CAPITULO 15: Per Oculos II



 Per Oculos
(A través de sus ojos)

Segunda parte


Vadjanosz, Tzimisce
Palacio Arista, Dominio Tzimisce
Un rumor corre por Jerusalén, más entre los Altos Clanes, pero todo se acaba sabiendo, alguien viene... un héroe para unos, un demonio para otros ... su nombre Vadjanosz.

El tenebroso carruaje conducido por su criado y escoltado por dos soldados a caballo, se adentra en la ciudad Santa de Jerusalén. La fe de esos grandes templos con sus cúpulas y sus torres, las sinagogas orgullosas ante su Dios y las mezquitas por doquier hacen de la gran urbe un lugar inquietante y peligroso para un vampiro recién llegado. Los barrios claramente delimitados con murallas dan la sensación de ser varias ciudades independientes y unidas por una muralla exterior. Los rezos musulmanes a altas horas de la noche, los rabinitas caminando con sus pergaminos enrollados y las tabernas del barrio armenio son signos de que la ciudad de Jerusalén está más viva que nunca, a pesar de percibir como la sangre ha humedecido estas viejas piedras una y otra vez.

Se palpa una serena e inquietante calma y el aire frío corre por los callejones por los que el carruajea penas es capaz de pasar. Los soldados guían a su señor por las calles más amplias y aquí es evidente que el sistema de alcantarillado funciona correctamente, al menos no huele a meados como en otras ciudades.

El barrio Cristiano está bastante animado por la noche, sobre todo la zona de las tabernas y cerca de ella, en pleno corazón del barrio y un gran palacete ruinoso, el Palacio Arista, que antaño gozó de alta alcurnia, ahora olvidada.

Los soldados y el mayordomo se encargan de vaciar el carruaje y de acomodar todas las pertenencias de su señor. Las cuadras guardan el carro y los caballos, que ahora cenan apaciblemente tras un largo y caluroso viaje. Durante las siguientes horas los criados se adecuan el refugio para su señor de la forma más segura posible. El criado apunta a su Señor que es necesario urgentemente una reparación del palacete, aunque el sótano y las mazmorras están en mejor estado. 

Palacete Arista, Barrio Cristiano
Mientras adecentan la vivienda e instalan las pertenencias de su señor, acomodando su lugar de descanso en el emplazamiento más seguro del Dominio, Vadjanosz, dejando la espada en el refugio, conoce el barrio Cristiano fijándose en los diferentes templos, iglesias, hospitales, posadas frecuentadas por los pocos mundanos nocturnos que salen a estas horas. Es un barrio amplio y con una clara decadencia, ha vivido tiempos mejores y seguro que haber perdido la guerra contra los musulmanes no les ha ayudado a prosperar. Hay mucho potencial en este lugar, y muchas miradas curiosas hacia los extranjeros como el Tzimisce. Con una jarra de vino, otea desde las mesas más oscuras de las tabernas con su Auspex, buscando a otro Cainita.

Al no haber Príncipe, el cumplimiento de las Tradiciones queda a discreción de los vástagos de la ciudad, ya que nadie debería exigir justicia ante un quebrantamiento de las mismas. Debería haber un representante antiguo, aunque quizás hay uno por barrio, si así fuera queda a elección propia rendir respeto a uno u otro antiguo, o a ninguno de ellos, ya que ninguno asume el liderazgo claro por miedo a perder la cabeza. Las facciones mantienen una tensa calma y seguro que cada barrio limpia sus trapos sucios en secreto. La estabilidad tras la frágil tregua de Saladino y Ricardo está en entredicho ahora que ambos han muerto, pero parece reinar la paz y mantenerse el gobierno islámico.

Vadjanosz ha oído que este palacio es Dominio de un Ancillae Ventrue que lo adquirió como muestra de su poder hacia otro rival de clan. Cuando reclame el lugar hablaremos sobre el asunto, de momento el Tzimisce lo reclama como Domino propio, parece un buen sitio para descansar y pasa desapercibido.

Paseando junto a un viejo cementerio judío Vadjanosz escucha un ruido…


Sobek, Nosferatu
A la luz de la luna
A menudo Sobek ha pasado días, incluso semanas sin salir de las alcantarillas. No suele ser necesario hacerlo, incluso se puede alimentar aquí abajo. Quizás no con suculentos humanos rellenos de grasa como en la superficie, pero es increíble la cantidad de comida que se arroja por las alcantarillas, incluso para un vampiro.

Esta vez un mendigo ha caído en su dominios y mientras se despierta herido, Sobek se acerca sigiloso y se aparece enfrente del humano dejándole sin habla. Sus fauces son gigantescas, su cuerpo es enorme y sus dientes afilados como cuchillos. Solo un mordisco y la víctima sabe que va a morir. Intenta huir herido, sangra y se arrastra, grita pero nadie le escucha aquí abajo, las normas de arriba no funcionan aquí y disfrutando de la caza Sobek se alimenta del pobre diablo hasta dejarlo seco. Cuando termina, comienza a comerse el cuerpo, royendo las entrañas, desgarrando los músculos y devorando su interior, hasta dejar una cascara vacía sobre un charco de sangre sucia. Tras el horrible festín agarra el cuerpo y se lo lleva arrastrando hacia su refugio.

La luz de la luna ilumina la escena colándose por una abertura hacia el exterior. Por ella Sobek huele algo que le gusta, es una mujer, sin duda su olor es inconfundible. Con curiosidad y en sigilo la criatura sale por una alcantarilla cercana, va enfundado en una gran túnica negra con capucha, alguien la arrojó por la alcantarilla, y sin pensar mucho sigue a la mujer por la calle hasta llegar a un cementerio judío. Allí la menuda mujer deja unas flores blancas sobre una tumba reciente y es palpable que el dolor roe sus entrañas. De su boca emergen unas débiles palabras, perceptibles en el agudo oído del Nosferatu
-Doria hija mía, solo han pasado dos días y te echo de menos. Tu marido se ocupa de los niños, y yo soy ahora su madre a demás de su abuela. Descansa mientras te lloramos…- . En ese momento la mujer toca la lapida tallada con una gran estrella de David en su superficie, se levanta llorosa y se va cabizbaja.

