enseñanzas de mi mentor y me gustaría conservar mis tradiciones y sus enseñanzas. Con todo el respeto que se merece Nahum, Matusalén, chiquillo de Saulot.- E inclina la cabeza en señal de aceptación. Nahum, satisfecho asiente sin hablar y mira a Samuel, el Malkavian que duda en su respuesta.

-Tenemos que hablarlo los seis hermanos, como sabrás, mi familia somos un grupo de Malkavian que estamos muy unidos. Y una decisión tan importante no puedo tomarla a la ligera, afectará a todos mis hermanos y me escama el asunto de la vía de la Caballería, no puedo estar más en desacuerdo con ella…- Nahum está preocupado por la duda de Samuel y sin hablar, solo pensativo, mira a Jaroslav.

El Tzimisce dice decidido -Yo me mantengo en mi decisión inicial de aliarme con vosotros, lo hice cuando eras Mara la Tremere y lo mantengo con más seguridad ahora que eres Nahum el Salubri. En cuanto al camino, en mi pasado seguí la vía de la caballería, pero cuando rompí con mi pasado también lo hice con las enseñanzas de mi Sire, consideré que debía hacerlo ya que había traicionado todos sus principios y mi senda era otra, es otra…- Nahum le dice con voz sosegada -Puedes desandar lo andado Jaroslav, no llevas mucho en tu nueva y oscura senda, y esto te salvará para siempre. Tú eliges si salir del agujero o hundirte más en él- El Tzimisce se queda pensativo, aunque inicialmente no tenía pensado cambiar de senda, parece que las palabras del Salubri le están convenciendo.

Nahum prosigue -Veo que dudáis sobre la vía en la que soy un maestro que nada más puede aprender de ella y sin embargo si tiene mucho que enseñar: el Camino de la caballería ¿Cuáles son los principios de esta vía?, si os los explico seguramente os quede más claro: Esencialmente es hacer el bien, lo justo, con honestidad. Nada de diableries- cuando dice esto mira intensamente, primero a Samuel y después a Jaroslav y sigue con su exposición del camino -Nada de rupturas de las Tradiciones, nada de conspiraciones, ni traiciones. Un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para hacer bien las cosas, para estar más próximos a Caín, con nobleza y respeto a nuestros señores. El placer y el deseo pasan a ser secundarios y ayudar a los débiles es la prioridad de nuestra vía. Los juramentos son únicamente para cumplirlos, no hacerlo iría en contra de nuestros valores. Y en cuanto a los humanos, son nobles bestias, que no están a la altura de los cainitas pero que hay que tratar bien y ayudarles, aun siendo inferiores. No es necesario tratar con honor a un perro de caza, pero si cuidarle, darle de comer, enseñarle y protegerlo; pues exactamente igual con los mortales, ellos son nuestros perros de caza.

Esta es la esencia del camino de la caballería, Vía Equitum.- Nahum en el cuerpo de Mara se acerca a los personajes y les habla en susurros tranquilizadores. -Si no sabíais qué camino seguir en vuestra no vida, éste es sin duda el correcto…-

De pronto alguien interrumpe violentamente a Nahum, Samuel se transforma en Klaus, su
Klaus, Malkavian
hermano Malkavian más atrevido y descarado, solo él puede solucionar este entuerto y lo hará de la forma más directa, como le gusta hacer las cosas, se acerca a Mara y le dice gritando:
-¿quieres que sigamos tu camino?, solo hay una forma: mata a Samuel.- Las crudas palabras caen como una losa sobre el oscuro lugar, el eco de la voz de Klaus y la tensión se palpa en el ambiente.

Nahum mira al Malkavian con ternura y se acerca a él levitando, se posa frente al regordete y pequeñajo vampiro, con ambas manos le coge con suavidad la cabeza y con mucha delicadeza toca sus ojos cerrados con los pulgares. Cierra los suyos y se concentra. El silencio es ensordecedor y de pronto Klaus cae al suelo exhausto. Mientras, Nahum le coge para que no se lastime y le ayuda a levantarse.

