R.I.P. Sven de Scania, Brujah

Valquiria
La despedida de un Varego

Su cuerpo debería haber ardido en una gran hoguera, pero al menos Sven murió con Månegarm y Sköll, sus hachas, en sus manos. Eso le asegura la entrada en el Valhalla, el salón de los caídos, lugar donde se hallan los valientes guerreros muertos en combate.

Sven se encuentra en la proa de un gran drakar camino de Asgard, mientras le da el viento en la cara. Los drakar, dragón en la lengua antigua, están diseñados para llevar a los guerreros a través del mar, pero bajo ellos no había agua salada, si no nubes blancas.

Para llegar a Asgard los mortales tenían una sola vía, debían morir como dignos guerreros en batalla, así las valkirias tomarían su alma para llevarla ante Odín en los salones dorados del Valhalla, todo para formar parte del Ragnarök.

Celine, Brujah
Sire  de Sven

Celine aparece tras Sven y se sitúa a su lado, admirando el firmamento. Ambos se encuentran satisfechos con sus logros en Midgard, el mundo de los hombres. Varias Valkirias rodeaban el drakar cabalgando sobre corceles voladores, ellas son las que eligen a los caídos en batalla que entrarán en el Valhalla. Celine sonríe y mira a Sven orgullosa.

Sven siempre había querido luchar en la batalla final entre el orden y el caos, el Ragnarök, donde los dioses y su mundo serán destruidos, ya que ese es su destino. Sven luchará a lado de los mejores guerreros, los Einherjer, cuando el día llegue y verá como el mismísimo Odín será engullido por el lobo Fenrir.

Alexandrus,
Gangrel contacto de Sven
Hablando de Fenrir, Alexandrus aparece tras ellos y llega con tres cuernos de hidromiel. Aparece tarde pero a tiempo, ya se ve a lo lejos el arcoíris que conduce a Asgard, allí podrían vivir cómodamente hasta que el fin del mundo los reúna.

¡Skol! gritan los tres cainitas chocando los cuernos al aire, en un brindis vikingo, el mismo que hacían durante las invasiones para incentivarse a continuar peleando para dar aún más, para darse aliento, que es lo que los tres cainitas se dan ahora más que nunca…

¡SKOL!


Sven de Scania, Ancillae Brujah