Sobek conoce un túnel del alcantarillado que pasa cerca de ese cementerio y recuerda ver tierra filtrada por un agujero del túnel, y sus instintos primarios se encienden. Se adentra en el túnel y haciendo el agujero más grande con su fuerza descomunal, cava hasta llegar a la tumba de Doria y arrancando las tablas del ataúd se hace con el cuerpo de la mujer, aun rígido, frío y envuelto en suaves telas blancas. El Monstruo coge con delicadeza el cadáver sin alma y se lo lleva a su refugio, donde se siente seguro y tranquilo. Allí acomoda su nueva amiga muerta y la coloca junto a los dos cuerpos de mendigos que tiene sentados a una mesa. Como en una apacible reunión de viejos amigos, Sobek habla con los cuerpos, como un niño juega con sus muñecos, les pone voces, bebe con ellos, baila con la mujer, se ríe contándoles chistes y se divierte con este macabro juego que solamente se puede comprender en su mente no muerta.

Cuando termina escucha alguien cerca de sus dominios…


Gabriel, Toreador
La Hadith (La crónica)
Gabriel necesitaba aprender alguna lengua común para comunicarse en Jerusalén y el Antiguo Lasombra, Padre Paliuro Rustucci, le había puesto en contacto con  Adin Yakar, Gaón Caraíta, viejo líder sabio superviviente de la Masacre del Sukot donde el Golem arrasó con casi todo su pueblo. Adin enseña al viejo Gabriel a evolucionar su dialecto milenario en la lengua que hablaban hoy en día los judíos. Ambos aprenden el uno del otro, ya que Adin escucha las historias de Gabriel de otras cuando otras civilizaciones vivían en Jerusalén.

Después de la lección de esa noche Adin explicaba a Gabriel que pertenecía a la línea de sangre judía de un pueblo masacrado y casi extinto por la furia del Golem. Fue liberado por unos demonios de la noche que dormían en el barrio Cristiano.
También hablan sobre las culturas vecinas, como la musulmana, Hadith, así la llaman los musulmanes, literalmente, "crónica"; más exactamente. “tradición", es decir, alude a cómo obraba Mahoma, dando significado al Corán. No pueden estar más equivocado, las únicas y verdaderas crónicas y tradiciones son las escritas en la Torá por nuestros sabios y aprendidas de generación en generación por nuestros sabios. Y Gabriel aprende del sabio judío la sabiduría popular actual, que tanto ha cambiado de la que había cuando él vivía en la ciudad.
-Recuerdo- explica Adin -como empecé mi viaje de peregrinación a esta ciudad santa de
Adin Yakar, Gaón Caraíta
Jerusalén, Tanto el verano como el invierno son rigurosos en todas partes, pero el clima se suaviza en la costa y a lo largo del Jordán. Aquél invierno acumulamos intensas nevadas, llovió tanto que los helados vientos arrojaban las gotas de lluvia con tanta furia que dolía al mojarse. Vi regiones secas miserables a pesar de las lluvias. Ese verano, caminando por los profundos valles interiores hacía tanto calor que los camellos morían para acto seguido caer la temperatura acto seguido casi hasta el punto de congelación por la noche. Esa es la ira de Yahweh, castigándonos porque nos merecemos su juicio.
-

Gabriel aprende también las bases de la Teología, conocimiento de las religiones y de los Dioses.

El viejo Toreador aprendía con los humanos todo lo que había cambiado Jerusalén en 18 siglos. Era irreconocible pero familiar.

En este intercambio de historias que ocurre durante varias noches Gabriel y Adin se convierten en contactos. Para el Gaón Caraíta, Gabriel es la historia viva que le corrobora como su pueblo fue el que pobló Jerusalén desde hace milenios.


Extraños
Vadjanosz regresa de camino hacia el refugio cuando de pronto pasando por el barrio judío se encuentra con un cementerio. Tras oír un ruido, ve como una tumba se hunde ante sus ojos y un agujero enorme queda en su lugar. Le parece que algo se mueve bajo sus pies, en el alcantarillado, pero al mirar por una apertura hacia el subsuelo ve lo que parece ser una criatura enorme encapuchada, parecía tener la piel verde como la de un lagarto y llevaba un cuerpo envuelto en mortajas.

El Tzimisce intenta seguir a la criatura, pero para su tamaño es tremendamente sigilosa. Vadjanosz baja al alcantarillado y sigue al que puede ser un Nosferatu de la Estirpe. Un rato después llega a un empantanado pozo de agua turbia en movimiento, signo inequívoco de que algo grande se ha inmerso en su interior hace no mucho tiempo.

Vadjanosz, conociendo la alianza Nosferatu Tzimisce en su tierra natal, sabe que son vampiros muy útiles para los Voivoda, generalmente en trabajos de espionaje o en batallas nocturnas. El Tzimisce golpea con una piedra en el interior de la charca para llamar la atención del monstruo. Sobek saca su gran cabeza del agua, en silencio y peligrosamente cerca de la mano del Tzimisce, con la que golpeaba la piedra.

Ambos vampiros se presentan y Vadjanosz dice a Sobek venir de más allá de Bizancio. El Tzimisce pregunta al Nosferatu cuál es la estructura de poder de la Estirpe en el barrio Cristiano, donde ahora tiene su Dominio. Sobek no la conoce pero puede investigarla para el Tzimisce. Ambos cierran el trato sacando Sobek su gigantesca mano del agua y apretándola a la del Tzimisce.