-Ya está, hijo mío- Dice el Salubri con ternura. Klaus se recompone y cuando su vista enfoca puede ver el cuerpo de su hermano Samuel tirado en el suelo… ¡¡¡esta muerto!!! El hermano cabrón y conspirador que tantos quebraderos de cabeza ha dado al resto de la familia, por fin ha mordido el polvo. Klaus se siente satisfecho por su fallecimiento, se lo merecía, siempre tenían que comerse su mierda, sus diableries, sus castigos, sus vetas negras, sus rupturas de las Tradiciones, sus mentiras… todo eso se acabó ya solo quedan cinco de seis…

De pronto Klaus, como en una revelación, es plenamente consciente de que lo sucedido era lo que apuntaba la profecía que Malkav había escrito detrás del mapa de su tumba:


“Seis fueron el número máximo.
Entonces cinco pensaron como matar a uno”


… y se había cumplido como no podía ser de otra forma. El círculo se había completado con la muerte de Samuel y ahora los cinco hermanos supervivientes, que pensaron como matarlo, pueden tomar una senda diferente, una que no haga daño a nadie y menos a ellos mismos.


Klaus mira el cuerpo de Samuel sin fiarse de que realmente esté muerto y de pronto un fogonazo de fuego lo prende en llamas y con rapidez, se deshace en cenizas, ahora sí está seguro de su muerte definitiva y Klaus sonríe. Después mira a Nahum y asiente con la cabeza diciendo: -Se ha cumplido la profecía- Nahum no entiende sus palabras, pero si lo hacen Itachi y Jaroslav, que sobrecogidos piensan en las palabras de hace unas noches, aquellas por las que llegaron a conclusiones sin saber realmente de que se trataban o para quien estaban escritas. Ahora todo cobra sentido y la profecía se ha cumplido, los cinco hermanos Malkavian, Jesper, Nicolás, Alice, Malkav y Klaus, han pensado como matar a uno, a Samuel, el conspirador, el diabolista; y ahora son libres al fin.

El momento es casi mágico y la sensación de ver una profecía cumplida, de principio a fin, es algo que solo los vampiros presentes, los que lo han vivido, son capaces de comprender; y se llevarán este especial momento a la tumba.

Tras unos segundos en silencio Nahum continua: -He de nombrar en este momento a mi consejero personal, el sabio Adam, del clan Capadocio, tendrá el honor de defender ese título.- Adam se arrodilla ante Nahum le toca la cabeza con ternura y dice: -Adam Capadocio te nombro mi consejero, por el bien de Jerusalén deposito mi confianza en ti, y espero que cuando me desvíe de la senda correcta, tu sabiduría me guíe-


Es extraño que un Salubri, aparentemente de miles de años, nombre consejero a un Capadocio de poco más de tres siglos, sin duda debe confiar en su criterio. Así mismo los Capadocio son reputados como consejeros de Príncipes Vampiros, generalmente Ventrue.

-Me gustaría que aceptaseis un ascenso de posición respaldado por la recién fundada Capilla Tremere de Jerusalén- Nahum eleva las manos al cielo y con la voz de Mara les pide que se arrodillen. Les nombra uno a uno, con su nombre y clan, y les dice tocándoles la cabeza: -Yo, Nahum, Salubri, te  nombro mi Paladín-

Nahum continua: -respaldaré esa posición informando a los antiguos de la ciudad, al igual que de la inauguración de la nueva Capilla Tremere de Jerusalén, cuya Regente es Mara, chiquilla de Randeux. Todos habéis sangrado por este especial lugar, y habéis visto morir a compañeros, no tengáis ninguna duda de que os merecéis todo esto que os está sucediendo-

Nahum, mira a Klaus a los ojos -Aprovecho para advertir a nuestro recién rehabilitado diabolista, aquí presente, que no debería causar Amaranto más, si lo hace aunque solo sea una vez más, su alma será la que desaparecerá en lugar de la de la víctima... con la muerte de Samuel debería morir la sed de sangre de vástago- Mantiene la mirada de Klaus en un duelo de miradas que al final el Malkavian pierde y aparta la vista del poderoso Matusalén Salubri y se pregunta si sus palabras son una profecía o una amenaza.