Sobek va al encuentro de su Mentor, un viejo Nosferatu que se encuentra inmerso en una ciénaga subterránea. El joven Sobek pregunta por la estructura del barrio Cristiano para su recién conocido Tzimisce, y su Mentor ve una oportunidad para que el neonato saque la cabeza de las cloacas y consiga información de la superficie para él. Le asegura que el Padre Paliuro Rustucci es el Lasombra antiguo más influyente del barrio, fue Príncipe de Jerusalén y sigue vivo tras no serlo, una hazaña poco común. Al mismo tiempo le recomienda que no se presente Vadjanosz, ya que la rivalidad de ambos altos clanes no es afín y al mismo tiempo si lo hace, será una muestra de pleitesía obligada que atará al Tzimisce al destino del Lasombra y en una posición inferior, aunque a priori el Padre Paliuro tiene más posición que Vadjanosz, conocido Diabolista y rebelde allá en el norte. Por esta razón el Mentor de Sobek le explica que mejor que no sepa nada de él aquí abajo, no quiere que su sangre sirva de alimento y su alma de postre.

La noche siguiente Sobek y Vadjanosz se encuentran en el cementerio judío y el noble del norte invita a su carruaje al horrible y enorme Nosferatu. En silencio van dirección al Palacio Arista y una vez allí Sobek le da la información que ha conseguido para él. El Tzimisce agradecido ofrece Vitae al Nosferatu y este acepta pidiendo también algo para comer. Vadjanosz sorprendido le hace traer comida y su mayordomo le provee de un plato de carne cruda de camello, que Sobek devora mientras bebe la Vitae servida en cristal de Bohemia. Una  vez cómodos el Tzimisce despotrica de los Sires y se jacta de haber roto las cadenas de esclavitud. Cuenta la historia de una guerra entre los miembros de su familia vampírica de la que huyo acabando en Jerusalén. Sobek pide a Vadjanosz acompañarle en sus andanzas, a lo que el Tzimisce accede contento. El Nosferatu le habla de un grupo de Vampiros neonatos que andan metidos en varios asuntos de la Estirpe, y deciden que puede ser buena idea buscarlos para intercambiar impresiones. 


Malkav,
Personalidad de Jesper,
Malkavian
Encuentros vampíricos
Cadios, Dragomir y Malkav, la personalidad de de esta noche de Jesper, se encuentran en su refugio compartiendo los avances de sus investigaciones para los Tremere. Cuando llega Gabriel el viejo Toreador y le ponen al día en su trabajo para los Tremere. Buscan un emplazamiento adecuado para su Capilla y ya tienen varios, de los cuales uno les gusta especialmente, una vieja mezquita en pleno barrio musulmán.

Deciden ir a otro emplazamiento del que dudan, para ver si Gabriel con sus artes de Auspex pueda sacar información útil para transmitir a Mara en su informe. El lugar es la sinagoga judía. 

Una vez allí Gabriel comienza a percibir las impresiones pasadas del templo, ahora cerrado por asuntos de deudas. La visión del lugar en pleno funcionamiento, los feligreses orando y el rabino ofreciendo las lecturas de la Santa Torá, hace que el poder de la fe se manifieste en todo su esplendor, al menos en la visión de Gabriel, y esto hace que el Toreador deje de usar sus poderes mientras le recorre un escalofrío de temor por su columna.

Cadios, Ravnos
Después los cuatro vampiros deciden contactar con Amelia, la ghoul de Mara para quedar con la Tremere y ofrecerles sus avances en la búsqueda.

Amelia se lleva las primeras investigaciones del grupo y ante las suspicacias de sus compañeros, a solas con Cadios, Ravnos cuyo prestigioso Sire hace que entre todos sea el único fiable para los Tremere. La ghoul de Mara está preocupada por Inés, su contacto Tremere, no quiere que ella y Mara tengan un desencuentro, Cadios le asegura que no será así. Amelia queda con ellos en el Palacio Arista, en el barrio Cristiano, donde le expondrán sus avances para su Señora.

Se dirigen al Palacio y se percatan de que hay luz en su interior y movimiento y al llamar,
Dragomir, Tzimisce
un mayordomo extranjero, del Principado de Kiev, al noreste de Hungría. Este les pregunta a quien anunciar y así es como les anuncia en la entrada del salón .

Los soldados se ponen en guardia y se acercan a la puerta mientras el mayordomo pregunta a su Señor si espera visita y tras acceder a ella los presenta ante Vadjanosz.

Cuando entran ven un lugar cambiado desde las últimas noches que lo visitaron por otros asuntos, ahora es relativamente acogedor, y cambiado. Parece habitado, los soldados les escoltan y el mayordomo les recoge sus pertenencias y les pregunta si desean algo para beber.

Les traen Vitae y Vadjanosz se presenta, a su lado la criatura reptiliana encapuchada, la presenta como su amigo Sobek. Gabriel el Toreador le reprocha que este Domino no es suyo y pertenece a un Ventrue, Vadjanosz altivo dice haberlo reclamado como propio. Samuel es la personalidad actual de Jesper, ha salido al hablar de asuntos de Diablerie, como no. El Malkavian le dice que es de la corte de Radu. Vadjanosz dice haber roto con todo lo que tiene que ver con el clan y que no ha acabado muy bien con ellos. Cadios deambula por el refugio fijándose en todo aquello que brilla, como la bandeja de plata en la que les sirven la Vitae, y las caras copas de cristal de Bohemia. El Tzimisce le advierte que no toque nada, y el Ravnos asegura no hacerlo.

Sobek pide más carne de camello y le traen un cubo, del que Samuel pide un trozo y el Nosferatu receloso se lo da, ambos devoran la carne mirándose. Gabriel dice a Vadjanosz que en breve van a venir los Tremere para hablar con ellos en este lugar, pensaban que estaba deshabitado, y así era hace unas noches. El Tzimisce ha reclamado el Dominio como suyo y Cadios le pide que por favor no se mate con los Tremere que vienen, son socios en la actualidad. Samuel le dice que puede sacar tajada también de esto. Gabriel le explica que este es uno de los posibles emplazamientos para una capilla Tremere, ellos están buscándosela para los brujos. Vadjanosz asegura no tener problema para lidiar con los Tremere. Samuel insiste en que ellos pueden sacar tajada si no le dicen a los Tremere este emplazamiento, esto le puede interesar, pero por un precio justo, Vadjanosz le asegura que no le interesa su propuesta, sabe defenderse solo, no serán los primeros Tremere con los que “negocia”.


Amelia, ghoul de Mara
Los Tremere llaman a la puerta
Amelia, ghoul Tremere, aparece en el palacete Arista y extrañada dice recordar este lugar deshabitado, por eso habían quedado en él, para mantener la discreción. Al entrar y ver a otros vástagos, entre ellos a Vadjanosz, aunque parece no conocerle, la ghoul se disculpa y decide verse con los personajes conocidos en otro momento, pide a Cadios hablar a solas.

Enervada por la llegada de este extranjero con atuendo de ¿noble Tzimisce? Pregunta a Cadios quien es y cuando se lo confirma, que es Vadjanosz, efectivamente un Tzimisce, Amelia pregunta muy enfadada: -¿Habéis traicionado a mi señora?-  Cadios asegura que no, y que todo es una casualidad, el Palacio Arista es ahora su Dominio. Amelia pregunta si es un problema para su Sire y el Ravnos le asegura que no, mientras esta no le dé razones para el enfrentamiento. Si este emplazamiento no formará parte de los favoritos todo sería más fácil para la concordia, Amelia pregunta cómo y dónde quieren ofrecerle la información conseguida a su señora, ella sugiere una reunión en persona. Cadios sugiere que se encuentren en el lugar que ellos consideran el mejor de los encontrados, en la vieja mezquita en el barrio musulmán. Cadios pregunta si Vadjanosz puede acudir con ellos, y Amelia dice que lo decidan ellos.

Cadios explica la situación a Vadjanosz y le tras hablarlo entre todos, deciden no ofrecerle el Palacio Arista a los Tremere para no causar tensiones entre el recién conocido y Mara. Los cuatro vampiros se despiden de Vadjanosz y de Sobek y les dejan solos en el Palacio.

Vadjanosz  afirma no entender nada, y Sobek le da la idea de poder ayudarles, este es el grupo del que le habló antes, -seguro que podemos sacar algo si vamos con ellos- afirma el Nosferatu.


Eddie, el Caitiff
El Mercenario Caitiff
Deambulando por las tabernas, sin rumbo, ya que no le respalda Aisha, la Salubri que le daba cobijo en el hospital, sin que nadie lo supiera.

Cadios y Samuel se encuentran con el Caitiff que les dejó hace unas noches un regalo envenenado, nada menos que un hombre lobo que acabó matando a su amigo Yrian, antes de irse del lugar, Eddie les dijo que no era nada personal solo negocios.

Samuel se ofusca y Cadios se acerca al Caitiff poco a poco, sin actitud amenazante. Eddie se echa mano al puñal de su cinto y mira a Cadios a los ojos. –solo era un trabajo, no tenía nada en contra vuestra, lo entiendes ¿verdad?- Explica el nervioso Caitiff, esperando una excusa para saltar al cuello de Cadios. El Ravnos le dice que no quiere problemas y el Caitiff deja de agarrar el puñal y se relaja, viendo la actitud pasiva del zíngaro.     

Eddie pregunta por Aisha, la enfermera, tiene pendiente un asunto con ella y tiene que verla urgentemente. Cadios sabe que la Salubri daba cobijo secreto a otros Salubri y por lo visto a otros vampiros fugitivos. El Ravnos con mucha calle, le miente a la cara y le dice que no sabe nada de ella, cuando sabe que está muerta junto a los demás Salubri de la ciudad. Ahora Cadios, trabaja nada menos que para su asesina. El Caitiff inquieto dice que no quiere hacerla daño, pero que si la ve, que por favor le diga que Eddie le busca. Cadios asegura hacerlo y ve cómo Eddie se va desesperado por un callejón oscuro.  


El ofrecimiento Capadocio
Adam, Capadocio
Adam, Capadocio, busca a los personajes en el Palacete Arista, ya que últimamente suelen
frecuentarlo, pero se encuentra con Vadjanosz,  Tzimisce. Ambos se presentan y charlan, al tener  claro que el Tzimisce es conocido de los personajes, el Capadocio pide encontrarse con estos para ofrecerles información útil a cerca de su actual ocupación. 

Vadjanosz y Sobek propician un encuentro con el Capadocio y Gabriel invita a Vadjanosz al encuentro con el Capadocio. Ya con Adam, este ofrece un nuevo emplazamiento para la futura Capilla Tremere, una profunda cámara subterránea bajo la sinagoga Tiféret Israel, un laberinto de cámaras y pasadizos protege la zona; él mismo mora en una cámara cercana. Ofrece la posibilidad a los Tremere de consultar su biblioteca cuando lo necesiten, ya que como ha dicho está situada en una de esas cámaras bajo el templo. Parece ser que Adam ya se fía ciegamente de Mara, ahora que es su Mentora, tanto como para ofrecerle un lugar cercano de su biblioteca, el complemento perfecto para una Capilla Tremere.