Nahum sonriente y orgulloso, ya con los personajes en pie de nuevo, cambia de tercio y continúa: -Estoy desmigando mis recuerdos y probando mis Disciplinas, que conozco pero de algunos poderes nunca he visto sus efectos. Tengo la mayoría de los recuerdos de Mara, esto hace mucho más sencillo el proceso...-

Amelia viene y con ella una bandeja de plata que levita a medio metro de su cabeza, en ella, una copa por asistente vampiro. La ghoul reparte las copas llenas de sangre y se queda en un segundo plano junto a Adam y Rusticus, al que no habían visto desde que les condujo a esta biblioteca, estaba mimetizado con las sombras y parecía una estatua más del mobiliario de la antigua biblioteca.

Todos brindan con Vitae por el Juramento Sagrado del nuevo pacto entre vástagos. Tras degustar la sabrosa sangre humana, Rusticus trae un arcón viejo que apoya con cuidado en frente de los personajes. Mara abre la tapa sin llave, sin tocarlo y va sacando con cuidado paños negros de la mejor calidad,  que va dando mucha delicadeza a cada uno de los personajes. 

-Mara tenía guardados una serie de talismanes y creo que podrían ser un buen regalo para coronar este momento.- De pronto, los paños se desenvuelven solos y en su interior hay un talismán, todos ellos son colgantes de diferentes estilos, con piedras y gemas de diversos colores. Nahum va parándose frente a cada personaje y concentrándose le dice el poder que tiene su talismán.

A Jaroslav, su talismán le potencia su Taumaturgia. Coincidencia increíble ya que la Taumaturgia es una Disciplina aprendida por azar y ahora potenciada de la misma forma. Nunca es así entre los Tremere, ya que es un sagrado conocimiento enseñado con celo de maestro a aprendiz, y deben proteger el secreto de la Disciplina con sus no vidas, perdiéndolas si no lo hacen.

Itachi consigue un talismán con un poder considerable en Vicisitud, y con el cual puede moldear carne y huesos, para cambiar tanto su apariencia como la de los demás. Es curioso porque siendo Tzimisce oriental, no conocía los misterios de la Vicisitud y para su mascarada en esta tierra extraña le va a venir muy bien tener este conocimiento adquirido mágicamente, la Vicisitud Tzimisce.

A Klaus le otorgan un talismán que le da el nivel básico de Potencia, quizás el destino le está diciendo que su senda actual va a necesitar más fuerza física de la que tiene. Quién sabe, puede que no signifique nada, todo es válido para un Malkavian y no tiene por qué tener sentido.

-Estos presentes serán la prueba de vuestra recién adquirida posición, los Tremere y eruditos ocultistas, los reconocerán a simple vista- Continua Nahum hablando en un tono muy serio -cualquiera con conocimiento de magia, capaz de percibir la magia o que sea capaz de reconocer los símbolos ocultistas, sabrá que estáis respaldados por el poder de la magia, y como os decía afianzará vuestra posición Tremere, si en algún momento lo necesitaríais.-

El Salubri se acerca a cada uno de los personajes y les habla con voz calmada y sosegada -Hablemos de vuestros pagos por ayudar a proteger la Capilla Tremere, la palabra dada debe ser siempre cumplida, aunque fuera con el aspecto de Mara con la que os la dí- Nahum no parece muy cómodo cuando habla de haber engañado a los personajes usurpando la personalidad de su asesina Mara.

Klaus dice en alto -A mi me gustaría tener la disciplina de Fortaleza, nos sería muy útil a mis hermanos y a mi- Nahum asiente muy atento.