Samuel,
Personalidad de Jesper,
Malkavian
Samuel, el Malkavian, le recuerda a Adam si le ha investigado el enigmático plano que le dejó, el de la tumba de Malkav, en el que tras él hay una escritura que solo se ve a la luz de la luna. El Capadocio le responde afirmativamente y le da la receta, tinta invisible hecha con agua, limón y un ingrediente muy poco común, sangre de hada. Adam le devuelve el plano a Samuel y este le agradece el favor.

Antes de despedirse de Adam, Sobek le pregunta si a su Sire no le importa que Mara sea su Mentora, a lo que el Capadocio responde que no solo no le importa, si no que va a compaginar la investigación que hace para él con el aprendizaje con Mara. 

Una vez a solas Cadios ofrece a Adam un negocio en el que serian socios, el Ravnos le trae escritos antiguos y tomos bíblicos y él los vende a quien pueda interesarles, repartiéndose las ganancias entre ambos. El Capadocio acepta la empresa y pide a Cadios que se encarguen del trabajo los ghouls de ambos. Un apretón de manos sella el pacto.


Y'ha-nthlei, Mentor de Sobek
Continuando con la investigación
Mientras los personajes debaten sobre la opción de ofrecerle a Mara este nuevo lugar descubierto por Adam, Sobek decide visitar a  Y´ha-nthleia, su Mentor,  y preguntarle si las catacumbas bajo el barrio judío son Dominio de algún Nosferatu. Este le afirma que en esos laberintos vive algún miembro de su clan, no puede concretarle, los Dominios son asuntos muy personales para los Nosferatu, y le comenta que no le parece buena idea que los Tremere se instalen en esa zona bajo tierra, los Nosferatu se sentirán invadidos y seguro que acabará habiendo problemas.

Con esta información Sobek vuelve donde el grupo discute y les pide que no ofrezcan este lugar bajo el barrio judío a los Tremere, porque va a causar problemas a los Nosferatu de la zona. Samuel recuerda lo que hacen los Tremere con los Nosferatu, entre otros, en su Transilvania natal, los utilizan como base para hacer sus gárgolas, si los Tremere se instalan allí abajo podrían disponer de víctimas Nosferatu para hacer un ejército de gárgolas. El Malkavian pone encima de la mesa la posibilidad de que Adam esté conspirando para que la Capilla sea suya. El grupo acaba sospechando de Adam el Capadocio. Tras esto Sobek aprovecha los restos de una caza humana para hacerse un perchero en su refugio.

Cadios invita a Vadjanosz al encuentro con Mara, para defender en persona su Dominio, mientras ellos argumentan sus investigaciones. Tras esto el Ravnos decide dormir este día en la acampada de la Kumpañia, fuera de la ciudad y antes de dormir les cuenta la leyenda de Vadjanosz el héroe Tzimisce rebelde antes llamado Jaroslav. Una historia que es más conocida en las altas esferas de los nobles vampiros, pero que ha llegado a sus odios igualmente y ahora descubre el pueblo zíngaro también. 

Gabriel, Samuel y Vadjanosz deciden ir a la mezquita abandonada para revisar el lugar antes del encuentro allí con Mara. El emplazamiento está entre callejuelas, está en un sitio oscuro y perdido del barrio musulmán. El edificio es un templo olvidado que pasa desapercibido en este tenebroso lugar. Dentro está oscuro, lleno de polvo y telarañas, el lugar parece abandonado, las paredes ennegrecidas y huele a quemado pero parece que la estructura es recia y sin grietas, sin duda fue bien construida en el pasado.

Buscan en su interior y no encuentran nada relevante, un gran sótano bajo la estructura principal y una alcantarilla en él, por donde se puede escapar en caso de necesidad. Gabriel con su poder de Auspex de Psicometría, toca diferentes lugares de este lúgubre y húmedo sótano, parece que las emociones se hayan quedado impregnadas en sus negras paredes. Y efectivamente así es, los flashbacks le llevan a vivir un capitulo atroz del pasado, ocurrido durante las semanas sangrientas de la primera Cruzada, hace ya casi cien años, cuando los Cruzados Cristianos arrasaron Jerusalén. La muerte y la destrucción azotaron una vez más esta ciudad santa. En este lugar concretamente fueron encerradas decenas de familias musulmanas para después ser quemadas vivas. La mezquita fue como un horno del diablo que coció a fuego lento a sus pobres víctimas entre gritos de desesperación hasta su agónica muerte. Este impactante suceso deja en shock a Gabriel y para defenderse su mente adquiere un terror a todo aquello que tenga que ver con la Tierra Santa y la fe, ya que la Bestia del interior del Toreador sabe que la muerte acecha tras estos lugares santificados. Gabriel regresa al mundo actual y con sus pensamientos en este horrible suceso, comienza a huir aterrado del sótano cuando Vadjanosz utiliza su Hechicería Koldunica de la Tierra, para que la piedra bajo sus pies se comporte como una marea maleable y viva que apresa al Toreador antes de que salga del lugar, envolviéndolo de piedra y tierra hasta la cintura e inmovilizando al aterrorizado Gabriel, mientras grita de agonía. El Tzimisce no quiere que llame la atención a gritos por el barrio musulmán, eso podría atraer curiosas miradas indeseadas hacia ellos y sus nocturnas actividades. Samuel le tapa la boca con un trozo de sus vestimentas mientras se relame pensando en la sabrosa Vitae de Gabriel.

Mientras tanto, Cadios, lleva a Dragomir a robar un caballo, algo que el Tzimisce deseaba desde que llegó a la ciudad. No le cuesta demasiado y el Ravnos afana de buena gana uno de unas cuadras cercanas. Con el equino inquieto ante la presencia no muerta de ambos vampiros Dragomir habla con él con su Disciplina de Animalismo y lo calma, después le da sangre convirtiéndolo en su ghoul, ahora el animal se siente atado a su amo, además de tener una fuerza y aguante descomunal frente a sus iguales. Dragomir lleva al caballo a las caballerizas del refugio comunal, están en ruinas, pero podrán hacer su labor siempre que el animal no quiera escapar y ahora que se siente vinculado al Tzimisce, no se le pasa por la cabeza hacer tal cosa.


La mezquita abandonada
La Mezquita
Con las alternativas ya investigadas por los personajes, esta noche deben ir a la antigua mezquita en el barrio musulmán, donde le explicarán a Mara los resultados de su investigación y sus impresiones personales, como habían quedado con la Tremere hace unas noches.

Sobek llega comiéndose las vísceras de una reciente caza humana, de la que también se ha llevado su brazo, que lo guarda celosamente, quien sabe con qué fin.

Mara se encuentra en el interior de la mezquita escoltada por su gárgola Rusticus, por Tobit su soldado y por Amelia su ayudante. Sobek, curioso,  pregunta a Rusticus si es una gárgola, mientras éste pétreo, no responde, ni siquiera le mira.

Tras unos instantes de tensión ante su desconfianza por los desconocidos. Cadios
Mara, Regente Tremere
presenta a Vadjanosz, Tzimisce propietario del Dominio del Palacete Arista. El Tzimisce se presenta mientras Mara no parece inmutarse al saber su clan. Sobek el Nosferatu, se presenta como guía de Vadjanosz. Gabriel se presenta como Toreador, y Samuel como Malkavian, ya que la Tremere conoció a otra personalidad de Jesper. Mara cuestiona porqué los nuevos están al tanto de estos acontecimientos y Cadios le da las explicaciones pertinentes convenciéndola de que son de fiar, jugándosela en realidad, porque no les conoce mucho, pero fiándose de sus instintos de Ravnos y de la suerte. 

El grupo procede a explicar las cualidades de cada lugar con sus pros y contras. Mara pensativa escucha la opinión de todos los presentes, incluidos los recién llegados.

Cadios defiende este emplazamiento, por eso han quedado aquí, y explica que la sinagoga judía también es un emplazamiento aconsejable, ya que los judíos Caraítas ya tuvieron tratos con los Tremere en el pasado y son sabios cosa que los Brujos agradecerán. Mara corrige al Ravnos, explicándole que los Caraítas sufrieron la masacre del Sukot, ocasionada por el Golem en la que su clan estuvo involucrada, esto hace que los judíos vean con recelo a los Tremere, asunto que no es nada alentador si van a ser vecinos. Mejor elegir otro lugar. 

Samuel explica que esta mezquita es la mejor opción por los detalles que le han facilitado.

Gabriel cree que este es un lugar adecuado, pero también cree que el Palacete Arista es un buen lugar, lo único que Vadjanosz es un Tzimisce testarudo, asegura mientras le mira.

Dragomir, escueto responde: este lugar. Mara le mira pensativa.

Vadjanosz dice haber venido solamente para disuadirle de elegir el Palacete Arista, por lo demás le da igual donde construya su Capilla.

Mara mira a Sobek y le dice que su opinión también es importante y el Nosferatu le dice: –este lugar es bonito si- y mientras saca el brazo amputado de debajo de su túnica y lo coloca en una pared cercana apunta –habría que decorarlo- Mara le mira incrédula y el Nosferatu no sabe que ha hecho mal, simplemente le ha pedido su opinión y él se la ha dado.

Cadios explica a la Tremere que si necesita materiales para la reconstrucción del lugar, una vez elegido, él puede ponerle en contacto con constructores y mercaderes que le pueden elegir los mejores al mejor precio. Mara le agradece el detalle, son asuntos mundanos de los que se tendrá que encargar, y los pondrá en manos de Amelia; El Ravnos puede tratarlos con ella. Vadjanosz apunta sarcásticamente mientras hablan: -parecéis mercaderes, sin duda este es el mejor sitio para comerciar…- Ni Mara ni Cadios se ofenden por el comentario.

Rusticus, Gárgola de Mara
Esta mezquita donde se encuentran ahora, parece ser la más valorada por el grupo y tras pensarlo detenidamente, Mara elige este lugar como futura Capilla Tremere. Asegura haber tenido en cuenta sus recomendaciones, les agradece el trabajo y les recuerda que el trato que tienen llegará a su fin en el momento en el que la Capilla se inaugure oficialmente. Su mano sigue abierta para una alianza una vez termine esta empresa. Está muy contenta con su trabajo y extiende la invitación a los recién llegados. Si les interesa entrar les pide que hablen con Amelia que les explicará los términos del acuerdo, también se lo pueden explicar sus compañeros, ellos lo están viviendo en primera persona.

Vadjanosz, explica que no será él el que pierda una posibilidad de alianza en tierra extraña. Mara sorprendida por su respuesta, valora su coraje y afirma tener su mano tendida para afianzar la alianza aunque sea con un Tzimisce. Al parecer no conoce a Vadjanosz o no le importa su oscura reputación.

Mara enviará a los suyos a terminar el trabajo, pondrá a Amelia al mando, junto a Tobit, su soldado, y pedirá a Inés Arista, la Tremere, que la ayude a poner la Capilla en marcha, ocupándose la misma Mara de los contactos con otros Tremere, dejando claro que no desea una inauguración pública, ni invitará a ningún Tremere externo por su seguridad, aun no está afianzado el lugar y no quiere poner en peligro su reciente relación con los personajes. Toda la maquinaria Tremere de Jerusalén se pone en funcionamiento, ghouls, contactos, recursos, influencia, y Gárgola aúnan su trabajo para llevar a cabo la implantación de la primera capilla Tremere de Jerusalén. Los personajes se ocuparán de la protección del emplazamiento elegido mientras se reconstruye hasta la noche de su inauguración, como ha apuntado Mara.  