Itachi con un tono de misterio dice en susurros -Me gustaría que me ayudases a cumplir el último cometido que se me ha encomendado: buscar a Mandalay- Nahum abre los ojos y con expresión de preocupación dice a Itachi -Te ayudaré a buscarlo Itachi. Pero debes saber que puede que no te guste lo que encuentres- Al Tzimisce le suenan estas palabras ya que un conocido suyo también le advirtió lo mismo. El Salubri continua -La leyenda de Mandalay está relacionada con la destrucción primigenia de las fuerzas de la naturaleza, los huracanes, los terremotos, las tormentas… y la muerte.- Itachi resignado responde -lo sé, pero debo encontrarle- Nahum no comenta nada más, pero la preocupación se dibuja en su cara.

Jaroslav muy pensativo dice levantando la vista hacia el impresionante lugar en el que se encuentran -Me gustaría poder tener acceso a  esta vasta biblioteca siempre que lo necesite- Nahum le responde rápidamente mirando a Adam, mientras este asiente -sin problema Jaroslav, tendrás acceso ilimitado, Adam te ayudará a buscar lo que necesites, ¿hay algo que te preocupe?- Pregunta el Salubri sabiendo que hay algo importante en lo que Jaroslav está pensando. El Tzimisce por primera vez, con expresión de sincera preocupación y temor explica -Mi Sire cometió Amaranto sobre su Sire y ese acto le ha sumido en un sopor del que no puede despertar. He intentado todo lo que está en mi mano, pero no ha sido suficiente. Está en un sueño mágico a causa de una maldición de hechicería Koldunica, mi abuelo era un Maestro en estas oscuras artes. Debo despertarla y en esta biblioteca deseo buscar el saber que me lleve a ello y espero encontrar la clave aquí.-

Nahum emocionado por la confesión de Jaroslav agradece al Tzimisce su sinceridad y le da las gracias por contar su secreto más personal, esto es un síntoma inequívoco de que la confianza está haciendo mella en todos ellos, ya que ahora todos saben el secreto siniestro del infame Tzimisce y a Jaroslav no le ha importado en absoluto. -Jaroslav- dice Nahum hablando con el corazón en un puño -Hay nobleza en tus deseos y esa es la verdadera esencia de tu ser; por ello no solo voy a ayudarte a despertar a tu Sire, si no que mientras lo hacemos voy a proteger su cuerpo como oro en paño.- Nahum se queda pensativo y pide a Jaroslav que envíe a sus ghouls con el cuerpo de su Sire a la Capilla. Pide también a los personajes que le sigan a la misma. Rusticus no se separa de Mara, pero Adam se queda en la biblioteca y se despide de los presentes.

Una vez en ella, ven como la mayoría de los daños de la batalla pasada han sido reparados, pero Nahum no les ha traído para que vean la progresión de los arreglos, si no para algo mucho más importante.

Se encuentran frente a la cámara secreta que encontraron por casualidad en las obras de reconstrucción de la Capilla, la trampa mortal para el valiente Dientes de Sable de Samael, cuarto Príncipe de Jerusalén. Ahora hay una sencilla puerta de madera, pero todos saben que solo es una apariencia de fragilidad que esconde la cámara más especial de toda la Capilla.

Nahum cierra los ojos y levantando una mano ante la puerta hace que cientos de runas iluminadas con una luz azulada aparezcan sobre ella, para después desaparecer en un humo blanco. La puerta se abre despacio, silenciosamente y la oscuridad espera en el interior, del que un frío intenso sale como si el invierno se refugiase en esa cámara, sin duda es una evidencia de que el fiero espíritu del Dientes de Sable protege el lugar desde la Umbra, desde el más allá, para que nadie que no esté invitado se atreva a entrar.

Los ghouls de Jaroslav paran un carruaje frente al ruinoso templo, apariencia externa de la Capilla y descargan de la parte trasera un gigantesco y pesado cajón, que transportan al interior gracias a su fuerza sobrehumana.