Mara explica a los personajes que si se les ocurre como ayudar, les dejará hacerlo sin pega alguna, es lo menos que pude hacer como agradecimiento por su eficiente labor. Si tienen alguna sugerencia de cómo podrían ayudarla o piensan en algún puesto como “Guardianes de la Capilla”, “Salvadores de lo Sagrado” o “Cazadores de Reliquias”, ella está dispuesta a pensar si es viable y si lo es, poner la empresa en marcha. No sería el primer grupo de aliados que ponen a su disposición su espada o sus habilidades al servicio del Clan Tremere. Si los personajes quieren ayudar serán bienvenidos. 

Cadios al terminar la reunión, en un lugar apartado le dice a Amelia haberse ganado un beso y  la ghoul Tremere ignora las palabras del Ravnos y lo rehuye con eficacia.


Primeros pasos
Vadjanosz se va de caza y su víctima, un mendigo, acaba convertido en una lustrosa silla de carne, piel y huesos para su nuevo refugio, su dominio de la Vicisitud se acerca al de sus maestros Tzimsice.

El resto de vampiros se ponen manos a la obra para proteger el lugar de posibles dificultades, Dragomir vigila la entrada desde dentro, Cadios consigue materiales para que Gabriel haga en la puerta, una trampa que les alerte si alguien entra sin su consentimiento, algo muy sencillo, unos clavos haciendo ruido sobre metal cuando la puerta se abra.

Sobek pone encima de la mesa el problema Assamita, ya que se encuentran en el barrio
Alice,
Peresonalidad de Jesper, 
Malkavian 
musulmán de Jerusalén. Hablando llegan a la conclusión de que Mara ha tenido que tener en cuenta ese detalle antes de elegir este emplazamiento y que sera ella la que solucione ese asunto.

Alice, la personalidad actual de Jesper el Malkavian, va en busca de un par de hombres que les sirvan de alimento llegado el caso de necesidad, no le resulta muy difícil, ya que con su atractivo aspecto solo tiene que engatusarlos en una de las muchas tabernas de la ciudad. Dicho y hecho, viene a la mezquita con dos hombres de los cuales todos los presentes beben sin desangrarlos, y aun con vida los deja en un callejón para que se recuperen, después serán sus frágiles mentes las que se enfrenten a lo sucedido y si lo cuentan seguramente no les crean o algo peor.


Szlachta
El ataque del Szlachta
La primera noche mientras vigilan la futura Capilla, los seis vástagos se encuentran en su interior debatiendo su situación actual y protegiendo el lugar, y algo está a punto de suceder. Todo empieza en el momento de que el sexto sentido de Gabriel le alerta del peligro, un ser esperpéntico se acerca decidido por la puerta principal, la trampa hecha por el Toreador alerta al resto, un intruso irrumpe en el lugar, es un monstruo horrible como salido del infierno, mide casi tres metros, no parece tener ojos, tiene unos enormes cuernos, unas peligrosas fauces y lleva una vestimenta tribal con talismanes, anillos y pulseras de otra cultura pagana y una peste a carne cruda viene con él. El ser grita  amenazante con sus fauces abiertas y está dispuesto a destruir todo lo que se le ponga por delante. Decidido, enviste violentamente con su cornamenta en dirección a los personajes, mientras de su garganta un rugido gutural rompe la noche y resuena en el eco de la mezquita.

Zulo de Vadjanosz
Cadios, el Ravnos con su Quimerismo,  crea una ilusión para que el monstruo vea unos pájaros que le molestan y le pican la cabeza, a modo de distracción. Pero parece no afectarle, su mente no debe regir de forma normal y sus ilusiones requieren que el que las perciba, al menos entienda lo que ve.

Alice la Malkavian y Vadjanosz el Tzimisce, se transforman en la forma de Zulo Demoníaco, Disciplina inequívoca de los vampiros del clan Tzimisce, por la cual su cuerpo crece y se transforma en un peligroso y horripilante demonio aparentemente salido del infierno.

Dragomir, el soldado Tzimisce, con su espada de Damasco en su mano diestra, se queda completamente paralizado y no es capaz de racionar el ataque, su cerebro no es capaz de asimilar la criatura que acaba de aparecer, no sabe que hacer y esto inmoviliza al vampiro dejándole a la merced del Destino.

Sobek, el gran Nosferatu, se abalanza sobre el engendro embistiéndole y haciendo que sus cuerpos choquen de manera violenta como lo harían dos Titanes. Sobek le apresa inmovilizándolo, para después arrancarle al monstruo un brazo y parte del pecho, de un mordisco poderosisimo con sus fauces desencajadas y
Zulo de Alice
sus innumerables colmillos afilados como cuchillas.

Alice ya transformada en Zulo, con cuidado de no dañar a Sobek, canaliza un ataque hacia la cabeza del monstruo clavándole uno de los afilados cuernos de su codo en su parte superior.

El enemigo intenta morder a Sobek, pero la fuerza descomunal del Nosferatu lo ha inmovilizado y no pude más que dar dentelladas al aire que no dañan a su captor.

Gabriel, el Toreador, con una de las legendarias espadas forjadas por él mismo hace siglos, desjarreta al monstruo por detrás, con un certero golpe de abajo arriba, partiéndolo por la mitad y salpicando todo con la roja sangre del engendro.



Después del ataque
Cadios desde la puerta se da cuenta de que son vigilados, todos son conscientes de esto y poco después la sensación desaparece. Alguien ha visto lo ocurrido desde las alturas de los tejados del barrio musulmán.

Vadjanosz observa el cuerpo y sin duda es un Szlachta, ha visto muchos en las guerras de
Bogdan, Tzimsice
sus tierras. Son ghouls Tzimisce usados como soldados, guardaespaldas y centinelas. Los llaman Szlachta o gente acomodada, por el mejor trato que reciben sobre otros ghouls, pero nunca como a un vampiro. Pueden ser humanos o animales. Son guerreros, y el clan usa la Vicisitud para fortalecerles. Los huesos son hechos espinas o placas, la piel y la grasa son quitados de un sitio y puesto en otro más adecuado y la cara deformada en una máscara horrorosa para intimidar.  Algunos son usados como exploradores, hipertrofiándolos o alterando sus órganos sensoriales. Estos experimentos tienen éxitos pocas veces lo que ha dejado a varios Szlachta enfermos o permanentemente tullidos.
  
Cadios se queda con todo lo que brilla de la criatura y Gabriel utiliza la Psicometría para ver quien ha creado a este engendro. Ve la escena de cómo un ser igual de horripilante o más que él, está moldeando la carne de varios cuerpos humanos, con los que construye un monstruo humanoide, tiene en cuenta hasta el último detalle, cada cicatriz, cada tatuaje, cada apéndice. El Toreador describe al demonio con rasgos acuáticos y ninguno de los presentes parece reconocerlo, después tiran los restos del gran Szlachta por la alcantarilla.

Sobek se lleva a su refugio, la lanza del monstruo, un palo largo y afilado y su cabeza
Klaus,
Personalidad de Jesper,
Malkavian
partida por la mitad, que cose como puede para adornar sus macabros aposentos.

Cadios se fija en un talismán que llevaba el Szlachta y ve que tiene una marca, como una especie de runa tribal o una inicial en algún idioma innombrable que Vadjanosz no reconoce.

Sobek regresa y rastrea los alrededores del lugar del ataque buscando el lugar de origen del  Szlachta y parece venir del barrio armenio, en él Klaus, la actual personalidad de Jesper pregunta por las calles por si hubiera habido desapariciones de gente, pero es algo tan común que su investigación no le lleva a ningún sitio.

Inés Arista, Tremere
Cadios propone a sus compañeros recurrir a Inés Arista, la Tremere, quizás ella sepa quien les ha podido atacar,  mientras Gabriel repara la puerta destrozada por el Szlachta. Cadios y Vadjanosz van en busca de Inés y se encuentran con ella en un lugar  secreto. Cadios presenta a Vadjanosz y después le enseñan el talismán que llevaba el atacante. Ésta les dice que ese símbolo pertenece a algún principado del norte de Hungría, pero no puede darles más información.

Cadios lleva a Vadjanosz ante Almagor, su contacto Nosferatu, se lo presenta y le cuenta su leyenda, éste no lo conocía y piensa que solo un Ravnos puede ser tan temeroso para rodearse de vampiros tan infames como Vadjanosz. El Nosferatu no sabe nada del talismán que le enseña Cadios y el Ravnos aprovecha para alertarle de que el Caitiff Eddie, busca a Aisha, la Salubri asesinada por los Tremere. Cadios también le cuenta el reciente ataque del  Szlachta y que trabajan puntualmente para los Tremere. Se despiden y el Ravnos le pide que cualquier asunto
El Guardian,
Ghoul de Inés
Tremere o Tzimisce que llegue a sus oídos se lo haga llegar lo antes posible, Almagor asiente y se esconde en la oscuridad de las cloacas, ahí abajo se siente seguro.

Cadios esta vez a solas decide ir a hablar con Amelia, la ghoul de Mara, y le enseña el talismán que portaba el Szlachta. Ésta lo reconoce, es de Bogdan, Primogénito de Janosz, del Principado de Kiev. Cadios sabe que de este reino proviene Vadjanosz y cree que el atacante puede estar emparentado con él. El Ravnos piensa que Vadjanosz se lo ha podido ocultar, y antes de irse vuelve a tirar los tejos a Amelia, ésta le sonríe, pero es lo único que consigue de la ghoul de Mara.


Klaus, la personalidad que ahora habita el cuerpo de Jesper, intenta sacar información de
Almagor, Nosferatu
los espíritus que puedan poblar el mundo de los muertos en este lugar, la mezquita y futura Capilla. Contacta con el más allá y consigue percibir sentimientos de un gran pesar, una impotente ira, ansias de venganza, gritos moribundos y desesperación absoluta, de decenas de espectros que ya no tienen conciencia, pero que una vez fueron humanos. Klaus abrumado por todas estas voces y emociones, queda paralizado y pensativo y Nicolás el Caníbal, posee el cuerpo de Jesper tras esta traumática experiencia.

Cadios regresa a la mezquita y delante de todos los vampiros llama mentiroso a Vadjanosz.

Nicolás,
Personalidad de Jesper,
Malkavian
El Tzimisce curioso, mira al Ravnos, y este enseña el talismán que le arrebató al Szlachta que les atacó, Cadios acusa a Bogdan familiar de Vadjanosz de perpetrar el ataque, Vadjanosz no lo había reconocido, nunca prestó atención a los distintivos de su odioso tío vampírico Bogdan, no es extraño haberlo olvidado.

Las  , noches siguientes comienzan las obras de los preparativos para la nueva Capilla Tremere en la mezquita, y lo hacen de forma discreta y continua. Mientras tanto se preguntan por qué Bogdan les había atacado, ¿por ser Tzimisce atacando los intereses de los Tremere en Jerusalén? o ¿había alguna razón más?, es sabido de la tormentosa relación de Vadjanosz con su familia, o eso se cuenta...