Sarcofago de Katja
El ruido que hace al caer la gran caja al suelo hace que se hiele la sangre de todos los presentes. El cajón es un sarcófago labrado de madera, con símbolos arcanos y figuras terroríficas que parecen tener vida de lo bien logradas que están. Es siniestro, misterioso, terrorífico y por nada del mundo nadie querría ver que hay dentro, seguro que una maldición caería sobre aquel que lo abra sin permiso, o algo peor saldrá de dentro para acabar con el incauto “valiente”.

Nahum mira a Jaroslav y le dice: -No te preocupes, estará protegida en el lugar más seguro de la Capilla, la cámara del Dientes de Sable, con todas las protecciones mágicas posibles. Nadie podrá perturbar el sueño de tu creadora- 


Klaus pregunta a Jaroslav si pueden ver a su Sire, antes de que la oculten y el Tzimisce accede, él también está deseando verla. Los ghouls abren el sarcófago y la belleza de Katja, la Sire de Jaroslav inunda la estancia dejando a los personajes impresionados por su aspecto frágil y salvaje al mismo tiempo, una verdadera joya de Transilvania. 


Detalle del Sarcofago de Katja
Los ghouls de Jaroslav introducen el siniestro cajón en el interior de la cámara saliendo a toda prisa después, despidiendo vaho blanco en su respiración, y con el semblante de frío en sus caras. La puerta se cierra sola haciendo un tremendo ruido imposible, como de un gran portón de metal contra piedra, y el eco de ese sonido impera en la Capilla durante unos segundos.

Después Nahum conduce a los personajes a la cámara de reuniones de la mesa de piedra con el símbolo de la estrella de David, el lugar donde fueron atacados por Bogdan y su ejército de Tzimisce. El lugar parece estar como antes de la batalla, inmaculado, como si nada hubiera ocurrido. Hay fuertes impresiones y recuerdos grabados en estos muros, recuerdos de muertes importantes, que ahora parecen distantes pero aún están presentes en la memoria de los personajes.

Nahum se acerca a los personajes, les invita a sentarse y habla calmadamente -Podríamos
Katja, Sire de Jaroslav
compartir ideas que tengáis para el bien de Jerusalén, labores o  acciones que poner en práctica.-

Jaroslav, muy animado toma la palabra -Deberíamos poner orden en Jerusalén, podría ser un buen momento para coronar a una Princesa Tremere- exclama chocando su puño derecho contra la palma de su mano izquierda. Nahum muy sosegado y con voz calmada le responde -No debemos llamar la atención Jaroslav. Mejor dar pasos pequeños que nos permitan construir sin ser observados, entonces seremos más efectivos- El Tzimisce se queda pensativo ante las sabias palabras del anciano Salubri, mientras asiente en silencio.

Itachi dice preocupado -Tenemos que conocer a la facción Assamita, no sabemos nada de ellos y son una fuerza a tener en cuenta- Nahum asiente pensativo.

Klaus con la mirada perdida susurra -Tengo un primo con una personalidad caballeresca que me gustaría que conozcáis…- y de nuevo, como es costumbre, deja a todos descolocados.

Cuando terminan la Tormenta  de ideas, tras unos minutos de reflexión, Nahum muy serio y con lágrimas de sangre en los ojos y costandole articular palabra,  les dice: -Lo primero que deberéis hacer para mi, será matar a Inés…-

Tan violenta orden impacta a los personajes, pero son conscientes de que si ella destapase este oscuro secreto, todo lo que han construido con sangre, sudor y lágrimas, estaría en grave peligro.

El silencio se adueña de la biblioteca y los tres personajes se quedan solos en silencio, ante la oscuridad, sin despedirse de su nuevo Maestro, Nahum, Matusalén Salubri de cuarta generación, chiquillo de Saulot, Antediluviano del diezmado clan.

Ahora ya saben que no exterminaron a todos los Salubri de Jerusalén, queda uno, y no parece que tenga pensado marcharse sin haber hecho historia junto a los personajes, los Paladines de la Capilla Tremere.